- Inicio
- Premio Campodónico
- 2025 | Ing. Giannina Ofelia Honorio Heredia
- Premio Campodónico
- 2025 | Ing. Giannina Ofelia Honorio Heredia
Discursos
Discurso del doctor Paul Corcuera, rector de la Universidad de Piura y vicepresidente del Consejo Directivo del Premio Esteban Campodónico
Ceremonia de Entrega del Premio Esteban Campodónico 2025
Discurso inicial
Dr. Paul Corcuera, rector de la Universidad de Piura
Excelentísimo Vice Gran Canciller de la Universidad de Piura, Padre Ángel Gómez-Hortigüela.
Estimado Dr. Robert Moniot, presidente del Consejo Directivo del Premio Esteban Campodónico y vicepresidente de Clover Foundation.
Dra. Susana Vegas, vicerrectora académica de la Universidad de Piura.
Dra. María Pía Chirinos Montalbetti, vicerrectora de Campus Lima.
Ingeniera Giannina Honorio Heredia, galardonada del Premio Esteban Campodónico 2025.
Dignas autoridades de la Pontificia Universidad Católica del Perú
Señores miembros del jurado y del Consejo Consultivo del Premio.
Señores miembros de la familia del doctor Esteban Campodónico Figallo.
Invitados que nos acompañan.
Señoras y señores,
Buenas noches.
Es un honor estar hoy aquí en esta trigésima primera edición del Premio Esteban Campodónico. Nos alegra profundamente entregar un reconocimiento que celebra contribuciones extraordinarias al desarrollo de nuestro país.
Agradezco a quienes nos acompañan en este auditorio y a quienes nos siguen de manera virtual. Asimismo, expreso mi felicitación y saludo especial a los galardonados de ediciones anteriores que nos acompañan hoy, cuya presencia es testimonio del sentido de comunidad que ha construido este Premio a lo largo de tres décadas.
Agradezco, también, la presencia del señor Juan Francisco Raffo y otros miembros de la familia Campodónico. Precisamente, este premio lleva el nombre del distinguido doctor Esteban Campodónico Figallo, médico pionero de la radiología en el Perú, profesor universitario y científico reconocido internacionalmente. La colaboración entre la Universidad de Piura y la Clover Foundation hace realidad su voluntad testamentaria.
A lo largo de estos años, el Premio Esteban Campodónico se ha consolidado como uno de los reconocimientos más prestigiosos que se otorga por el aporte al desarrollo y al bienestar social. Los galardonados con este premio simbolizan el trabajo incansable de personas e instituciones que luchan por construir ese Perú mejor, con el que también sueña nuestra flamante galardonada, la ingeniera Giannina Honorio Heredia.
Es muy gratificante, y nos alegra especialmente, que ella haya sido propuesta por la Pontificia Universidad Católica del Perú, una institución amiga, con la que nos une el compromiso común de formar profesionales al servicio de la sociedad. El visibilizar estas iniciativas extraordinarias, producto del talento y la formación que nuestras universidades forjan, enorgullece a ambas casas de estudio y fortalece nuestro propósito de formar profesionales comprometidos con la transformación del país.
La ingeniera Honorio recibe el premio en la categoría Actividad Profesional Destacada. Y, hay varios motivos que hacen que su distinción sea algo histórico para el Premio Esteban Campodónico:
En primer lugar, Giannina como la galardonada más joven en la historia del Premio, representa a una nueva generación de profesionales que están transformando el Perú desde la innovación tecnológica con profundo sentido social. Su juventud no es solo un dato biográfico, es un mensaje de esperanza: nos demuestra que es posible construir una carrera profesional de excelencia sin perder de vista el compromiso con los más necesitados.
Por otro lado, su trabajo tiene un alcance notable: más de 65 000 personas se han beneficiado de sus proyectos en salud, educación, medioambiente y accesibilidad. Como ya se comentará en el discurso de presentación, Giannina ha promovido Yapaykuy, por una cultura empresarial más inclusiva para personas con discapacidad, Tinnitus Perú, llevando tratamientos especializados a pacientes en zonas rurales, Incluedu, aprendizaje de lengua de señas con inteligencia artificial, y Kon, medidor ambiental que facilita el diseño de políticas públicas.
Sin embargo, lo que distingue a Giannina no es solo la cantidad de proyectos que lidera, sino la calidad humana con la que los ejecuta. Su metodología integra interculturalidad, accesibilidad y equidad como principios esenciales, e involucra a las comunidades beneficiarias en cada etapa. Esa es la verdadera innovación: tecnología con rostro humano, que escucha, que incluye, que transforma.
Nuestro fundador, San Josemaría Escrivá, nos decía siempre que había que soñar y nos quedaríamos cortos. Esto se evidencia de manera muy directa con el ejemplo de Giannina y los aportes de todos ustedes, que dedican su vida a transformar positivamente nuestra sociedad.
Muchas gracias.
Discurso de presentación del doctor Francisco Rumiche, decano de la facultad de Ciencias e Ingeniería de la Pontificia Católica del Perú
Discurso de presentación de la Ing. Giannina Honorio Heredia Ceremonia del Premio Esteban Campodónico 2025
Estimadas autoridades de la Universidad de Piura: estimado Vice Gran Canciller, padre Ángel Gómez-Hortigüela; querido rector, doctor Paul Corcuera; estimada vicerrectora de Campus Lima, doctora María Pía Chirinos.
Estimado doctor José Ricardo Stok, miembro del consejo directivo del premio, Estimados representantes de Clover Foundation y miembros del jurado.
Querida Giannina.
Colegas y amigos todos.
Es para mí un honor presentar a la ganadora del Premio Esteban Campodónico 2025 , en la categoría de Actividad Profesional Destacada: la ingeniera industrial Giannina Honorio Heredia.
Este premio, instituido para reconocer a quienes ponen su ser al servicio del país , encuentra en Giannina una expresión viva de su espíritu fundacional. Como lo señaló el jurado, ella, con su naturaleza emprendedora, ha logrado realmente poner la tecnología al servicio de la sociedad , combinando la excelencia técnica con una profunda vocación de servicio. Su labor, marcada por la innovación y la empatía, representa lo mejor del talento peruano comprometido con la transformación social.
Egresada de la Facultad de Ciencias e Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica del Perú , Giannina encarna los valores de integridad, rigor y sensibilidad que demandamos de las nuevas generaciones de profesionales. Su formación en ingeniería se ha nutrido con estudios en neurociencias en la Universidad Peruana Cayetano Heredia y en la Universidad de Miami , y se ha complementado con una vocación humanista que la ha llevado a unir ciencia, tecnología y compromiso ético en una misma causa.
A lo largo de su trayectoria, ha demostrado que la ingeniería no solo está para resolver problemas, sino también para generar oportunidades y promover el cuidado de los derechos. Su portafolio de iniciativas es amplio y ejemplar, destacando entre ellas:
Yapaykuy, la primera certificadora inclusiva del país , que ha transformado más de 300 organizaciones públicas y privadas, impulsando entornos laborales equitativos;
Tinnitus Perú, sistema pionero de teleterapia auditiva que permite a miles de pacientes de zonas rurales acceder a atención médica especializada;
IncluEdu, plataforma educativa basada en inteligencia artificial que traduce lengua de señas en tiempo real, democratizando su aprendizaje;
y KON, un innovador medidor ambiental que emplea inteligencia artificial para monitorear la calidad del aire y orientar políticas públicas en bioseguridad.
En cada iniciativa, en cada emprendimiento, en cada acción suya hay una convicción profunda: la tecnología tiene sentido solo cuando mejora la vida del ser humano.
Pero su historia no se limita a lo técnico. Giannina es también piloto, bombera voluntaria y escritora de cuentos inclusivos para niños con discapacidad visual y auditiva. Es, en toda la extensión del término, una polímata contemporánea , que ha sabido unir la precisión de la ingeniería con la calidez del servicio humano.
Su trabajo ha sido reconocido por instituciones nacionales e internacionales: el MIT Technology Review, Forbes Perú, la Royal Academy of Engineering del Reino Unido, entre otros.
El Premio Esteban Campodónico celebra hoy no solo a una profesional destacada , sino a una mujer que simboliza el cambio de época que vive el Perú : una generación que ve en la tecnología un instrumento para promover la equidad, una vía de inclusión y una herramienta para demostrar de manera concreta el amor al prójimo.
Giannina se convierte hoy en la persona más joven en recibir este reconocimiento y este premio, en sus tres décadas de historia. Este hecho nos invita, por un lado, a mirar el futuro con optimismo, y por otro a reflexionar sobre el importante rol que cumple este premio, como un estímulo para seguir promoviendo el compromiso de los profesionales con el desarrollo de nuestro país. Su ejemplo nos recuerda que el liderazgo no depende necesariamente de la edad , sino de la capacidad de imaginar, y en lenguaje ingenieril: concebir, diseñar, construir y gestionar un Perú mejor desde la innovación, la ética, y el compromiso.
En nombre de la comunidad académica y de todos los que creemos en la ingeniería al servicio de la humanidad, felicito a nuestra ingeniera Giannina Honorio Heredia , por demostrarnos que cuando el conocimiento se une con el corazón, la tecnología se convierte en una fuerza verdaderamente transformadora.
Muchas gracias.
Discurso de agradecimiento de la ingeniera Giannina Ofelia Honorio Heredia
DISCURSO DE GIANNINA HONORIO
CEREMONIA PREMIO ESTEBAN CAMPODÓNICO 2025
Buenas noches a todos los presentes.
Quiero comenzar agradeciendo primero a Dios por haber permitido estar todos aquí reunidos, también agradecerle por haberme puesto en el camino tantas oportunidades y darme la posibilidad de trabajar en cada una de ellas y sostenerme en las dificultades.
Quiero agradecer profundamente a mis padres por su amor incondicional, su orientación y los sacrificios que hicieron para impulsarme siempre hacia adelante.
A mi padre, de quien heredé la pasión por las matemáticas y la física, sus grandes especialidades, le debo también una forma de ver el mundo con curiosidad, lógica y sensibilidad. Con el tiempo comprendí que sus enseñanzas iban mucho más allá de las fórmulas y los números: me enseñó que el amor es la única fuerza capaz de trascender dimensiones del tiempo y el espacio. Hoy le envío un beso al cielo, con la certeza de que su legado sigue iluminando cada paso que doy.
A mi querida hermana, quien se encuentra en Bélgica cursando estudios de posgrado en Mecatrónica, mi más sincero reconocimiento y orgullo. Gracias por llenar mi vida de alegría y por recordarme siempre la importancia de la unión familiar, incluso a la distancia. A toda mi familia presente, gracias por ser ejemplo de valores, esfuerzo y perseverancia, y por acompañarme con amor en cada etapa de este camino. Y a mi esposo, quien por motivos de viaje no puede acompañarme físicamente, pero está conectado siguiendo esta ceremonia: gracias por tu apoyo constante, por tu paciencia inquebrantable y por ser mi fortaleza en cada desafío que enfrentamos juntos.
Gracias también al Dr. Mabres, por su guía y aliento, al jurado del Premio Esteban Campodónico, por ver en mi trabajo un valor a favor de nuestra sociedad, a la Universidad de Piura y a todo el equipo del HUB UDEP por el apoyo constante al desarrollo de emprendimientos femeninos y haberme acompañado desde antes de pandemia con distintos programas como el programa WISE que fortalecieron cada uno de mis pasos.
Agradezco profundamente a mi Alma Mater, la Pontificia Universidad Católica del Perú, por haber creído en el potencial de las jóvenes innovadoras, por impulsarnos a soñar en grande y demostrarnos que la ciencia y la tecnología también pueden tener rostro femenino y corazón peruano. A mi querida Facultad de Ciencias e Ingeniería, gracias por haberme formado con rigurosidad, disciplina y propósito. Por enseñarme que la tecnología no solo sirve para resolver problemas, sino para transformar vidas. Y gracias, sobre todo, por seguir acompañándome incluso después de egresar, celebrando cada paso de mi camino y alentándome a seguir construyendo un futuro donde el conocimiento sea sinónimo de servicio. Y a la familia del Dr. Esteban Campodónico, por honrar la visión de servicio y transformación de su legado.
A mi querida Benemérita y Centenaria Compañía de Bomberos B-21, expreso mi más profundo reconocimiento y gratitud. En esta gran familia, la vocación de servicio, la disciplina y el espíritu de hermandad siempre prevalecen, incluso frente a las adversidades. La Bomba 21 se mantiene firme y activa ante cada emergencia, demostrando una y otra vez que el honor, la entrega y la gloria son los verdaderos pilares que sostienen nuestra labor y nuestro compromiso con la vida.
Hoy recibo este reconocimiento con profunda gratitud y humildad, por la confianza y la expectativa que han depositado en mi trabajo. Me comprometo, con la misma pasión que me trajo hasta aquí, a trabajar muy duro para estar a la altura de esa expectativa, y seguir transformando realidades con innovación que sirva.
Desde que inicié este camino, una certeza me ha acompañado: la tecnología se vuelve poderosa cuando deja de ser fin en sí misma y se convierte en puente hacia el otro. Esa es mi misión: poner la tecnología al servicio de la sociedad.
Cuando uno estudia ingeniería, suele imaginar que su futuro estará lleno solo de cálculos, planos y máquinas. Pero cuando uno lleva todo eso a la práctica, descubre que la ingeniería también puede tener corazón.
Innovar no es solo crear cosas nuevas, sino crear valor para el prójimo, para la sociedad. Innovar es un acto de empatía profunda, porque para encontrar una solución verdadera, primero hay que comprender la necesidad del otro.
Es por ello que El que no innova para servir, no sirve para innovar. Porque no importa cuán sofisticada sea una tecnología, si no toca vidas o si no transforma realidades, no prospera.
Las nuevas tecnologías no son neutras. Y Si se diseñan sin considerar la diversidad humana, reproducen exclusión. Pero cuando se combinan con propósito, pueden transformar radicalmente la manera en que trabajamos, aprendemos y nos comunicamos.
Les quiero compartir un poco de mi camino, emprendimientos y aprendizajes que me dejó cada uno de ellos.
Primer aprendizaje: la ciencia debe escuchar antes de actuar.
Así nació Tinnitus Perú, un centro donde combinamos ingeniería biomédica y calidez humana para mejorar la salud auditiva de miles de personas. Hoy, más de 5,000 pacientes han recibido atención especializada en nuestros cuatro centros, que cada día abren sus puertas para quienes antes no podían escuchar plenamente el mundo que los rodea. Con cada diagnóstico y cada tratamiento, aliviamos los malestares del tinnitus y devolvemos algo más que el sonido: devolvemos calidad de vida, esperanza y conexión con los demás.
Segundo aprendizaje: la tecnología sin empatía no transforma.
Como bombera voluntaria, he sido testigo de cómo muchas mujeres sufrían lesiones al manipular mangueras y paños cargados de agua que pueden superar los 40 kilos de peso. Esa experiencia me impulsó a crear SELAMAT premiada y reconocida por la Real Academia de Ingeniería de Reino Unido, un sistema mecánico de asistencia que redistribuye el peso y reduce la carga física, haciendo esta labor más ergonómica, segura y accesible para todos. SELAMAT es un recordatorio de que la tecnología con empatía transforma realidades, y que la equidad también necesita diseño.
Tercer aprendizaje: la tecnología también construye comunidad.
Durante la pandemia, más del 60% del personal médico en países en desarrollo carecía de equipo de protección. En ese contexto, decidí actuar y lideré un voluntariado tecnológico descentralizado que permitió que profesionales de todo el país, desde sus propios hogares, fabricaran protectores faciales siguiendo los estándares de calidad del INACAL. Lo que comenzó como una acción personal imprimiendo escudos faciales en mis propias impresoras 3D pronto se transformó en un movimiento nacional. La necesidad era tan grande que salí a comunicar mi misión, y la respuesta fue abrumadora: más de 250 voluntarios se unieron para diseñar y donar más de 100,000 protectores faciales donados al Ministerio de Salud en los picos más altos de contagio en Pandemia Covid-19, además de las Cabinas de Bioseguridad “Esperanza”. Fue una experiencia que me enseñó que, cuando la tecnología se une al propósito, la esperanza se multiplica y los límites se desvanecen.
Cuarto aprendizaje: la tecnología empodera.
Junto a mi equipo, desarrollamos KON Medidor Ambiental, un sistema inteligente de sensores que monitorea en tiempo real la calidad del aire, los niveles de ruido, la radiación UV y otros factores ambientales que inciden directamente en la salud de las personas. KON es una innovación que utiliza una escala de colorimetría basada en los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para traducir datos complejos en información visual y comprensible para todos. Su propósito es acercar la ciencia a la ciudadanía, permitiendo que cualquier persona pueda entender, con solo un vistazo, el estado del entorno que la rodea. A través de una escala cromática sencilla y educativa, esta información se comparte de forma abierta con los ciudadanos, empoderándolos con datos que antes eran invisibles. En una ciudad como Lima, donde más de 2,300 personas mueren cada año a causa de la contaminación del aire según el MINAM, y en un mundo donde la OMS advierte que una de cada cuatro muertes está relacionada con factores medioambientales, la información se convierte en una herramienta de vida. KON también tiene un sentido profundamente personal. He visto en mi propia familia e incluso en mí misma los efectos del cáncer de piel, una de las consecuencias más visibles de la exposición ambiental. Por eso creo firmemente que todos tenemos derecho a vivir en ciudades limpias y saludables, pero ese derecho solo puede defenderse si se puede medir. Hoy, gracias al respaldo del Banco Mundial, KON Medidor Ambiental transforma los datos en poder ciudadano, ofreciendo una herramienta que impulsa decisiones más justas, sostenibles y conscientes. Porque, al final, no se puede proteger lo que no se puede medir, y la tecnología se convierte en el puente entre la conciencia y la acción.
Quinto aprendizaje: la tecnología rompe barreras invisibles.
Durante décadas, la enseñanza de la lengua de señas ha sido un privilegio, no un derecho. Los métodos tradicionales son lentos, costosos y poco accesibles. En el Perú, existen menos de 30 intérpretes oficiales para miles de personas sordas que necesitan comunicarse cada día. En una clase convencional, un solo instructor debe observar a 20 o 30 alumnos al mismo tiempo, corrigiendo uno por uno sus señas. El resultado: una hora de clase se fragmenta en segundos de atención por estudiante, y la fluidez nunca llega. Frente a esa realidad, junto a mi equipo creamos INCLUEDU, una plataforma pionera que combina inteligencia artificial y visión computacional para enseñar lengua de señas de manera personalizada, accesible y en tiempo real desde cualquier lugar del mundo. Nuestro instructor virtual está disponible las 24 horas, observa los movimientos de las manos del alumno a través de la cámara y ofrece retroalimentación instantánea y precisa. Gracias a ello, hemos reducido hasta en un 75% el tiempo necesario para alcanzar fluidez, democratizando el aprendizaje de la lengua de señas como nunca antes en la historia. Y por supuesto, INCLUEDU también nació para enfrentar una de las brechas más grandes en inclusión comunicacional: la diversidad de lenguas de señas. Cada país tiene su propio lenguaje, lo que significa que existen más de 300 lenguas de señas diferentes. Para un ser humano sería imposible aprenderlas todas, pero la inteligencia artificial nos permitió romper esa barrera y crear un puente universal de comunicación, acercando a personas sordas y oyentes sin importar el idioma ni el país. El impacto va más allá de la tecnología. Por primera vez, una madre puede aprender a comunicarse con su hijo sordo sin depender de horarios ni distancias. Por primera vez, la inclusión cabe en la palma de una mano. Esa es la verdadera revolución: cuando la tecnología no solo traduce lenguajes, sino que traduce amor.
Sexto aprendizaje: la tecnología llega tan lejos como la humanidad que la impulsa.
Inspirados por el éxito de INCLUEDU, nos embarcamos en una misión aún más grande: transformar a la sociedad en verdaderamente inclusiva, una donde la inclusión no sea una anécdota, sino una expectativa, un estándar de calidad, un sello de liderazgo y humanidad.
Así nació Certificadora Inclusiva Yapaykuy, con un propósito claro: acompañar a las organizaciones en su camino hacia la inclusión real, ayudándolas a integrar la empatía, la accesibilidad y la diversidad como parte estructural de sus procesos, no como un discurso.
Desarrollamos tecnología propia basada en inteligencia artificial y analítica de datos inclusivos para evaluar, capacitar y certificar a empresas en cinco dimensiones: accesibilidad comunicacional, digital, física, cultural y de talento.
Yapaykuy no solo mide, acelera la transformación interna de las instituciones para que cada decisión, cada interacción y cada experiencia estén pensadas para todos.
Vivimos una etapa de revolución tecnológica sin precedentes, donde la IA está redefiniendo industrias enteras, desde la educación hasta la banca, la salud y el transporte. Pero si en esa revolución no incluimos a todos, solo estaremos modernizando la exclusión.
Porque tecnología sin inclusión no es progreso; es desigualdad que agranda las brechas.
Según la ONU (2024), más del 15% de la población mundial —más de 1,200 millones de personas— vive con alguna discapacidad, y el 80% de las empresas en América Latina que dicen ser inclusivas no cumplen estándares mínimos de accesibilidad digital o comunicacional. Eso no es falta de voluntad, es falta de herramientas, de diseño, de visión.
Yapaykuy nació para cerrar esa brecha: ya más de 800 organizaciones en sectores como minería, banca, educación, salud y comercio han iniciado su ruta de certificación inclusiva. Y los resultados son tangibles:
- 80% de mejora en la atención al cliente con discapacidad,
- 65% más satisfacción interna entre colaboradores,
- e incremento en reputación de marca empleadora.
Recuerdo una tienda que nunca había atendido a una persona con discapacidad auditiva. Después de certificarse, no solo aprendieron lengua de señas: incorporaron a personas sordas en su equipo y cambiaron su cultura para siempre.
Hoy, Yapaykuy representa una nueva forma de entender la tecnología: no como una herramienta que divide, sino como un puente que une. Porque en esta era de inteligencia artificial, la verdadera inteligencia está en no dejar a nadie atrás.
Este camino me ha enseñado que innovar no es fácil.
Hacer prosperar iniciativas disruptivas en América Latina es un desafío constante y los emprendimientos se enfrentan a tasas de mortalidad de más del 90% en algunos países de la región como el nuestro. Hay momentos de oscuridad, incertidumbre y cansancio. Pero cuando el propósito es genuino, la fe se convierte en el mejor motor.
Creo profundamente que Dios nos manda a cada uno con una misión, y la mía es poner la tecnología al servicio de la sociedad.
Mientras esa sea Su voluntad, seguiré trabajando con fe, persistencia y esperanza.
Porque incluso cuando el camino parece imposible, recuerdo las palabras del Salmo 23:
“El Señor es mi pastor, nada me faltará.
En lugares de verdes pastos me hace descansar; junto a aguas de reposo me conduce.
Él restaura mi alma; me guía por senderos de justicia por amor de su nombre.”
Y es esa certeza la que me sostiene.
Hoy quiero que celebremos juntos la oportunidad de seguir construyendo un país y un mundo donde la tecnología tenga corazón.
Donde la innovación no sea un lujo, sino una herramienta para servir.
Porque mientras exista una problemática, habrá una oportunidad de transformarla con empatía, ciencia y fe.
Muchas gracias.
Discurso del doctor Robert Moniot, vicepresidente de Clover Foundation
Premio Esteban Campodónico, edición 2025
Discurso de Robert Moniot
Estimado Padre Ángel Gómez Hortigüela, vice gran canciller de la Universidad de Piura, Doctores Paul Corcuera García, José Ricardo Stok, y Antonio Mabres, miembros del Consejo Directivo y Consultivo del Premio Esteban Campodónico, señores del Jurado, ingeniera Giannina Honorio, doctores Eduardo Ísmodes y Francisco Rumiche, representantes de la Pontificia Universidad Católica del Perú, institución proponente, señoras y señores que asisten presencial o virtualmente, muy buenas noches.
Nos encontramos culminando la ceremonia de entrega del Premio Esteban Campodónico en el área de Actividad Profesional Destacada, edición 2025. A lo largo de los 31 años desde su primera entrega, el Premio Esteban Campodónico ha honrado y apoyado a 32 – ahora 33 – personas y 20 instituciones, reconociendo su destacada labor profesional y sus servicios directos a la sociedad peruana y a la humanidad. Hoy rendimos homenaje y aplaudimos a cada uno de nuestros premiados por su incansable trabajo y dedicación para hacer del Perú un país mejor.
Este año, la galardonada es la ingeniera industrial Giannina Ofelia Honorio Heredia, que dedica su trabajo a poner la tecnología al servicio de la sociedad, transformando la cultura empresarial peruana hacia espacios más equitativos y proporcionando ayuda directa a las personas con discapacidades, a través de las aplicaciones y servicios que brindan los emprendimientos que lidera. Hoy rendimos homenaje a ella, por su inestimable servicio a la sociedad peruana y a la humanidad. No obstante, más allá del reconocimiento que el Premio Esteban Campodónico otorga a Giannina Honorio, es su labor la que honra al Perú, con un ejemplo de servicio a los más desfavorecidos.
En esta ceremonia, no podemos dejar de recordar a aquellos que nos dejaron a lo largo de estos años, premiados, miembros del jurado y consejo directivo, cuyo legado prevalece en cada uno de nosotros.
Para mí, siempre es un gran placer venir al Perú y participar en esta ceremonia de entrega del Premio Esteban Campodónico. También es una grata oportunidad para ver y conocer a premiados de los años anteriores, algunos de los cuales asisten aquí hoy, y quienes han dedicado tanto de su labor a la sociedad peruana. Todos los premiados se encontraban en sus propias tareas de servicio antes de recibir el premio. Después de recibir el galardón, los ganadores del Premio Esteban Campodónico continúan promoviendo sus actividades y recibiendo reconocimientos por nuevos logros en sus trayectorias profesionales.
Por ejemplo, Walter Velásquez Godoy, premiado en el 2023 en el área de Actividad Profesional Destacada, fue reconocido en mayo de este año por La Comisión de Ciencia, Innovación y Tecnología del Congreso de la República por su aporte a la ciencia y la innovación en el Perú. También hace unos meses, la British Broadcasting Corporation, el servicio público de radio y televisión del Reino Unido, produjo un video de una entrevista con Juan Diego Flórez, fundador de Sinfonía por el Perú, organización premiada en el 2014 en el área de Servicios Directos a la Sociedad, que continúa transformando las vidas de jóvenes mediante la colectiva enseñanza de la música. El doctor Segundo Nicolás Seclén, presidente de la Asociación Latinoamericana de Diabetes y premiado en el 1998, continúa su labor en torno al conocimiento y tratamiento de la diabetes, y participó en el ‘Foro de Salud de Pública: el compromiso de Perú en la atención integral de la diabetes y la obesidad’, que tuvo lugar el mes pasado. Y en julio de este año, la arqueóloga Ruth Shady, premiada en el 2007, reveló el descubrimiento de Peñico, una ciudad de casi 3800 años en la provincia de Huaura, después de 8 años de excavación.
Tres organizaciones premiadas por servicios directos a la sociedad celebran aniversarios significativos en este año: Asociación de Voluntarias para Niños con Cáncer: Magia, premiada en el 2020, que cumple 15 años; Ángeles D1, organización premiada en el 2012, 20 años; y Aprendo Contigo, premiada en el 2009, 25 años.
Algunos de nuestros premiados también continúan su labor participando como parte del jurado en los últimos años: Selma Passalacqua en representación del Voluntariado del Hospital Larco Herrera, asociación premiada en el 2005; y Carla Cavassa, fundadora de Aprendo Contigo, son ejemplos de esa valiosa colaboración. Les agradecemos por su continuo compromiso.
Como representante de Clover Foundation, felicito nuevamente a Giannina Honorio. Confío que este reconocimiento resalta sus esfuerzos en favor de este país y sirva como estímulo para seguir con la misma dedicación y la satisfacción del trabajo bien hecho. Agradezco también a todos los que han contribuido al éxito de este evento.
Con estas palabras, declaro oficialmente clausurada esta edición del Premio Esteban Campodónico 2025, y damos inicio a la convocatoria para la edición 2026.
