17

Ene

2022

Artículo de opinión

Rompiendo paradigmas sobre la psicoterapia

Enfocarse en la salud, implica, sobre todo, considerar la psicológica-emocional, sin descuidar la física, aunque esta habla sola ante las dificultades. La emocional es más silenciosa y, generalmente, la subestimamos.

Por Tania Guimac. 17 enero, 2022. Publicado en El Tiempo, el 15 de enero de 2022.

“Eso es solo para locos”, “yo puedo controlarme”, “el que no puede, que vaya al psicólogo”. “Que quede bien claro, en mis tiempos tu arreglabas tus problemas solo. ¡No entiendo tanta alharaca con la psicoterapia y esas cosas!”. Así pensaba Julio, antes de su enfermedad, cuando le recomendaban ir al psicólogo.

Tras unos meses, empiezan los hormigueos al brazo, dificultad a respirar; luego, disminución en su productividad, mal humor, crisis y ataques de pánico, e insomnio. Y, simplemente, no sabía por qué. Va al médico, lo pasan al psiquiatra y después al psicólogo para terapia. En ese viaje entre especialistas, con millones de dudas y miedos, va abriendo una rendija en su mente y deja paso para que el psicoterapeuta pueda ayudarlo.

Con la terapia, aprende a definir muchas cosas que le ocurrían, y el decía que era porque “algo me cayo mal” o “la almohada esta perjudicando mi sueño”, “tengo demasiado trabajo” “el tiempo no me alcanza”, “ya no rindo como antes” “soy demasiado analítico y sobre pienso las cosas”. Julio entendió que algo pasaba y no estaba bien, por fin sus síntomas tenían nombre propio: “ansiedad”, “depresión”, “estrés”, etc.

Así, pudo conocer y entender que hay diversas estrategias para enfrentar las dificultades, solo se necesita ajustarlas. Con la terapia armas una caja de herramientas, que cargas contigo y las sacas cuando la necesites; para afrontar las crisis y poco a poco superarlas.

Julio se volvió a conocer, redescubrió sus gustos, las cosas que le desagradan y las alternativas para cambiarlas. En ningún otro curso en la vida enseñan eso, a aceptarse, a entenderse, y a quererse un poco más.

Aprendió que no puede solucionar todo solo y que, si hace falta, debe pedir ayuda. No es nada fácil aceptar eso, sobre todo si piensas: “solo los débiles piden ayuda”, “uno es fuerte”. Más aún si asumes un rol jerárquico en tu trabajo, con el cual la vulnerabilidad no está permitida, convencionalmente hablando. En el mundo real, eso no es sostenible.

Entonces, enfocarse en salud, implica, sobre todo, considerar la psicológica-emocional, sin descuidar la física, aunque esta habla sola ante las dificultades. La emocional es más silenciosa y, generalmente, la subestimamos.

Otro sería el final de Julio, si no hubiera dado el paso de aceptar la psicoterapia. Entendió que, hay que considerar la atención psicológica y su asistencia preventiva, al igual que en toda especialidad de la medicina. Definitivamente, hizo las cosas por él, y rompió ese paradigma inicial que no le permitía avanzar, para estar mejor.

Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.

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