Es increíble ver cómo las devociones pueden cruzar fronteras e instalarse en la vida cultural de las poblaciones. Estas las acogen con fervor y deciden mantenerlas en el tiempo.
Por Alberto Requena. 10 noviembre, 2025. Publicado en semanario El Tiempo, el 9 de noviembre de 2025¿Qué tienen en común las devociones a San Martín de Tours, San Teodoro, San Fernando III y San Jacinto de los Forasteros? Bueno, lo común a todas ellas es que han cruzado el océano Atlántico y han llegado a los corazones de los feligreses piuranos.
Algunas, son intrigantes, como la devoción por San Martín de Tours, santo de origen francés que presta su nombre a la dieciochesca iglesia sechurana. ¿Cómo una comunidad, principalmente, de indios y mestizos tomaron como patrón a este santo europeo?
Otras devociones se han perdido en el tiempo, pero hay testimonio de su existencia. San Teodoro, por ejemplo, primer patrono de Venecia, yace actualmente en la parte alta del frontis de la capilla del cementerio general de Piura. ¿Cómo este santo de tradición militar llegó a Piura? No lo sabemos por el momento. Solo sabemos que le da el nombre a este viejo camposanto.
Lo mismo ocurre con San Fernando III quien aún es recordado con devoción en el distrito de Chalaco. Hasta ahora se puede ver una figurilla en su iglesia reconstruida después del terremoto. Por cierto, este santo es el padre del mítico rey español Alfonso X El Sabio.
Por último, están las devociones vigentes como la de San Jacinto Forastero, cuya tradición viene de la lejana Polonia.
Es increíble ver cómo las devociones pueden cruzar fronteras e instalarse en la vida cultural de las poblaciones. Estas las acogen con fervor y deciden mantenerlas en el tiempo. Sin embargo, como todo en la vida, las devociones y las festividades pueden estar amenazadas. Algunas de ellas se irán perdiendo con el paso de las décadas, ya que necesitan de personas que las mantengan vivas.
Desde la Gestión Cultural se entiende que estas devociones forman parte del llamado patrimonio cultural inmaterial. Con ellos los profesionales que se dedican a la proyección de la memoria y las tradiciones son conscientes de que se necesita poner en valor muchas de ellas. Hay que investigarlas, promoverlas y conservarlas haciendo partícipe a la población local.
La investigación es una de las tareas más importante que no hacen más que solo enriquecer nuestra devoción. Esta tarea compete a diferentes campos del saber académico y no solo a profesionales del patrimonio. Hace muy poco se publicó en Piura el libro del periodista ayabaquino Gerardo Cabrera, titulado “La ruta de los Cautivos” en donde hace una profunda indagación sobre cómo la devoción del Señor Cautivo tiene una profunda conexión con otras devociones como la del Cristo de Medinaceli (Madrid) o el Señor Nazareno Cautivo (Lima). Esta pesquisa es un claro ejemplo del valor que tiene la historia para comprender nuestro presente.
Cada aporte no hace más que sumar al entendimiento sobre la forma en cómo los seres humanos tejemos nuestras relaciones con Dios. El rico patrimonio cultural religioso que posee Piura necesita seguir siendo explorado, investigado y preservado.








