04

Jul

2022

Artículo de opinión

Maestro por elección

Expresamos nuestra gratitud a todos los maestros que, con vocación profunda, han puesto su talento, su tiempo y su amor para hacer que cada niño progrese en sus potencialidades, con miras a construir un mejor Perú.

Por Moises Pariahuache. 04 julio, 2022. Publicado en El Peruano, el 2 de julio de 2022.

 

Cada uno de los maestros del presente, descubrieron su vocación en distintas circunstancias y momentos de su vida. Algunas investigaciones infieren que cuando más temprano se la descubre, hay más arraigo, más compromiso y mejor desempeño. El buen desempeño de los docentes es una situación que redunda en beneficio de la sociedad ya que la labor de un maestro se mantiene activa por más de 35 años.

Durante todos estos años de docencia, la labor del maestro incide directamente en la formación de miles de niños quienes, paulatinamente, irán asumiendo roles sociales que van configurando la cultura y las posibilidades de desarrollo social. Desde esa perspectiva, debe entenderse cuán estratégico es fomentar y apoyar la vocación por la docencia, afianzar la formación continua del profesorado y corresponder con gratitud a la entrega desinteresada de estos profesionales en su afán por sacar lo mejor de cada uno de sus estudiantes.

Todas las personas tienen una razón de ser y unos talentos, a partir de los cuales pueden vivir una vida con sentido. Los maestros se sienten realizados formando; la pasan bien enseñando y, sobre todo, gozan ayudando a que el estudiante aprenda. En una exploración sobre las motivaciones para la elección de la carrera, encontramos que los maestros en formación se deciden a elegir esta profesión, principalmente, por motivos trascendentes; es decir, por la convicción de que con su labor docente podrán hacer algo noble por otras personas e influir positivamente en el futuro de los niños; en segundo lugar, por motivos de carácter intrínseco, como el disfrute que obtienen enseñando y trabajando con niños. No obstante, el encuentro con esta pasión es muy distinto en cada historia personal.

Inés Temple, en el libro “Usted S.A.” celebra el hecho de haber descubierto a temprana edad su pasión, porque a partir de ese momento se dedicó a su cultivo. Al parecer, aunque la persona tenga habilidades para muchas actividades, está mejor dotada para algunas en particular; hay unas para las cuales siempre se tiene entusiasmo e iniciativa, sobre las que nunca se siente aburrimiento y tampoco se cansa de conocer. Por eso, los maestros de vocación nunca dejan de aprender y eso en sí ya es una gran lección para sus estudiantes y para cuantos les rodean.

Algunos maestros eligieron su carrera como primera opción y otros, es verdad, llegaron a esta por distintas circunstancias. Muchos no estaban muy convencidos, tenían un entorno muy disuasivo o priorizaron otros motivos; sin embargo, ya en el proceso formativo o en la práctica, lograron descubrir la riqueza de educar y del trabajo con niños y jóvenes; así, gradualmente a medida que van conociendo van amando la profesión. En este proceso, ayudan mucho las experiencias positivas, como el haber tenido un gran maestro en el colegio o conocer el día a día del algún pariente que vive con verdadero compromiso su misión educadora y la predica con el ejemplo.

En nuestro país, hay necesidad y posibilidad de mejorar el nivel y las condiciones del profesorado; empezando por una adecuada formación inicial. A modo de analogía, si para construir un edificio es evidente la necesidad de buenas bases, para una mejora real de la sociedad se requiere de un profesorado ampliamente formado; cada docente incide, en promedio, en 30 grupos distintos.

En las familias, al momento de pensar en la etapa escolar de los hijos, todos desean encontrarse con un buen maestro; no obstante, la idoneidad es fruto de un esfuerzo personal e inversión. Algunas iniciativas privadas han entendido esa necesidad de contar con maestros con formación integral y están financiando becas para que jóvenes con vocación para la docencia puedan lograr su anhelo. Sin lugar a duda, la rentabilidad social de tal iniciativa es de un valor incalculable.

En la década pasada, cuando se advertía la saturación del mercado laboral para el profesorado una directora de colegio hacia una interpretación desafiante: “Demanda laboral para buenos maestros hay ahora y siempre habrá”; lo cual es cierto. Ante un docente con talento, los niños se llenan de alegría, las familias mejoran su confianza en la escuela y la comunidad progresa por el trabajo prolijo de ese maestro.

Expresamos nuestra gratitud a todos los maestros que, con vocación profunda, han puesto su talento, su tiempo y su amor para hacer que cada niño progrese en sus potencialidades, con miras a construir un mejor Perú.

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