Ignacio de Ribera-Martín, filósofo especializado en Aristóteles y en el diálogo entre fe y razón, dirigió la conferencia: “La apertura filosófica a la fe en la inmortalidad del alma en Aristóteles”, en el coloquio de Filosofía.
Por Luis Delgado Rivadeneyra. 10 octubre, 2025.
La conferencia del sacerdote y filósofo, docente de la Catholic University of America (EE. UU.), fue la primera del XIX Coloquio de Filosofía, “La actualidad de la metafísica y la cuestión de Dios”, organizado por el Departamento de Filosofía de la Universidad de Piura.
En su ponencia, De Ribera-Martín refirió que el pensamiento del estagirita sigue ofreciendo una base sólida para dialogar con las verdades de la fe cristiana. Asimismo, destacó que el magisterio de la Iglesia ha recurrido con frecuencia a la antropología aristotélica para esclarecer verdades fundamentales sobre el alma humana. En particular, subrayó que, según la fe católica, el alma está esencialmente y directamente unida con el cuerpo, es inmaterial, racional e inmortal. Estas características, señaló, no son ajenas a la filosofía de Aristóteles, que ofrece una comprensión unitaria del ser humano como compuesto de alma y cuerpo.
De Ribera-Martín explicó que, aunque Platón y Aristóteles coinciden en afirmar la racionalidad y espiritualidad del alma, el enfoque dualista del primero resulta incompatible con la visión cristiana de la persona como unidad de alma y cuerpo. “El pensamiento aristotélico, que concibe al ser humano como una unidad sustancial de cuerpo y alma, ha sido preferido por el magisterio para defender y definir verdades del alma esenciales a la fe. Esta perspectiva evita separar el alma del cuerpo y resalta la dignidad del ser humano como totalidad”, afirmó el filósofo.
Asimismo, sostuvo que, lejos de cerrar la puerta a la trascendencia, la antropología de Aristóteles deja abierta la posibilidad de la inmortalidad del alma. A través de un análisis del tratado De Anima, de Aristóteles, De Ribera-Martín mostró que algunos pasajes del filósofo griego permiten pensar que el alma racional posee una naturaleza incorruptible, capaz de subsistir incluso separada del cuerpo. Esta apertura, dijo, fue desarrollada posteriormente por pensadores cristianos como Santo Tomás de Aquino.
En su exposición, también resaltó la figura de Juan Filópono, filósofo de Alejandría del siglo VI d.C, quien interpretó que Aristóteles defendía la inmortalidad del alma. Indicó que, al igual que Santo Tomás, logró demostrar la inmortalidad del alma humana sin abandonar los principios aristotélicos y mantuvo la unidad entre cuerpo y alma que caracteriza al pensamiento del estagirita.
Como conclusión, aseguró que el pensamiento aristotélico constituye una auténtica “puerta abierta” para el diálogo entre la razón filosófica y la fe. “Toda verdad, incluso la hallada por los filósofos paganos, es ya una puerta hacia la verdad plena revelada por Cristo”, afirmó. Finalmente, invitó a los participantes del coloquio a redescubrir el valor actual de la metafísica y su papel en la búsqueda de sentido del ser humano.
Datos de interés
Los tradicionales coloquios bienales de Filosofía los organizaban, inicialmente, los doctores Luz González y Luis Eguiguren, quien los continuó impulsando con la colaboración de la doctora Genara Castillo y otros docentes de la Facultad de Humanidades.
En la edición de este año, participaron tres conferencistas internacionales de alto nivel: los doctores Ignacio De Ribera-Martin, Rogelio Rovira y Eleonore Stump (los dos últimos de modo virtual).
Asimismo, hubo cuatro mesas temáticas en las que intervinieron 9 profesores del Departamento de Filosofía de la UDEP; y, estuvieron en línea participantes de la Universidad de Navarra y de la Universidad Internacional de La Rioja, vinculados a las redes de investigación de docentes de la Universidad de Piura.
