Premio Esteban Campodónico

2004 | Dr. Antonio Brack Egg †

2004 | Dr. Antonio Brack Egg †

Fue biólogo y catedrático universitario nacido en Villa Rica en 1940. Se desempeñó como consultor en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, y dirigió el programa de televisión “La Buena Tierra”, que se transmitía a través del canal estatal. Tuvo en su haber, desde 1961, más de 150 artículos y 17 libros publicados sobre el tema de medio ambiente. A lo largo de más de cuatro décadas de labor, se desempeñó como docente en las áreas de medio ambiente y gestión de recursos naturales en las universidades de La Molina, San Marcos, Alcides Carrión (Pasco), San Martín de Porres y la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana (Iquitos). Se reconocen asimismo sus aportes para el establecimiento de áreas protegidas en el Perú, como el Coto de Caza El Angolo, Parque Nacional Cerros de Amotape (Piura), Reserva Nacional de Junín, Santuario Nacional de Huayllay (Pasco), Reserva Nacional de Paracas, entre otros.

Discurso

Discurso de bienvenida pronunciado por el Dr. Antonio Abruña, rector de la Universidad de Piura

Sr. Doctor Ralph Coti, de la Fundación Clover 

Sres. Miembros del Jurado 

Señores y Señoras presentes 

Mis felicitaciones, primero a los protagonistas, a los ganadores de estos Premios. A Lucía Claux, fundadora de la Asociación para la Rehabilitación Infantil excepcional y de la Fundación de Desarrollo Solidario, en su constante trabajo, creatividad e innovación a favor de los más desamparados. 

Nuestras felicitaciones también, al Dr. Antonio Brack, investigador y diversidad biológica del país. Precisamente, el doctor Brack dio hace dos años atrás la inauguración del año académico en la Universidad de Piura donde, así como en sus investigaciones, destacó las innumerables oportunidades de desarrollo que tiene Piura como región y el país en general. En distintos ámbitos ambos y los más de 80 candidatos, que fueron presentados a estos Premios han abocado a los demás algo valioso, su trabajo. Un trabajo que además reúne dos características relevantes, pero sobre todo humanas, corazón y servicio. 

La señora Lucía Claux y el doctor Brack han puesto sus capacidades, investigación y habilidades en el trabajo que realizan. Sin embargo, han puesto fundamentalmente su corazón, que es lo que anima al trabajo y lo hace multiplicar recursos y superar los momentos difíciles que nunca faltan. Y también el servicio, servicio que significa hacer sin esperar nada a cambio con un trabajo escondido y silencioso en un país con muchas necesidades como es el nuestro. Por esas dos cualidades es importante sacar a la luz pública estos trabajos para animarlos, aunque no lo necesiten y para que sirvan de ejemplo a los demás. Las necesidades que se viven en el país, las carencias y las desigualdades pueden ser combatidas con trabajo como los que realizan los ganadores de estos Premios.  

Precisamente, una lección que nos deja Lucía Claux y Antonio Brack, así como los que los han antecedido es que si queremos prosperar como personas y ayudar a tener un Perú cada vez mejor debemos empezar por trabajar bien. El efecto multiplicador que tendrá superará todas nuestras expectativas y esta es una de las revoluciones más positivas que podemos realizar cada uno de nosotros, es algo que está a nuestro alcance un trabajo bien hecho beneficia a otros siempre. 

Esta lección también se desprende de quien es el fundador de estos Premios, el doctor Esteban Campodónico Figallo y quien en vida supo conjugar una sólida carrera profesional con un afán de servicio que lo llevo a dirigir y a ser miembro de numerosas instituciones benéficas. Si queremos resumir su fructífera historia personal podríamos decir, en pocas palabras, que trabajó y sirvió bien. 

Quiero agradecer a quienes de diferente forma colaboran para ser posible los Premios Esteban Campodónico, especialmente a los miembros del jurado, quienes tuvieron la difícil tarea de escoger entre las más de 80 candidaturas que llevaron de distintas regiones del país. Y, además, agradecer a la Fundación Clover por la confianza depositada desde hace más de 9 años a la Universidad de Piura para organizar y conducir estos Premios. Es para la universidad, un orgullo organizarlos y esperamos continuar haciéndolo con el espíritu que nos guía, reconocer a quienes lo merecen y ayudar a desarrollar nuestro país. 

Muchas gracias. 

Transcripción del discurso del Dr. Antonio Abruña, rector de la Universidad de Piura.

Discurso de presentación pronunciado por el Sr. Jesús Sánchez, representante del Rotary Club de Camacho

Sr. Doctor Ralph Coti, director de la Fundación Clover de Nueva York. 

Sr. Antonio Abruña, rector de la Universidad de Piura. 

Sr. Doctor Antonio Mabres, presidente del Consejo Directivo de los Premios Esteban Campodónico Figallo. 

Señoras y señores, invitados especiales. 

Me siento honrado de dirigir la palabra a tan selecto auditorio en representación de Rotary Club de Camacho, institución que ha propuesto al ganador de este año del Premio Esteban Campodónico Figallo en el área de Actividad Profesional Destacada, mi amigo el doctor Antonio Brack Egg. Natural de Villa Rica, Oxapampa, bien peruano. 

Los rotarios siempre atentos a la convocatoria que, año a año la Fundación Clover de Nueva York y la Universidad de Piura realizan con el fin de premiar a personalidades e instituciones que trabajan en beneficio de la sociedad peruana en los campos de la ciencia, el arte, la cultura, la medicina, la docencia y el trabajo social, presentando como candidatos a prominentes profesionales e instituciones que por su sensibilidad social comulgan con el mismo ideal de servicio que profesa el Rotary. 

Estamos también ligados a los principios y objetivos de este concurso porque se sustentan en una similar vocación de servicio y desprendimiento de sus benefactores que fueron dos preclaros hombres que vivieron la misma época, en lugares distintos tuvieron la misma idea de estimular el progreso científico y de fomentar los auxilios humanitarios y de beneficencia. Por ello, en Rotary rendimos homenaje y rendimos homenaje a Ford Harry, fundador del movimiento Rotary internacional que nació en Wisconsin, ciudad situada a 100 km de la ciudad de Chicago en Estados Unidos de Norteamérica que vivió entre los años de 1868 a 1947, que con un grupo de amigos pudo hacer realidad el 23 de febrero de 1905 su aurero de crear su institución bajo el principio de la amistad, estimularon y fomentaron el ideal de servicio y que hoy constituye el Rotary International, institución más antigua de servicio con más de un millón 200 hombres y mujeres de buena fe que están presentes en 164 países, dispuestos a servir a la comunidad internacional convencidos de que en la amistad rotaria debe ser una hermosa ocasión para servir. 

En Rotary también rendimos homenaje al doctor Esteban Campodónico Figallo, que vivió entre los años 1866 a 1938, muchos de ellos en el Perú al que tanto amo. Poniendo a su disposición de los más necesitados su tiempo y sus bienes y dejando a su parte un fondo económico para distribuir adjudicaciones como la del día de hoy nos convoca. 

Este paralelismo de hombres e instituciones con vocación de servicio a la sociedad nos obliga a los rotarios del Perú a colaborar permanentemente con los organizadores de este concurso, presentando todos los años a los mejores exponentes del profesionalismo de nuestra sociedad. Como años anteriores, en 1997 el Rotary Club del Callao presentó a la Asociación de Cirujanos Plásticos- CIRPLAST, que obtuvo el Premio Esteban Campodónico en el área de Servicios Directos a la Sociedad. En ese año, por feliz coincidencia, con la celebración de los 100 años del Rotary International nos sentimos orgullosos de que el doctor Brack Egg, candidato del Rotary Club de Camacho haya obtenido merecidamente el Premio Esteban Campodónico. 

Particularmente, me siento honrado porque con el doctor Brack nos une una amistad por más de 30 años, de los cuales me ha permitido conocer de cerca su valiosa contribución al desarrollo sostenido del Perú, su aporte científico se contrae en 5 campos específicos: conservación de la Biodiversidad, difusión para el uso sostenido de los recursos naturales, difusión con la televisión, apoyo a comunidades rurales y docencia en formación de jóvenes. En lo que se refiere a la conservación de la biodiversidad peruana desde los 21 años de edad cuando publica sus primeros trabajos de la especie de la fauna peruana. Su contribución durante 43 años a la conservación y biodiversidad peruana ha sido muy amplia. 

Ha hecho los estudios y contribuido a los establecimientos de 12 áreas protegidas del país como Paracas, Cerro de Amotape, El Angolo, Uchubamba, Yanachaga, San Matías, San Carlos, Junín, Huayllay y Lachay. Ha investigado, por más de 40 años, la biodiversidad del Perú y ha publicado numerosos libros y artículos sobre sus usos y sobre su importancia.  

Durante 8 años de su vida, se ha dedicado a la conservación de las vicuñas de Pampas Galeras y en los andes peruanos. Durante 25 años, investigó el uso de 5000 plantas del Perú con las comunidades rurales. En lo referente para la difusión para el uso sostenido de los recursos naturales, el doctor Brack ha publicado 17 libros y más de 200 artículos sobre el buen uso de los recursos naturales destacando entre ellos el ambiente en que vivimos. Textos de consulta para maestros y alumnos sobre el ambiente y el buen uso de los recursos naturales, ecología de un país complejo, desarrollo del concepto de eco regiones del Perú, ubicado en España y el Perú; fauna del Perú: sobre la fauna y geografía del Perú, ubicado en España y Perú; Desarrollo sostenible de la Selva: un manual para el manejo de recursos en la Selva Central en cooperación con varios autores; Ecología del Perú, manual práctico de ecología del Perú, cuya primera edición ha sido agotada en los 5000 ejemplares que se editaron y se está imprimiendo la segunda edición. Este manual es solicitado ampliamente por los docentes del país. 

Diccionario enciclopédico de las plantas útiles del Perú, trata de 5000 plantas utilizadas en el Perú para 49 fines distintos. Obra preparada durante 27 años de investigación; Atlas indígena del Perú, comunidades y tierras tituladas. Ubicado por la Organización de las Naciones Unidas; Perú: 10 mil años de domesticación, trata de 182 plantas y 5 animales domesticados en el Perú; Frutas del Perú, trata sobre 623 especies de frutas del Perú. Editado por la Universidad San Martín de Porres; Biodiversidad, pobreza y bionegocios, publicado por el programa de la Naciones Unidas para el desarrollo trata de las potenciales de la biodiversidad para superar la pobreza en el Perú. 

En lo referente a la difusión por televisión, con el canal 9 del Estado y el pase del convenio entre Perú y Radio Televisión peruana ha difundido 14 programas especiales en la serie “La buena tierra”, en una hora de duración cada una y que son vistas por un millón de televidentes cada vez que se emite. Estos especiales de televisión abarcan la gama del uso sostenible de los recursos, las potencialidades del Perú y los esfuerzos de comunidades rurales en el buen manejo. 

En lo referente a apoyo a las comunidades rurales por su trabajo en el Perú y en el programa de pequeñas donaciones de fondo para el ambiente mundial presta apoyo técnico acerca de 30 comunidades rurales para implementar proyectos del buen uso de los recursos y lograr el valor agregado para mejorar sus ingresos. Estos proyectos se refieren al manejo de los algarrobales y de las cuencas humedales, alpacas sully, camélidos, etc. 

En lo referente a la docencia en formación de jóvenes ha contribuido a formar a jóvenes profesionales a través de la docencia en la Universidad Nacional Agraria de La Molina, Universidad Nacional Mayor de San Marcos y en la Universidad Alcides Carrión. En la actualidad, es docente del programa de maestría y posgrado en el Centro de Estudios Andino Bartolomé de las Casas en Cusco, en la escuela de Turismo y Hotelería de la Universidad San Martín de Porres. Continuamente, dicta conferencias para jóvenes en diferentes universidades sobre eco negocios y desarrollo sostenible. En el año 2003, llegó a cerca de 8000 jóvenes de diferentes universidades de Piura, Trujillo, Lima, Huancayo, Ayacucho, Cusco, Arequipa, Puno, Pucallpa, Tingo María. 

Cada día preside y contesta a numerosos correos electrónicos con inquietudes de jóvenes de diferentes partes del país que recurren a él para recibir consejos y orientaciones para dedicarse a implementar negocios ecoeficientes. 

Por estas razones, el Rotary Club de Camacho considero que el doctor Brack era un candidato merecedor al Premio Esteban Campodónico Figallo y nos alegramos de que nuestra propuesta haya sido recibida y tomada en cuenta. 

Muchas gracias. 

 Transcripción del discurso de presentación al Dr. Antonio Brack Egg a cargo del Sr. Jesús Sánchez Díaz del Rotary Club de Camacho.

Discurso de agradecimiento de Antonio Brack Egg, Premio Esteban Campodónico Figallo 2004

Sr. doctor Ralph Coti, director de la Fundación Clover

Sr. doctor Antonio Abruña, rector de la Universidad de Piura

Sr. doctor Antonio Mabres, presidente del Consejo Consultivo de los Premios Esteban Campodónico

Estimadas amigas y amigos

Al recibir el Premio Esteban Campodónico la primera palabra que aflora a mis labios es la de la gratitud y de las gracias sinceras al Rotary Club de Camacho, quienes me propusieron como candidato; a tantas personas buenas que apoyaron la candidatura; y a los miembros del jurado, que, a final de cuentas, son los responsables de este honor tan grande.

Un sentido recuerdo y homenaje al doctor Esteban Campodónico Figallo, ilustre médico italiano, quien llegó al Perú a los 13 años y estudió medicina en Lima. El doctor Campodónico nos dio una muestra de altruismo al dejar parte de su fortuna para premiar a peruanos que hayan realizado acciones a favor del país y de sus conciudadanos.

Esta actitud altruista es hoy muy rara en nuestro país, donde no es común reconocer el esfuerzo de ciudadanos que, con frecuencia, en forma silenciosa y por largos años, con mucho sacrificio, se empeñan en destacar valores, realizar acciones altruistas y de desprendimiento personal, y buscar salidas a los agobiantes problemas nacionales en los diversos campos.

En esta ocasión vienen a mi mente con mucha emoción tantas personas que a lo largo de 43 años de mi vida científica han sido como luces que se encendían a lo largo de la ruta y me guiaron por un camino plasmado de incertidumbres y de dificultades.

Mis padres, agricultores sencillos y apenas con educación primaria, fueron el soporte inicial. Mi madre, Cristina Egg, me contaba de muy niño cómo mi abuelo, Luis Egg, coleccionaba a principios del siglo XX decenas de especímenes de las selvas de Pozuzo para el Museo Británico en Londres. Esta tradición familiar se impregnó en mi mente y por primera vez escuché que las mariposas y otros insectos se coleccionaban en frascos con cianuro y que luego el abuelo los destruyó para que los hijos no sufrieran ningún daño.

Recuerdo a doña Narcisa, curandera yanesha de Villa Rica, que era la posta médica de mi madre, en una zona aislada y sin ayudas de afuera. Gracias a ella los ocho hermanos logramos sobrevivir, y de ella aprendí las primeras experiencias del uso de las plantas medicinales. La sabiduría ancestral de esta curandera aborigen me acompañó durante la vida y me enseñó que existe mucha ciencia y sapiencia en el campo y entre las personas sencillas.

Recuerdo la obra monumental de Antonio Raimondi, “El Perú”, que llegó a mis manos a los 12 años y donde afanosamente leí los viajes del ilustre sabio italiano y hasta hoy recuerdo uno de los párrafos donde da un consejo de enorme sabiduría: Jóvenes peruanos, dad tregua a la política y dedicaos a conocer vuestro país y los inmensos recursos que contiene.

Recuerdo que durante la educación secundaria tuve un profesor e ilustre botánico, Jaroslav Soukup, quien durante 25 años publicó la revista BIOTA y de la que hasta hoy tengo la colección completa. En esa revista a los 21 años tuve la dicha de publicar mis primeros artículos sobre el oso de anteojos y las comadrejas del Perú. Con él tuve ocasión, en mis vacaciones, de ir varias veces al campo, como ayudante de herbario, y aprender la botánica y el uso de muchas plantas por los pobladores rurales.

Al mirar hacia atrás vienen a la mente tantas personas con las que tuve la ocasión de compartir sufrimientos, alegrías, ideas e inquietudes. Recuerdo con gran emoción a don Bartolomé Torres, de la Comunidad de Santa Cruz, en la cuenca alta del río Huaura, cuando aquel 24 de mayo de 1974 hacíamos el censo de vicuñas y acampamos en la Cordillera. Al atardecer se veía en lontananza perderse las siluetas de los cerros y le pregunté: ¿Don Bartolomé, usted ha recorrido todos esos cerros y esas quebradas? Y él me respondió: Mucho cerro, poco tiempo. Allí comprendí que para conocer el Perú no alcanza una vida; se necesitan generaciones de peruanos.

Después de conocer casi todo el Perú y su maravillosa gente, y conocer otros 41 países y la Antártida, debo reconocer que he tenido la inmensa suerte de nacer, crecer y disfrutar del Perú, un país único, por sus posibilidades y por la bendición de la naturaleza, que a los peruanos nos ha servido una bandeja de diversidad de riquezas.

El Perú es un país maravilloso, donde desde hace 10 mil años se cultivan plantas y se crían animales, y que, en el transcurso de los milenios, con la paciente labor de las diversas culturas, se han domesticado 182 especies de plantas y cinco de animales, y donde en cada rincón se encuentra el tesonero trabajo y la enorme sabiduría de la gente, transmitiendo conocimientos, seleccionando variedades y razas, y luchando para que los logros de milenios no se esfumen ante el avasallador avance de la moderna biotecnología y los organismos modificados por la ingeniería genética.

Esas gentes rurales, que dieron al mundo la papa y la cura de la malaria, son hoy, por desgracia, despreciadas y están empobrecidas por la injusticia de nosotros los peruanos, que no sabemos apreciar el valor de sus logros y de sus conocimientos, y no nos damos cuenta de que, cuando disfrutamos de un choclo, de un ají, o de una chicha morada, estamos precisamente usando lo que sus ancestros hicieron y lo que sus descendientes de hoy atesoran con cierto temor y una gran incertidumbre.

Hoy nuestro país se debate en chismes y discusiones políticas sin rumbo ni horizonte, y lo que da una profunda pena es que los jóvenes quieren irse de la Patria, que los vio nacer, porque perciben que aquí no hay futuro.

Es reconfortante ver, cuando uno recorre el país, que existen muchos peruanos y muchas instituciones, que trabajan para construir un país mejor y transmitir conocimientos, principios y valores. Pero llama profundamente la atención que esos aspectos positivos no tengan el realce necesario y que los peruanos sepamos tan poco de aquellos que en silencio, pero con un profundo compromiso, van construyendo el Perú de mañana, que, sin lugar a dudas, va a ser mejor que el actual.

Pensemos y reflexionemos que al Perú lo estamos tratando mal y que nuestro país no se merece lo que está viviendo.

El Perú no se merece la contaminación creciente del aire, de las aguas y de las ciudades. No se merece que miles de niños en los centros mineros de Cerro de Pasco y de La Oroya tengan plomo en exceso en la sangre.

El Perú no se merece que los suelos del ande estén afectos a una enorme erosión y que eso significa más pobreza para la gente, como sucede en Huancavelica.

El Perú no se merece que nuestros bosques sean saqueados y que varias especies forestales valiosas sean cada vez más escasas, como sucede con la caoba.

El Perú no se merece que en los últimos 50 años se hayan extinguido 11 grupos aborígenes en nuestra Amazonía, y que sus conocimientos tradicionales hayan quedado sepultados para siempre.

Pero pensemos, también, que nuestro país ha obtenido logros gracias al esfuerzo de sus ciudadanos.

Hemos recuperado la vicuña, de cinco mil ejemplares en 1964 a más de 160 mil en la actualidad, y hoy somos el primer productor de la fibra más cara del mundo.

Hemos salvado de la extinción a la pava aliblanca en Lambayeque gracias al esfuerzo de Gustavo del Solar y de la Fundación Backus, y que hoy ejemplares nacidos en cautiverio han sido reintroducidos con éxito en Chaparrí y se están reproduciendo.

Hemos logrado establecer uno de los sistemas de áreas protegidas más destacables del mundo, que llega a casi 17 millones de hectáreas, y estas áreas son imprescindibles para conservar la biodiversidad del planeta y son un potencial enorme para el ecoturismo.

Las comunidades tradicionales rurales conservan y atesoran miles de variedades de papas, de maíz, de tomates, de granos andinos, de camote, de yuca y de 623 especies de frutales.

A pesar de las contradicciones y de los pesimismos, debemos estar convencidos de que el Perú es un país viable y que puede tener un enorme futuro como país de acuicultura, de plantaciones forestales, de manejo de bosques, de ganadería de camélidos andinos, de producción orgánica, de recursos genéticos y de ecoturismo con gente que mira al futuro con optimismo.

Como escribió Basadre, el Perú es al mismo tiempo problema y posibilidad. Los problemas están para ser solucionados juntando las manos, poniendo los hombros y buscando un futuro mejor con base en objetivos a largo plazo. Dejemos las discordias y las rencillas para ver el camino de nuestras posibilidades. Creo que es tiempo de que los peruanos pensemos en nuestras posibilidades y en nuestras potencialidades, y si hemos hecho ya cinco mapas de la pobreza, estamos frente al reto de hacer el mapa de nuestras riquezas y de nuestras potencialidades.

Hoy deseo, ante ustedes, agradecer al Gran Pachacámac, el hacedor de todo, por haberme permitido hacer algo por mi país, y confesarles que siempre he caminado sobre la delicada piel de la Pachamama, la Madre Tierra, con la delicadeza de un hijo para hacer el menor daño a la madre que nos da el sustento.

En esta ocasión, no me queda otra cosa que decir gracias; mirar hacia el futuro con una sonrisa de optimismo de ver un Perú mejor con el esfuerzo de los peruanos de buena voluntad; y asumir el compromiso de seguir trabajando con ahínco, porque muchos, muchos amigos, me apoyan y me siento rodeado de tanta gente buena.

Finalmente, quiero agradecer a Cecilia, mi compañera de tantas andanzas, por haberme apoyado con cariño, con comprensión y con paciencia tan grandes. Ella es una luz intensa que me ilumina a través de la angosta trocha de la vida.

Muchas gracias

Antonio Brack Egg

Premio Esteban Campodónico Figallo 2004

Actividad Profesional Destacada

Discurso de despedida pronunciado por el Dr. Ralph Coti, director de la Fundación Clover

Damas y caballeros, aquí presentes. 

El día de hoy, estamos premiando por décima vez a peruanos que, debido a su iniciativa, dedicación y esfuerzos han ayudado a la sociedad peruana. Los premiados de este año como los premiados tanto como los premiados de años anteriores han desarrollado sus proyectos y sus actividades con el fin de ganar el Premio Campodónico. 

Sin embargo, la sociedad reconoce que, no obstante, estas personas no trabajan con el objetivo de recibir un premio, es por eso que la sociedad les debe mucho. El doctor Campodónico era una persona que se dio cuenta de este deber de ayudar a la sociedad, todo lo que la sociedad debe a sus miembros y que han dado tanto de sí mismos para ayudar a todos. Como paréntesis, si les digo que el Premio Campodónico se hubiera establecido cuando el doctor Campodónico vivía, él merecía recibirlo dos veces por Actividad profesional destacada y también, por servicios directos a la sociedad. 

Hace 75 años, el doctor Campodónico concibió la idea de establecer un programa de premiación para peruanos que ayudan a la sociedad a través de su testamento. Dio casi todos sus bienes para establecer un fondo que actualmente permite otorgar los Premios Campodónico aquí en Perú. Sin embargo, como es natural el fondo primero tuvo que apoyar a su viuda, el doctor Campodónico murió en el año 1938 y su viuda murió en 1984. Se requirió más años para poder tener la aprobación de las cortes de New York para establecer el fondo y otro año adicional para el ciclo inicial en anuncios públicos para escoger a los premiados de la primera convocatoria en 1995. 

Estamos ahora cumpliendo 10 años consecutivos de entrega de los Premios Campodónico y tenemos un programa y un fondo para continuar indefinidamente en un futuro. Pero todo lo que tenemos actualmente comenzó con una idea en la mente de una persona muy generosa hace más de 75 años. Así una pequeña semilla bien sembrada y bien cultivada ha crecido convirtiéndose en algo muy grande. Por esa razón y entre otras, el doctor Campodónico merecía recibir el Premio Campodónico, pero, que todos nosotros también tenemos una semilla dentro y si cada uno de nosotros dedica sus esfuerzos a los demás. Por supuesto, después de concluir con nuestras obligaciones familiares en los 10 años que vienen, unas otras 4 o 5 personas que comparten hoy este recinto podrán recibir también el Premio Campodónico. 

Creo que la Universidad de Piura ha hecho mucho para asegurar el éxito del programa aquí en el Perú o continuar con el mismo simbolismo para hacer crecer el galardón. No tengo duda que, en los próximos 10 años, el fondo Campodónico continuará reconociendo a peruanos destacados que trabajan sin haber buscado honores y reconocimientos. 

Muchas gracias.

Transcripción del discurso de despedida a cargo del Dr. Ralph Coti, director de la Fundación Clover en 2004.

Lectura del Acta de Premiación pronunciado por la Lic. Silvia Guerrero, Secretaria Ejecutiva

Estimados miembros de la mesa que preside esta grata ceremonia. 

Estimados invitados que nos complace mucho compartir con ustedes este momento tan especial y cumplir así una vez más con la voluntad del doctor Esteban Campodónico Figallo. 

En esta décima edición de los Premios, compartimos además con ustedes nuestra satisfacción porque cada vez recibimos un mayor número de meritorias candidaturas que nos van llegando vía Internet o de manera directa desde diversos lugares del país a lo largo de las 10 semanas que dura el proceso de convocatoria. 

Al cierre del plazo de este año recibimos 83 candidaturas: 24 en el área de Actividad Profesional Destacada y 58 en el área de Servicios Directos a la Sociedad. Es para nosotros, una experiencia especialmente positiva conocer a través de las postulaciones el gran número de personas, asociaciones e instituciones que en medio de situaciones difíciles e incluso adversas mantienen viva, a través de los años, una decidida vocación de servicio desinteresado en nuestra sociedad. Una sociedad como la nuestra que es tan necesitada de solidaridad, esto se realiza desde las más diversas actividades: la educación, la salud, la investigación, la comunicación, las artes, el voluntariado. 

Nos descubre por un lado una faceta muy valiosa, la de la solidaridad y nos lleva inevitablemente a una reflexión de esperanza y optimismo por nuestro país y por nuestra gente. 

Agradecemos de manera especial, la decidida labor de los miembros del jurado que aceptaron con gran generosidad y ejercieron con gran entusiasmo y dedicación la ardua tarea de evaluar y seleccionar las candidaturas que fueron presentadas en esta décima edición. Nuestro más sincero reconocimiento por su valiosa colaboración pues, al igual que los integrantes del jurado que los precedieron nos otorgan el aporte fundamental para concretar la voluntad del doctor Campodónico y nos permiten hoy premiar trayectorias personales tan meritorias. 

Pasamos a leer el acta de premiación. 

Acta de sesión final y proclamación de ganadores de los Premios Esteban Campodónico Figallo 2004. 

Siendo las 9 de la mañana del viernes 16 de julio del año 2004, se reunieron en la sede de la Universidad de Piura en esta ciudad, los integrantes del jurado de la décima edición de los Premios Esteban Campodónico Figallo: 

  • Dr. Antonio Mabres, prorector de la Universidad de Piura quien presidio el jurado en su calidad de presidente del Consejo Consultivo. 
  • Dr. Jorge Chau, director del Radio Observatorio de Jicamarca. 
  • Ing. Enrique Agois, banquero y presidente ejecutivo de EPENSA. 
  • Empr. José Cavassa, miembro del consejo de Dirección del PAD. 
  • Ing. Luis Zapata Baglietto, catedrático de la Universidad Nacional de Ingeniería y ganador del Premio Campodónico 1999. 

Los miembros del jurado procedieron a cumplir la fase final deliberativa para elegir a los ganadores de la presente edición. 

Siendo candidatos finalistas en el área de Actividad Profesional Destacada: 

  • Dr. Walter Alva 
  • Dr. Antonio Brack 
  • Dr. Manuel Fernández Ibarguen 
  • Prof. Guimbert Chero 
  • Dra. Violeta Sara- Lafosse 

Y, en el área de Servicios Destacados a la Sociedad: 

  • ADAINEN, la asociación de voluntarias del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas. 
  • AVOLINS, Asociación de Voluntarias del Instituto Nacional de Salud del Niño. 
  • Fundación Oftalmológica del Norte, de Piura. 
  • Sra. Lucía Claux de Tola 
  • Programa Casas del Niño de la Parroquia Virgen de Nazareth de El Agustino. 

Luego de la deliberación y la votación correspondiente, el jurado eligió como ganadores de los Premios Esteban Campodónico Figallo edición 2004 a los siguientes candidatos: 

Área Actividad Profesional Destacada: 

  • Dr. Antonio Brack Egg 

“Por su trabajo infatigable en la investigación y difusión de la biodiversidad del Perú y del manejo sostenible de los recursos naturales”. 

Área de Servicios Directos a la Sociedad: 

  • Sra. Lucía Claux de Tola 

“Por su espíritu de servicio y su constante labor para convocar y concretar apoyo a favor de personas más necesitadas, sobre todo de aquellas que padecen discapacidad”. 

Lima, viernes 16 de julio del año 2004. 

A los premiados y a sus proponentes nuestras más sinceras felicitaciones. 

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