Celebrando a San José Obrero, la universidad organizó una jornada de integración para su personal de Servicios Operativos, en la que participaron autoridades académicas. Estuvo marcada por la gratitud, la fe y el compañerismo.
Por Manuel Camacho-Navarro. 07 mayo, 2025.El 1 de mayo, los integrantes del personal de Servicios Operativos de la Universidad de Piura disfrutaron de una jornada de integración en Piura, con motivo del Día del Trabajador y de San José Obrero. Autoridades y colaboradores compartieron este espacio de reflexión y esparcimiento que reforzó el valor, el compañerismo y la fe. En esta ocasión se contó con la presencia de dos trabajadores de Campus Lima, Teófilo Quilla y Junior Panduro.
La integración especial comenzó con una misa de acción de gracias en la Capilla Universitaria. Luego, los asistentes se dirigieron a la cafetería Sartén y Mango, donde compartieron un tradicional frito piurano. Estuvieron, también, el rector Paul Corcuera; el prorrector Dante Guerrero; los vicerrectores Susana Vegas, Marcos Agurto; y, la administradora general Beatriz Vega.
Durante el desayuno, el rector agradeció la labor y el compromiso constante de los colaboradores. “El trabajo dignifica, y en la universidad lo hace aún más, porque cada tarea, por más distinta que sea, contribuye a una misma misión: formar personas íntegras y transformar la sociedad”, expresó.
Tras su mensaje, hubo un sorteo de diversos premios, el cual despertó entusiasmo y sonrisas entre los asistentes. Once fueron los afortunados.
Posteriormente, todos realizaron una romería simbólica hacia la Ermita de la Sagrada Familia, conmemorando el inicio del mes mariano. En el trayecto, también, entonaron cantos y agradecieron a Dios el trabajo compartido y encomendado.
Una ofrenda floral a las imágenes de la Sagrada Familia fue entregada por dos colaboradores visitantes de Campus Lima, Junior Panduro, quien visitaba el campus por primera vez; y, Teo Quilla, quien está próximo a jubilarse.
La jornada concluyó con un partido de fútbol en la plataforma deportiva de la universidad. Durante el partido, reinó el espíritu de equipo, las risas, los recuerdos y los goles. Don Teófilo Quilla sorprendió a todos jugando los dos tiempos de partido, con la misma vitalidad y energía de los más jóvenes.
De esta manera, se cerró una mañana que no solo celebró el trabajo, sino también el sentido de comunidad que lo sostiene.