04

Ene

2022

Artículo de opinión

Algunas cosas que aprendí… el 2021

Primero, no necesito ver más allá de lo evidente, porque si lo evidente lo dejo de considerar solo estaré creando escenarios alternos y suposiciones, de las cuales no tendría la claridad de realidad; y, reforzaría mis rasgos ansiosos.

Por Tania Guimac. 04 enero, 2022. Publicado en El Tiempo, el 27 de diciembre de 2021.

Primero, no necesito ver más allá de lo evidente, porque si lo evidente lo dejo de considerar solo estaré creando escenarios alternos y suposiciones, de las cuales no tendría la claridad de realidad; y, reforzaría mis rasgos ansiosos.

Segundo, si algo no me deja dormir, me impide conciliar el suelo o siento que no descanso bien, hay que solucionarlo pronto, o ver qué se puede hacer con eso. El sueño es una fase sumamente importante, participa en nuestros procesos de aprendizajes, atención, y vigilia. Solo pregúntate ¿Cómo te va un día que no puedes dormir bien? Y si esa razón es por algún tema de preocupación, ya el sueño está lanzándote la alarma fuerte. Atiende ese tema, resuelve, si no tiene solución, entonces, acéptalo. Pero, toma una decisión sobre “eso que te hace ruido”.

Tercero, cree en lo que eres; siéntete orgullosa de la persona que eres: de ti misma. Mira tus avances, no solo tus retrocesos. Por lo general, no nos reconocemos los aciertos, hasta que enlistamos las cosas y decimos ¡wow, de verdad hice eso!: logré cumplir con el informe, dedicarle más tiempo a mi familia, fumar menos, hacer algo de ejercicio, ir a terapia, etc. ¡Felicidades por eso!

Cuarto, el trabajo es importante, pero no lo es todo en la vida. Tampoco todo el tiempo es para el trabajo. El todo en nuestra vida se compone de muchas cosas importantes, no pongamos todos nuestros esfuerzos en solo un aspecto, porque otros se descuidan.

Quinto, no puedo solucionar todo. No tengo ese poder de súper héroe de Marvel. Puedo solucionar los aspectos que estén a mi alcance y bajo mi control; no aquellos que no lo estén.

Sexto, tómate tiempo para vivir las emociones, porque cada una de ellas es increíble, hay que sentirlas, dejarnos llevar por ellas, de vez por cuando. Ni siempre ni nunca, que esa sea la medida de referencia. Vivir más el presente, aunque suene frase cliché.

Séptimo, dialoga contigo, pregúntate, afírmate, recuérdate. ¿te gusta eso? ¿te sientes bien realizando lo que haces? ¿Qué te provoca ahora? ¿te gusta ese lugar? Ante alguna decisión sencilla, y si no sabes qué hacer: pregúntate, responde y hazlo. Si no te sientes bien, piensa, por qué sigues ahí.

Octavo, establece prioridades, sin olvidarte de ti. Estas son dinámicas, no quedan fijadas; sino que, por el acontecer de la vida, las actividades van cambiando y tomando otra forma. Asume este principio: si empiezo a descuidarme de mí, entonces lo que hago ya no es una prioridad, sino que, quizás, se está convirtiendo en una obsesión.

Noveno, todo y todos tienen su propio proceso.

Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.

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