20

Dic

2021

Artículo de opinión

El incalculable valor de la lectura

El gran problema se da cuando se sabe leer y no se utiliza esta maravillosa habilidad para aprender, conocer más del mundo, reflexionar y filosofar sobre la vida, viajar sin salir de casa, etc.

Por Jaime Ancajima. 20 diciembre, 2021. Publicado en El Tiempo

Antes se decía que uno era analfabeto por no saber leer y escribir; luego, con la llegada de la internet, se decía que lo era quien no sabía idiomas ni computación. El gran problema se da cuando se sabe leer y no se utiliza esta maravillosa habilidad para aprender, conocer más del mundo, reflexionar y filosofar sobre la vida, viajar sin salir de casa, etc.

Jorge Luis Borges decía: “de los diversos instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro; todos los demás son extensiones de su cuerpo. Sólo el libro es una extensión de la imaginación y la memoria”; y Ernest Hemingway afirmaba que “jamás habrá amigo más fiel que un libro”. A decir verdad, es cierto lo que estos dos grandes sostenían pues en mi clase de Literatura Británica mis alumnos, futuros profesores de Inglés, se asombran de todo lo que pueden reflexionar, imaginar, deducir, e inferir al leer sobre lo sucedido en los diferentes periodos de la historia, de la vida de los autores y de sus maravillosas obras literarias.

En estos dos años de pandemia hemos tenido tiempo para leer el libro que quisiéramos. Algunos optaron por hacer ejercicios en casa, cantar, aprender a cocinar, entre otras actividades. Sin embargo, entendamos que “leer es para la mente lo que el ejercicio físico es para el cuerpo”, frase dicha por el poeta inglés Joseph Addison.

Los especialistas sostienen que la lectura incrementa notoriamente la concentración, enriquece nuestro vocabulario, previene el declive cognitivo, agudiza la astucia, estimula el intercambio de información y conocimiento, retarda la aparición de los síntomas de demencia, estimula la percepción, la concentración y estimula la empatía. También, se activan regiones cerebrales que propician procesos de imaginación a partir de los acontecimientos de la narración y vienen a la mente recuerdos y confrontaciones con experiencias personales, se mejoran las habilidades de expresión, lectura y lenguaje y se incrementa la capacidad de concentración, análisis e interpretación de textos. Así, lo cita el artículo “El beneficio encubierto de leer”, de la revista Mente y Cerebro.

Estimulemos en nuestros hijos el gusto por la lectura, leamos con ellos, comprémosles libros que generen su curiosidad, satisfacción de aprender y disfrutar pues, como alguien dijo, “vale la pena que te roben una lágrima, un suspiro, la risa o el aliento si el ladrón es un libro que entre sus hojas encuadernadas contempla mil historias de amor, de aventura, de suspenso, de sentimientos enfundados en poemas que amanecen con emociones”.

Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.

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