20

Nov

2025

ENTREVISTA

Psicología y tecnología: ¿cómo cuidar la salud mental en tiempos del ChatGPT?

  • Inicio
  • Humanidades
  • Psicología y tecnología: ¿cómo cuidar la salud mental en tiempos del ChatGPT?

En una era donde la IA gana espacio en cada aspecto de nuestra vida cotidiana, surgen preguntas sobre los límites entre la tecnología y las emociones humanas. La magíster Laura Vargas responde a algunas de ellas.

Por Dirección de Comunicación. 20 noviembre, 2025. Publicado en Diario Correo, el jueves 13 de noviembre de 2025.

Cada vez más, plataformas como el ChatGPT son consultadas para estudiar o trabajar; y, también, para buscar orientación, consuelo o compañía. Antes este escenario, la psicóloga y magíster Laura Vargas, vicedecana del programa de Psicología de la Universidad de Piura (UDEP), advierte que el uso excesivo de la tecnología puede generar aislamiento emocional y debilitar las relaciones humanas. Asimismo, habla sobre los riesgos, desafíos y oportunidades que plantea la inteligencia artificial para la salud mental.

Magíster Vargas, ¿cómo está impactando la tecnología en nuestra forma de relacionarnos y comunicarnos?
Vivimos en una época donde la tecnología nos acompaña incluso en los momentos más personales. Sin embargo, esa conexión constante ha generado una paradoja: estamos más conectados, pero menos comunicados. El auge de herramientas como ChatGPT y otras plataformas de inteligencia artificial ha hecho que las personas busquen respuestas rápidas, pero a costa de perder la oportunidad de conectarse emocionalmente.

 ¿A qué se refiere con esa pérdida de conexión emocional?
Se refiere a la generación de vínculos de confianza, que nos permiten conectar a un nivel profundo con los demás. Son esas relaciones donde somos nosotros mismos, completamente.

¿La inteligencia artificial influye de alguna manera en estos vínculos?
Si no se utiliza bien, sí puede influir. Por ejemplo, uno de esos ámbitos de influencia, es la reducción en la frecuencia con la que buscamos a los otros para que nos ayuden o aconsejen. Así, cada vez es más común que alguien le pregunte a la inteligencia artificial qué debe hacer en alguna situación determinada, o sobre sus decisiones en general. Un chat puede ofrecer información o datos, pero no empatía ni contención emocional. Cuando las personas reemplazan el diálogo humano por la conversación con una máquina, se aíslan afectivamente.

¿Quiénes son los más vulnerables a este fenómeno?
Todos somos vulnerables; sin embargo, haría énfasis -principalmente- en los jóvenes. Estamos viendo una generación hiperconectada, pero con dificultades para expresar lo que siente. Muchos buscan en la tecnología orientación o consuelo, lo que puede convertirse en una forma de aislamiento emocional. La inmediatez de la tecnología no debe reemplazar el acompañamiento humano ni la reflexión personal.

 En el caso de Piura, ¿cómo se refleja la situación de la salud mental?
Piura refleja un problema nacional. En los Centros de Salud Comunitaria de Piura, sabemos que se cuenta con recursos para cubrir alrededor del 40 % de la demanda en atención psicológica y psiquiátrica. Tras la pandemia, las consultas en salud mental se dispararon y no hemos logrado estabilizarlas. Tenemos más diagnósticos y más conciencia, pero menos capacidad de respuesta. Necesitamos más profesionales y una red de prevención que empiece desde los colegios.

 ¿Qué factores están agravando los problemas de salud mental en la región?
Estamos viendo un incremento preocupante de casos de depresión e ideas suicidas entre adolescentes y jóvenes. Esto se debe al estrés, la inseguridad ciudadana y la falta de espacios de escucha. No basta con sensibilizar; hay que intervenir con equipos multidisciplinarios y programas de prevención sostenibles.

 ¿Qué papel juega la inteligencia artificial en este contexto? ¿Es una aliada o una amenaza?
Puede ser ambas cosas. La IA ofrece ventajas en el análisis de datos, diagnósticos o gestión de información, pero su uso en el campo psicológico debe tener límites éticos y supervisión profesional. Hoy hay pacientes que consultan más lo que dice un algoritmo que en su propio terapeuta, y eso es peligroso. ChatGPT no puede diagnosticar ni tratar, porque no tiene el contexto humano ni la responsabilidad clínica de un profesional.

Entonces, ¿cómo debería usarse la inteligencia artificial en psicología?
Como una herramienta complementaria. Puede ayudar a analizar tendencias o mejorar procesos administrativos, pero nunca sustituir la relación terapéutica. La tecnología puede asistir, pero la empatía y la escucha siguen siendo insustituibles.

Queremos psicólogos que comprendan ambos mundos: el digital y el humano. Que conozcan las herramientas tecnológicas, pero que nunca pierdan la mirada humana. En tiempos de inteligencia artificial, cuidar la mente y las emociones sigue siendo un trabajo profundamente humano.

¿Qué está haciendo la Universidad de Piura frente a estos desafíos?
La UDEP ha incorporado estos temas en el nuevo plan de estudios de la carrera de Psicología, que se dictará oficialmente en Piura a partir de 2026. El objetivo es formar profesionales con una sólida base científica, ética y tecnológica, capaces de enfrentar los retos de la salud mental en el mundo digital.

Comparte: