Una de las consecuencias más devastadoras de los padres ausentes es el surgimiento de una profunda falta de confianza en los niños.

Por Rosa Cornejo Briceño. 07 agosto, 2023. Publicado en El Peruano, el 5 de agosto del 2023.

Padres ausentes, sumidos en sus responsabilidades laborales y distraídos por el estrés y la tecnología, pueden estar físicamente presentes, pero emocionalmente distantes de sus hijos. Esta falta de atención y retroalimentación puede llevar a que los niños experimenten una profunda soledad a pesar de la aparente libertad.

Una de las consecuencias más devastadoras de esta ausencia es el surgimiento de una profunda falta de confianza en los niños. Al no recibir la atención y el amor necesarios, desarrollan una imagen negativa de sí mismos; se sienten indignos de cariño y preocupación. Estos patrones emocionales pueden dejar cicatrices duraderas en su autoestima y afectar negativamente sus relaciones sociales en el futuro.

Además, la crianza negligente fomenta la formación de apegos inseguros en los niños. Al no recibir una base sólida de amor y cuidado, pueden aferrarse a relaciones poco saludables en busca de la atención que les falta en casa. Esto puede afectar significativamente su capacidad para desarrollar relaciones interpersonales sanas en la vida adulta. ¿Quiénes, sino los padres, están llamados a ser los modelos de amor y cariño que los hijos buscarán fuera?

Un aspecto crucial que se ve afectado es la habilidad de los niños para expresar sus emociones saludablemente. Cuando los padres no están disponibles para brindar apoyo emocional, los niños pueden optar por ocultar sus sentimientos para evitar el dolor de sentirse ignorados o rechazados.

Para enfrentar esta situación, es fundamental que los padres dediquen tiempo y esfuerzo a la interacción con sus hijos. Un simple ejercicio, como involucrar al niño en las conversaciones o dinámicas familiares en lugar de darle un dispositivo electrónico para que no moleste, puede marcar la diferencia.

También, es sumamente importante escuchar con atención y cariño todo lo que vengan a contarnos, estar dispuestos a comentar sus ideas y pensamientos, y, de ser necesario, a corregirlos y enseñarles lo correcto. De esta manera, el niño se sentirá considerado e importante, y aprenderá habilidades sociales valiosas.

Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.

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