Considerando el primer informe del Observatorio de la Familia, “Tendencias en la natalidad y tipos de hogares peruanos”, el doctor Juan Francisco Dávila hace un análisis sobre la tasa de reemplazo en el Perú.
Por Tania Elías. 22 mayo, 2025. Publicado en el Suplemento El Tiempo, el 18 de mayo del 2025.El informe, presentado por el Instituto de Ciencias para la Familia (ICF) de la Universidad de Piura, es el primero de tres previstos para el 2025. El profesor Dávila, de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la UDEP, señala que, actualmente, se estima que la tasa de reemplazo (el número de hijos que cada mujer debe tener para que la población no crezca ni disminuya) es de 2,1 hijos por mujer, teniendo en cuenta las muertes que pueden ocurrir hasta que un niño llega a la edad reproductiva. Pero, ¿qué significa esto para el mundo?, ¿y para el Perú, en particular?, lo explica en esta entrevista.
¿Cómo ha evolucionado esta “tasa de reemplazo” en el mundo?
Según el Banco Mundial, en 2023 la tasa para el mundo entero era de 2.2 hijos por mujer. En el 2000, 2.7, muy por debajo de los 5 hijos por mujer de los años 60. Un número alto de hijos por mujer no significa que la población esté creciendo. Depende de la mortalidad, sobre todo infantil.
De hecho, hasta el siglo XVIII, era común que las mujeres tuvieran muchos hijos; pero solo algunos llegaban a adultos. Como anécdota, el rey Felipe II de España tuvo cinco hijos de su cuarto matrimonio; cuatro murieron en la infancia. Tras la revolución industrial, en el siglo XIX, los avances médicos y la mejor alimentación redujeron drásticamente la mortalidad. En Europa la población había crecido, de unos 40 millones de habitantes en el año 1000, a unos 200 millones en 1800. En 1900, la población europea llegó a 400 millones. En un solo siglo creció más que en los ocho siglos anteriores. Y los europeos emigraron, a Estados Unidos o Argentina, por ejemplo. Hasta que los nacimientos empezaron a disminuir, y el crecimiento de la población se redujo. Este proceso se repitió en el siglo XX aquí en el Perú, cuando hacia 1965, según el INEI, se alcanzó una tasa de crecimiento de 2.9%, y desde ahí empezó a descender.
Por muchos años se pensó que la disminución de tasa de reemplazo afectaba solo a Europa y Asia. ¿Qué revela el informe del Observatorio de la Familia respecto al Perú?
Los datos de este observatorio del Instituto de Ciencias para la Familia (ICF) de la UDEP muestran que, antes de la pandemia, el Perú estaba ligeramente sobre la tasa de reemplazo, en 2.2 hijos por mujer; y que, en 2020 cayó a 1.9. Aunque luego se recuperó, en el 2023 llegó a solo 1.8 hijos por mujer.
Este dato no es anormal en América Latina. Según datos del Banco Mundial, Argentina, Chile, Brasil o Colombia están por debajo de 1.8 hijos por mujer. De seguir la tendencia, y en ausencia de inmigrantes, la población latinoamericana primero envejecerá y luego se reducirá.
¿Esta realidad es igual en todas las zonas del país?
Los datos del observatorio muestran que la caída ha sido más abrupta en las zonas rurales. En el 2000, las mujeres en el campo tenían en promedio 4.3 hijos, mientras que en 2023 la cifra bajó hasta 2.7.
¿Por qué las familias están teniendo menos hijos?
Los motivos clásicos son conocidos: mayor nivel de educación, la aparición de sistemas de bienestar (pensiones) que evitan depender de los hijos en la vejez, la urbanización, el retraso en la edad del matrimonio y el acceso a los anticonceptivos. Sin embargo, la caída a niveles por debajo de la tasa de reemplazo, en tantos países, lleva a pensar en otras causas.
En algunas sociedades desarrolladas, los matrimonios son cada vez más tardíos, o simplemente la gente no forma familias. Tener hijos está fuera de sus objetivos de vida. A veces por motivos económicos, y otras veces por influencias culturales.
¿Esta tasa se sigue reduciendo, también, en Europa y Asia?
Europa lleva décadas por debajo de la tasa de reemplazo, y si su población se mantiene, es por la inmigración. En países desarrollados, como Japón, donde hay pocos inmigrantes, la población llegó a un máximo de 128 millones hacia 2010 y ha caído desde entonces. En Corea, un país que entre 1960 y el 2000 se convirtió en potencia industrial, el número de hijos por mujer está en 0.7. Ambos podrían ver su población reducida a la mitad hacia finales de este siglo.
¿Qué desafíos enfrentan los jóvenes que quieren formar una familia?
Los desafíos varían dependiendo de la región o el nivel socioeconómico. Para los jóvenes de clase media de Lima, tener hijos se ha vuelto difícil. Primero deben tener un trabajo estable o unos conocimientos que aseguren la empleabilidad. Una vez formada la familia, muchos padres de este sector socioeconómico buscan un colegio privado, donde las pensiones son elevadas. Y, algo similar ocurre con los servicios de salud. Muchas familias descubren que, para mantener a uno o dos hijos, ambos deben trabajar a tiempo completo.
Además, la sociedad ha cambiado. En los años 80 vivíamos en una crisis económica, pero los niños con una bicicleta o un skate salían a la calle, tenían amigos en el barrio, aprendían de los vecinos. Hoy, están en Internet, y si los ves por la calle, suele ser porque van del colegio a su actividad extraescolar o a su casa. Se dice que se necesita una tribu para criar a un niño; y, hoy la tribu está ausente. Y, sin esta, criar a un hijo se convierte en una tarea gigantesca.
¿Qué impacto tendrá en la educación, el trabajo o las pensiones de un país, un escenario con menos jóvenes?
La respuesta la podemos intuir observando lo que ocurre en países donde la población ya ha caído. Los colegios tienen menos alumnos por clase (lo cual es bueno), pero más gasto por cada uno. En las pensiones, los países más afectados son los que tienen un sistema pay as you go, en el que el Estado paga a los pensionistas actuales con los aportes de los trabajadores activos. Como cada vez hay más pensionistas y menos trabajadores, algunos países han aumentado la edad de jubilación, y enfrentan déficits constantes en su sistema de pensiones.
Lo que ocurra en el Perú dependerá de la tecnología…
Empresas como BMW y Tesla están desarrollando robots humanoides para trabajar en sus fábricas. Un robot capaz de desarrollar tareas básicas, en fábricas o en el hogar, podría solucionar muchos problemas relacionados con la caída de la población joven. Suena a ciencia ficción, un escenario como el de la película Yo Robot de 2004, protagonizada por Will Smith; pero, la tecnología ya se está probando. Esos robots podrían ayudar a sostener la economía, en un futuro con pocos jóvenes y mucha gente mayor incapaz de trabajar.
¿Cómo aprovechar esta información del Observatorio de la Familia desde la academia y por quienes promueven políticas públicas?
La mitad de los países del mundo están ya por debajo de la tasa de reemplazo. Y, menos trabajadores jóvenes en el futuro significarán menos crecimiento económico y menos recaudación de los gobiernos. Los datos del observatorio muestran que este problema ya empezó en el Perú; por lo que no debemos esperar a ver un descenso efectivo de población (que quizá tarde en llegar, por la mayor longevidad o la inmigración extranjera) para tomar medidas desde los diferentes sectores y frentes.