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2025

Tras el estreno simultaneo de las películas nacionales Chavín de Huántar: el rescate del siglo y La habitación negra, las audiencias digitales generaron conversación mediática favoreciendo a una de ellas y perjudicando a otra.

Por Jubitza Morales Lozada. 24 noviembre, 2025. Publicado en Semanario El Tiempo, el 23 de noviembre de 2025

Este contraste ha evidenciado que el cine peruano, aún en búsqueda de una identidad sólida, se expone y vulnera ante la rapidez con la que ‘el boca a boca’ puede definir el éxito o fracaso de las producciones nacionales.

Al respecto, la magíster Diana Hernández, docente de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Piura, comenta que la competencia entre producciones es positiva: “Que les toque competir a las dos películas no es malo, es una competencia sana para que no haya monopolio”.

“El boca a boca ha sido decisivo; fue lo único con lo que La habitación negra podía jugar sus fichas. Sin embargo, lo que debía impulsarla terminó perjudicándola”, afirma. Asimismo, sobre esta película, menciona: “el público peruano es una audiencia dura de roer, y si el discurso de quienes encabezan la promoción es desafiante o malinterpretado, puede provocar el efecto contrario. En vez de atraer, aleja”.

Cine nacional en formación

Para la docente de la UDEP, el contraste entre ambas películas no solo muestra el impacto del ruido mediático sino, también, una verdad más profunda: “el cine peruano aún está construyendo su propio camino. Tenemos un cine que está en formación, que continúa siempre en formación”. Agrega que, aunque la producción del cine peruano cuenta con talento humano y gran creatividad, necesita otros incentivos como el apoyo de las instituciones y del Estado Peruano.

Fuente: DAFO

Por otra parte, refiriéndose al contenido audiovisual peruano, Hernández subraya que el desconocimiento del público “no es responsabilidad de la audiencia, sino de la limitada exposición que reciben las producciones locales”, pues “mucha gente no se está enterando de lo que sucede porque su idea de cine peruano se limita a lo que llega a las carteleras”.

Esta desconexión también influye en el modo en el que se recibe una película incluso antes de verla. En La habitación negra, el prejuicio estético, el discurso de su guionista (Yiddá Eslava) y las reacciones en redes sociales aceleraron su salida de las salas, dejándola con un aproximado de 24 000 espectadores. En contraste, la narrativa histórica y el sentimiento nacional impulsaron el interés por Chavín de Huántar desde el primer día; y, aún se mantiene en múltiples salas del país y se ha posicionado como la película nacional más vista del 2025: Ha superado el millón de espectadores y se ha convertido en la séptima producción peruana más taquillera de todos los tiempos.

Apoyo del Estado                                                                  

La docente de la UDEP destaca que la industria cinematográfica nacional requiere de un respaldo estructural para consolidarse. “Si no tenemos un sistema que avale las historias que queremos contar y les dé importancia, no tendremos una industria fuerte”, advierte.

Hernández insiste en que el fortalecimiento del cine nacional depende de una relación conjunta entre creadores, instituciones culturales, Estado y audiencias. Además, invita al público a participar activamente en el consumo de contenido nacional. “Hay cine para todos. Se trata de abrir espacio para que nuestras historias sean contadas y escuchadas”, concluye.

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