28

Jun

2022

Artículo de opinión

La importancia del fuego

Para los hombres que lo descubrieron -probablemente, los sapiens-, este elemento significó la supervivencia: podían protegerse del inclemente clima, ahuyentar a los animales, cocer los alimentos, iluminar los caminos, entre otras actividades.

Por Paola Celi. 28 junio, 2022. Publicado en Correo, el 28 de junio de 2022.

«Porque robando tu flor, el resplandor del fuego, origen de todas las artes, se la entregó a los hombres. Ha de pagar la pena a los dioses por una falta como esta». En esta obra de Esquilo, Prometeo es castigado por entregar «un honor a los mortales» que era solo para los dioses: el fuego.

Para los hombres que lo descubrieron -probablemente, los sapiens-, este elemento significó la supervivencia: podían protegerse del inclemente clima, ahuyentar a los animales, cocer los alimentos, iluminar los caminos, entre otras actividades.

En “Vigilar el fuego es vigilar la indefensión humana» (2020), el doctor Marín explica que el hombre superó los obstáculos de los movimientos de rotación y de traslación gracias al fuego: «una vez vencida la oscuridad y el frío de la noche y del invierno, el hombre pudo poblar las zonas templadas y frías del planeta». Por lo que el fuego representó «el primer triunfo de la especie sobre los movimientos astrales».

Lo más sublime de este elemento es que se relaciona con el concepto de «hogar». En todo grupo de sapiens había unos cuidadores del fuego para que los demás se fueran a cazar y a recolectar; no obstante, lo que parece más significativo es que lo cuidaban para que otros pudieran dormir: «y es una imagen adecuada de cómo la civilización, a pesar de todo, depende de esos espacios de templanza donde cabe estar a salvo. Velar la indefensión ajena es vigilar el fuego del hombre» (Marín, 2020).

En conclusión, el fuego resultó determinante en la evolución de nuestra especie. Metafórica y literalmente, por medio de este elemento, el hombre encontró la luz en un mundo de tinieblas. En palabras del Marín («La Navidad», 2020): «Nuestras viviendas siguen siendo los lugares del fuego, el “hogar”, donde nos protegemos del frío, la oscuridad y la indefensión».

Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.

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