En el Congreso Icomta 2025, docentes de la Facultad de Comunicación expusieron un estudio sobre el uso ético de redes sociales en adolescentes, resaltando la urgencia de fortalecer la alfabetización mediática y la competencia del autocontrol.
Por Aisa Serrano Caballero. 26 septiembre, 2025.Del 2 al 4 de septiembre, la Universidad Austral de Chile fue sede de la V Conferencia Internacional de Comunicación y Tecnologías Aplicadas (Icomta 2025), un espacio académico que reunió a investigadores de diversos países para debatir sobre comunicación digital, alfabetización mediática y tendencias en investigación aplicada.
En esta edición, la Universidad de Piura estuvo representada por el doctor Tomás Atarama Rojas y los magísteres Henry Palomino Moreno y Lucía Anastacio Coello, quienes participaron junto con la doctora Beatriz Feijoo Fernández, de la Universidad de Villanueva (España). Los investigadores presentaron la ponencia “I acknowledge the negative effects, but being on social media is worth it to me: A study on self-control of minors as content consumers on social networks”.
Un estudio sobre autocontrol y redes sociales
La investigación tuvo como objetivo analizar cómo los adolescentes ejercen la competencia ética en el uso de redes sociales, con especial atención en su capacidad de autocontrol frente a los contenidos que consumen. Para ello, se aplicó un método cuantitativo basado en encuestas a 582 adolescentes peruanos de entre 12 y 17 años, lo que permitió identificar la contradicción entre lo que saben sobre los efectos negativos de estas plataformas y la dificultad que encuentran para limitar su permanencia en ellas.
El doctor Tomás Atarama destacó que la alfabetización mediática en menores debe asumirse como un desafío urgente en el contexto digital contemporáneo, “ya que este público se encuentra aún en proceso de formación y requiere recursos que le permitan relacionarse de modo positivo y constructivo con las redes sociales”. El investigador subrayó que este proceso no se reduce a brindar información, sino que debe orientarse a consolidar hábitos de autocontrol que favorezcan un uso sano de la tecnología en el proyecto de vida de cada adolescente.
En la misma línea, la doctora Beatriz Feijoo resaltó la importancia de enseñar a los menores a identificar las intenciones detrás de cada contenido digital. “Muchas veces, esa intencionalidad es comercial. Trabajar en esa competencia ayudará a que el uso de las redes sociales sea un uso consciente y crítico”, sostuvo.
El desafío de los algoritmos
Uno de los principales hallazgos de la investigación fue que los algoritmos intensifican la exposición a contenidos atractivos, lo que dificulta que los adolescentes interrumpan su consumo. Ante este escenario, la magíster Lucía Anastacio señaló que el autocontrol es una competencia necesaria al relacionarse con entornos que personalizan el contenido y presentan lo más atractivo, a través de los algoritmos. “Esta competencia es incluso más urgente en públicos vulnerables, como los menores”, destacó.
El magíster Henry Palomino complementó esta idea al remarcar que los jóvenes suelen permanecer conectados a las redes sociales, incluso cuando saben que el contenido no les aporta valor. “Esto exige pensar en su formación a nivel actitudinal y de hábitos”, añadió.
Implicancias educativas y familiares
Los resultados del estudio evidencian que los adolescentes tienen conciencia de los efectos nocivos del uso excesivo de redes sociales, pero carecen de herramientas para transformar ese conocimiento en prácticas sostenibles de autocontrol. Por ello, los investigadores recalcaron que padres y educadores desempeñan un papel decisivo en la formación de hábitos digitales saludables, fomentando tanto el discernimiento como el desarrollo de competencias críticas frente a los entornos virtuales.











