10

Abr

2023

Artículo de opinión

El Niño o San José, meteorología popular piurana

No basta reconstruir, hace falta construir una nueva infraestructura, que soporte más lluvias. La NOAA de USA indica que la actual condición del mar es de “Niña”, y, para mayo cambiará a El Niño.

Por Ernesto Gallo. 10 abril, 2023. Publicado en El Tiempo, el 6 de abril de 2023.

A inicios del 2017 había preocupación por la sequía y, repentinamente, empezaron a caer lluvias de intensidad en marzo, no tan fuertes como las del 83 o 98, pero el río Piura inundó parte del Bajo Piura y zonas de la ciudad.

Hubo un prepuesto para reconstrucción, con cambios (que no se sabe en qué se gastó), pero sí lograron cambiar a 5 directores de la ARCC en 6 años. En todo caso, así se hubiera reconstruido todo al nivel habido antes del 2017, las lluvias del 2023 nos harían el mismo daño.

No basta reconstruir, sino que hace falta construir una nueva infraestructura, que soporte más lluvias. La NOAA de USA indica que la actual condición del mar es de “Niña”, y, para mayo cambiará a El Niño; y, para diciembre del 23, una gran masa de agua caliente llegaría a la costa de Sudamérica, causando grandes lluvias.

Las grandes lluvias de marzo del 2017 y este año nos señalan nuevamente dónde debemos trabajar y construir, no reconstruir, una infraestructura adecuada a esta realidad recurrente.

El nombre de El Niño viene de la creencia popular piurana de que, hacia Navidad empezaba a llover gracias al Niño Dios, lo cual era una bendición para nuestra desértica tierra. El aumento del caudal del río era recibido con “camaretas y cuetes” en el Puente viejo. Posteriormente, las obras de irrigación nos llevaron a despreciar la lluvia, el agua nos debe llegar por canal o por tubería; y, construimos con techos planos.

Los dos fenómenos de grandes lluvias, que experimentamos en marzo en estos años, me traen a la mente otro fenómeno diferente, captado por la sabiduría popular piurana, las “Lluvias de San José”, cuya fiesta es el 19 de marzo.

Las lluvias de San José, del 2017 y 2023, nos enfatizan los puntos débiles en los que debemos trabajar, ahora que vendría un evento El Niño. No puede ser que no haya electricidad, internet, ni agua potable por varias semanas en ciertas zonas de la ciudad; este problema lo vivíamos antes de las lluvias. Este año, no se cumplirá otro dicho de la sabiduría meteorológico-popular piurana que señala “en abril lluvias mil, pero todas caben en un barril”.
Nuestras cuencas ya ciegas acumulan millones de barriles.

Tocaría una Construcción con Cambios Mayores. Bombeo eficiente de las cuencas ciegas, salida del río al mar, desagües funcionales, puentes que no colapsen, “ni se desplomen”; techos adecuados para poblaciones vulnerables, agua y desagüe, carreteras, etc.

Distritos como La Matanza y varios otros están mejor que el centro de Piura.
De la sociedad se espera mucha solidaridad. Y, para el Ejecutivo esta es una oportunidad política hacer obra, generar empleo y ganar prestigio al más puro estilo keynesiano.

Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.

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