04

Jun

2021

Hablando de Economía: de la pandemia a la pospandemia

La economía viene recuperándose tras la caída generada por el aislamiento obligatorio y la cuarentena del año pasado. Según proyecciones del MEF o del BCR, el PBI debe alcanzar niveles del 2019 durante la primera mitad del 2022.

Por Koko Zavala. 04 junio, 2021. Publicado en Correo

“Incluso ya tenemos sectores como el de construcción que ya superó sus niveles prepandemia”, señala el economista Germán Vega Acuña, profesor de la Universidad de Piura.

Sin embargo, aclara Vega Acuña, “el empleo formal sigue una trayectoria más lenta. La informalidad es uno de los grandes problemas del país y la pandemia lo ha acentuado”. En esta entrevista, comenta también las propuestas económicas de Perú Libre y Fuerza Popular, el modelo económico actual, los sectores que requieren con mayor urgencia la reactivación, entre otros temas de interés.

En este momento de incertidumbre, ¿cuál es el reto que hay que afrontar para la reactivación económica?

Esta recuperación proyectada tiene dos grandes retos. En primer lugar, la incertidumbre electoral retrasa proyectos de inversión e incluso genera especulación en precios. Quien resulte ganador debe tomar decisiones rápidas que devuelvan la confianza en la estabilidad del país. Luego, tenemos el tema de la pandemia. La vacunación será clave inyectar dinamismo en la economía. Ello debe ser acompañado con medidas que permitan una vuelta gradual y acertada a las actividades pre-pandemia.

El Banco Mundial había previsto para este año un crecimiento de la economía peruana, pero este ha entrado a una fase de estancamiento ante la incertidumbre originada por las elecciones del 6 de junio ¿Qué piensa usted al respecto?

Es un tema inevitable, más aún, teniendo en segunda vuelta a dos candidatos como los que tenemos. Quien resulte ganador no debería esperar al 28 de julio para realizar anuncios claves de su gobierno. Una decisión sobre la continuidad de Velarde a la cabeza del BCR o el nombre del futuro ministro de Economía serán anuncios que disminuirían, o aumentarían, esta incertidumbre. Dada la polarización que tenemos, nombrar un primer ministro también debería ayudar a calmar las cosas.

Entre enero y abril de este año, los ingresos corrientes del Gobierno registraron un incremento anual nominal de 29,1%, basado en el incremento de los ingresos tributarios de 34%, ¿cuál cree será el panorama para los años 2022-2024?

En las últimas gestiones del MEF se ha puesto especial énfasis en aumentar la recaudación fiscal. La recuperación de la economía sin duda también aumentará los ingresos de la caja fiscal. Sin embargo, en general, el nivel de recaudación peruano (17%) está muy por debajo del promedio latinoamericano (+20%). Esta debe ser una de las prioridades del próximo Gobierno. Y, antes que nuevos impuestos, hay espacio para crecer en términos de la base tributaria y de revisar algunas exoneraciones en el mediano plazo.

¿De las propuestas económicas de los candidatos a la presidencia, cuáles piensa usted que son más viables, para una efectiva reactivación de la economía?

Vale aclarar que los dos planes están lejos de cubrir las reformas que necesita el país.

De lo planteado, el plan de la señora Fujimori es más viable en las circunstancias actuales. En el corto plazo atiende algunas demandas urgentes de la población y en el mediano propone ajustes solicitados por algunos sectores. Sin embargo, aún no queda claro si podrán financiar todos los bonos y otras propuestas sin poner en jaque la caja fiscal. La experiencia de Luis Carranza, más allá de los cuestionamientos de algunos sectores, jugaría un papel importante en este punto.

El plan de señor Castillo tiene como objetivo atender reclamos totalmente válidos de una buena parte de la población. El problema viene por la viabilidad de algunas propuestas, las cuales podrían afectar la capacidad del país de, precisamente, atender estas demandas. La apertura internacional y la inversión privada son pilares del crecimiento del país. Crear incertidumbre sobre ellas no es prudente; por lo contrario, lo ideal sería diseñar mecanismos para potenciarlas y canalizar sus beneficios a una mayor parte de la población.

¿Cuáles serían los sectores de la población que serían los más afectados o beneficiados con estas propuestas?

Sin duda, la gran mayoría de las propuestas de ambos, como en toda campaña, apuntan a las personas de niveles socioeconómicos más bajos. Esto representa una gran responsabilidad, porque implica que los errores del próximo presidente también afectarán más a este sector. Fuera de ello, y pasada la campaña, quien gane debe pensar en el mediano plazo en reformas que aumenten la productividad y amplíen la formalidad. De esta manera, de verdad lograrán un cambio en los sectores que tanto dicen ayudan.

Fotos: ANDINA.

Un buen sector del empresariado peruano viene aplazando sus inversiones a corto y mediano plazo, debido a la incertidumbre generada por las elecciones. ¿Cuál cree que será el panorama y sus consecuencias a partir del 28 de julio?

Dependerá mucho de los anuncios que se realicen tras la elección y de la reacción de quien pierda. El ambiente se ha polarizado en exceso, por lo que resulta difícil pensar que todo se acabe el próximo domingo. Lo ideal sería que el perdedor manifieste su reconocimiento del ganador cuanto antes y se comprometa a ejercer una oposición responsable con su bancada congresal. La inestabilidad política afecta más de lo que se cree a la economía. Ya no podemos tener otro periodo como el 2016-2021.

En el caso de la región norte, ¿cuáles son los sectores que necesitan de una inmediata reactivación económica, una vez asumido el nuevo Gobierno?

Sin duda, el nuevo Gobierno debería diseñar medidas que permitan una reactivación responsable del sector turístico. Mejores opciones de financiamiento o subvenciones laborales temporales a las empresas que cumplen los protocolos serían buenas ideas.

A la par, debería profundizar el uso de espacios abiertos para restaurantes y pequeños negocios. Por último, seguir con las obras de la reconstrucción. Los últimos reportes presentan buenos avances, ello no debe parar.

Fotos: ANDINA.

¿Con el modelo económico actual, cuáles deben ser las medidas que se deberían adoptar para reducir drásticamente la pobreza?

Por las circunstancias de pandemia, hay espacio para la asistencia social directa y los programas sociales; siempre y cuando la responsabilidad fiscal no se vea comprometida. Sin embargo, el camino para un aumento significativo de las condiciones de vida pasa por cambiar el sistema laboral que tenemos. No es sostenible convivir con un 70% de informalidad y con una protección social atada al puesto de trabajo. La receta, propuesta entre otros por Yamada y Lavado, pasa por cambiar las reglas laborales, tributarias y de protección social. Desafío prioritario.

¿Qué ajustes haría usted a este modelo que ha dado buenos resultados durante más de 20 años, para lograr el objetivo de justicia y equidad económico-social?

Me parece que hay 3 cambios muy importantes: una reforma del Estado para modernizarlo, volverlo más eficiente y hacer frente a la corrupción; la reforma del mercado laboral mencionada en la pregunta anterior; y apuntar a mejorar la productividad de las empresas y trabajadores. A la par, no se deben descuidar las políticas macroeconómicas de estos años. Vale recordar que, si bien crecimiento no implica desarrollo, no es posible mejorar las condiciones de vida sin crecimiento económico.

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