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Jun

2021

El cantar ofrece beneficios en aspectos psicológicos, emocionales y físicos. Hace que segreguemos endorfinas, hormonas que, producidas en grandes cantidades por el organismo, liberan tensiones acumuladas, a través del ejercicio de los músculos responsables de participar en la modulación del canto, y permite sentirnos satisfechos y relajados.

Por Jaime Ancajima. 16 junio, 2021. Publicado en El Tiempo

Al igual que muchos de ustedes, canto por afición y pasión desde que era niño. La música siempre ha sido mi compañera en todo momento. Lo hago con mi guitarra o un sistema de karaoke, canto con mis amigos en el trabajo y hasta he integrado el coro de profesores de mi universidad bajo la dirección del maestro Arturo Hernández. Precisamente, fue aquí donde empecé a analizar tan bellos sonidos que al combinarlos producen bellas melodías.

Las zonas que intervienen para poder cantar son los pulmones, el músculo diafragmático colocado justo debajo de ellos, el cual controla la expulsión del aire, le da fuerza y agarre a la voz; para conseguir el sonido tenemos resonadores (cavidades) colocadas en la zona del tronco para la voz grave y en la cabeza para los agudos; las cuerdas vocales, en la laringe, se encargan de colocar las notas y la boca para la dicción.

El cantar ofrece beneficios en aspectos psicológicos, emocionales y físicos. Hace que segreguemos endorfinas, hormonas que, producidas en grandes cantidades por el organismo, liberan tensiones acumuladas, a través del ejercicio de los músculos responsables de participar en la modulación del canto, y permite sentirnos satisfechos y relajados, mejora nuestra respuesta inmunológica al reducir el estrés dándonos una sensación de bienestar y nos ayuda a mejorar la respiración ya que aprendemos a mover los músculos que intervienen en la respiración, especialmente el diafragma.

Asimismo, favorece el buen funcionamiento del sistema cardiovascular ya que, si cantamos durante varios minutos con asiduidad, estaremos haciendo un ejercicio ligero pero fácil de realizar, ayuda a mejorar la postura porque la mayoría de las personas se ponen derechas a la hora de cantar, algo que puede transformarse en un hábito y, poco a poco, pasar a ser nuestra postura estándar en cualquier situación, tonifica la musculatura del vientre y hace que los abdominales queden algo más tonificados.

Finalmente, el cantar limpia las vías respiratorias ya que hace que el aire pase en distintos niveles de presión por las vías respiratorias, haciendo que queden más “limpias” y no se acumulen bacterias nocivas, ayuda a conectar con los bebés debido a que aprenden el lenguaje a través de la musicalidad y los ritmos que están presentes en las palabras y, por eso, responden con entusiasmo cuando se canta, y hasta establecen un diálogo con esa música a través de sus movimientos.

¡Hagamos feliz a nuestra alma expresando, a través del canto, nuestro amor y pasión por la dicha de la vida!

Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.

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