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  • “Un mal ornato afecta a los vecinos, al turismo y la economía de la ciudad”

El magíster Alberto Requena, profesor de la Facultad de Humanidades de la UDEP, analiza el impacto del deterioro del ornato urbano en el Centro Histórico de Piura en la competitividad turística, la identidad cultural y las oportunidades de desarrollo económico.

Por Gianfranco Quispe Alarcón. 16 octubre, 2025. Publicado en Diario Correo, el 16 de octubre del 2025.

El Centro Histórico de Piura enfrenta un progresivo abandono que se refleja en calles deterioradas, casonas en ruinas y espacios públicos descuidados. Para el profesor Requena, del programa de Historia y Gestión Cultural de la Universidad de Piura: “El mal estado del ornato afecta negativamente, ya que un turista espera encontrarse con servicios básicos. Si no ve bancas, y veredas adecuadas o áreas para el peatón, su experiencia se deteriora y su capacidad de recomendación disminuye”, explica.

¿Cómo influye el estado del ornato en la percepción de los turistas?

Cuando Piura se oferta turísticamente, lo hace principalmente como destino de playas. El Centro Histórico no forma parte de esta oferta. Además, el mal estado del ornato afecta negativamente la experiencia del visitante y la percepción del turista y del residente, quienes puede ver vulnerado su derecho a vivir en un ambiente limpio y habitable.

Los centros históricos deben estar diseñados para sus habitantes, las personas locales. Su mala gestión lleva, a largo plazo, a que Las viviendas se deterioren y los vecinos abandonen el Centro Histórico.

¿Hasta qué punto la identidad cultural se ve afectada si se descuida el centro histórico y no se valora su riqueza patrimonial?

Luego del abandono, poco a poco, estas casonas se destruyen sin ser aprovechadas, a pesar de que muchas están declaradas patrimonio cultural. Eso afecta la parte estética y patrimonial, porque son esos elementos atractivos los que hacen que las personas sigan acudiendo.

Esos espacios podrían utilizarse como centros culturales, museos, o alquilarse a bancos o tiendas que adecúen la infraestructura manteniendo el ornato. También, se pierden costumbres, como ir a la Plaza de Armas, sentarse un rato y dialogar, disfrutar del espacio público, sin estar necesariamente en un espacio de consumo masivo, como los centros comerciales (malls).

¿Qué impactos culturales tiene este descuido sobre el patrimonio intangible?

Richard Sennett explica en “El declive del hombre público” que hemos perdido la vocación de tener un espacio público de opinión y ciudadanía, encerrándonos en nuestras casas. Esto se refleja en la disminución de colectivos, voluntariados y asambleas.

Por otro lado, según la teoría de los cristales rotos se demuestra que cuando los vecinos ven que algo se deteriora y nadie hace nada, colaboran con su destrucción. Esto puede estar pasando con el Centro Histórico de Piura. Se pierde el espacio de calidad para la conversación. Los centros históricos permiten un ocio humanista, cultural y educativo, no solo comercial.

El mal estado del ornato urbano, ¿afecta la competitividad turística de Piura?

Cuando llegas al aeropuerto, los taxistas te ofrecen llevar a Máncora, Colán, Los Órganos, porque responden a lo que más se visita turísticamente. Piura (ciudad) no aparece en el radar turístico más que como destino de dos o tres horas de paso.

El vecino de Piura te dice que no hay mucho que ver. Es el primero en invitarte a que dejes su ciudad porque no confía en las posibilidades turísticas de su localidad. A la falta de cuidado del ornato se suma la percepción negativa de los ciudadanos sobre Piura.

El plan de modernización contempla pistas, veredas, drenaje pluvial, áreas verdes… ¿Qué elementos culturales deberían incorporarse?

Debe contemplar vías de peatonalización amplias y bancas con sombra y protección para que la gente pueda estar más tiempo. Piura es muy calurosa y lluviosa, por periodos, por lo que el Centro Histórico debe estar preparado para los diferentes cambios de clima.

Asimismo, hay que contemplar conexión entre plazas, monumentos, iglesias, parques, museos y centros culturales, con posibilidad de ir caminando o en bicicleta. Los centros históricos siempre han sido lugares de comercio. La gente debe llegar y generar nuevos negocios y dinamismo económico.

¿Qué papel deberían cumplir los actores locales para asegurar una urbe atractiva?

Las autoridades deberían invitar a que los vecinos se agrupen, formen comités y colectivos, y cada dirigente pueda hacer cosas concretas. Las grandes medidas funcionan cuando hay vecinos activos que promueven iniciativas de cuidado, pintado y mantenimiento.

Si solo hay vida comercial en los centros históricos, solo funcionan de 9:00 a 18:00. Pero, si tienen vida vecinal, puede haber actividad hasta las 21:00 o 22:00 horas, generando dinamismo positivo. La Municipalidad podría impulsar proyectos y concursos, como premiar a las cuadras mejor cuidadas o financiar comités de voluntariado.

Las empresas privadas pueden entrar rápidamente, y financiar la recuperación de una cuadra como parte de su programa de responsabilidad social (RSE). Hay que tejer alianzas entre instituciones, vecinos y empresas para la recuperación progresiva del Centro Histórico de Piura.

¿Qué lecciones podemos seguir, de ciudades con problemas similares?

El caso más famoso para América Latina es Quito, que recuperó su centro histórico con buena inversión pública y privada, sectorizándolo para irlo recuperando progresivamente. Lima tiene ProLima, con autonomía para decisiones y, además, sigue un plan maestro.

Piura no tiene un plan maestro. En estos se establece qué quiere ser un centro histórico en 10, 20 o 30 años. Sin ellos, se improvisa, se genera congestión o se malogran negocios. Salzburgo, en Austria, prioriza oficios vinculados con artesanías antiguas según cercanía a sus plazas.

Necesitamos dar una mirada urbana complementaria. ¿Quiénes deberían vivir allí? ¿Por qué no fomentar vivienda para que la gente repueble el Centro Histórico? Los centros históricos eran espacios vivos donde estaban las familias, mercados, iglesias; debemos recobrar esa lógica.

Piura tiene capacidad para postularse como ciudad creativa de la Unesco, vinculada a la gastronomía y la artesanía. Hay posibilidades de hacer trabajos en conjunto entre la municipalidad, el Banco Interamericano de Desarrollo, la Unesco o el Ministerio de Cultura.

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