Si piensa que habita simplemente cuatro muros y un techo se equivoca. Demande ese espacio que le permita ser quien quiere ser y conectarse con este maravilloso mundo, que para ello fue creado.  

Por Guillermo Emanuel Pressiani. 18 mayo, 2021.

Para introducir este tema, necesito hacerle una pregunta… ¿piensa usted que habita simplemente un espacio físico? Si la respuesta es sí, permítame tomarme el atrevimiento y decirle que incurre en un grave error. Existe un proceso un tanto más complejo entre usted y lo construido. En realidad, usted habita la representación mental y la idea que surgen como producto del espacio físico circundante, de acuerdo a su escala de valores. Todo en una retroalimentación constante.

Vayamos a un ejemplo. Usted bien podría argumentar en este momento, usted está bajo un techo, y que como tal, es un hecho físico concreto y punto. Pero lo que se trata de señalar aquí, es que en el mero proceso de percepción de dicha realidad (en este caso la del techo) el ser humano acuña en su mente, representaciones o imágenes cuyos significados están dados por los valores acuñados por su memoria pasada. Y si piensa que no es así, suponga ahora usted que le digo que ese techo que esta sobre su cabeza, tiene varios de sus componentes oxidados y que silenciosamente está al borde del colapso. Muy probablemente sienta que ya no está habitando ese espacio, sino más bien, que está en una grave situación de riesgo. La realidad física sigue siendo la misma, solo hemos cambiado la idea asociada al techo. Reemplazamos la idea de protección por la de arma letal.

Campos como la psicología, la neurología, el arte y, sobretodo, la arquitectura, han logrado notables avances en este tema a lo largo del siglo pasado, permitiendo observar cómo la formación interna de imágenes a partir del entorno percibido es lo que guía las emociones del sujeto retroalimentando “su visión de la realidad”.

Pero lo que me interesa compartir aquí es el avance científico concreto logrado en materia de neurofisiología y arquitectura por el PhD. Arq. Julio Bermúdez en Estados Unidos. Durante los últimos quince años Bermúdez, se ha dedicado a investigar cómo verdaderas obras de arquitectura son capaces de producir experiencias extraordinarias y transportarnos a estados superiores de consciencia, comparable a los máximos estados meditativos logrado en diferentes religiones. Como parte de su estudio Bermúdez ha analizado la actividad cerebral de diferentes personas con tomógrafos computados al percibir verdaderas obras arquitectónicas, y las ha contrastado con la actividad cerebral generada por construcciones banales. En su análisis, Bermúdez ha podido constatar cómo verdaderos logros de la arquitectura generaron una reducción considerable de ansiedad, mayor presencia, y un menor diálogo interno (ruido mental).

En otras palabras, lo que ha podido verificar Bermúdez, es que esa conjunción de muros, ventanas, puertas, jardines que están ante usted podrían tener la capacidad de reducir la ansiedad, los pensamientos molestos, estimular la integración sensorial del cuerpo, agudizar la absorción perceptiva y las operaciones no-evaluativas. Lo cual implicaría reforzar el sentido corpóreo de “estar” en ese tiempo y lugar.

Esta teoría cobra mayor relevancia si se la contextualiza en el marco de la avanzada lograda por teorías como la Bioneuroemoción, la cual defiende que el origen de las enfermedades no es biológico, sino emocional; y el Diseño Basado en la Evidencia aplicado en centros de salud, la cual ha verificado ya el impacto positivo de recursos de diseño en la recuperación física de personas en centros de salud. El hallazgo de Bermúdez constituye un verdadero aporte para entender cómo la arquitectura (y no la simple construcción), promueve ámbitos de bienestar emocional capaces de anticipar la generación de enfermedades.

Es por esto y por todo lo mencionado anteriormente que le digo: si piensa que habita simplemente cuatro muros y un techo se equivoca. Demande ese espacio que le permita ser quien quiere ser y conectarse con este maravilloso mundo, que para ello fue creado.

Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.

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