Gran pesar y dolor hubo al conocer la noticia de la muerte de Jorge Yaksetig; sin embargo, al recordar su sonrisa, serenidad y la bondad que transmitía tenemos la seguridad de que descansa en paz.
Por Elena Belletich. 05 junio, 2023.Y, es que Jorge Arturo Yaksetig Castillo, como resume muy bien el doctor Edilberto Vásquez, colega, amigo, también docente de la Facultad de Ingeniería, “era un hombre muy humano, que sabía escuchar, se interesaba mucho en los problemas de los alumnos, correspondía con su responsabilidad, su buen humor, y sobre todo con un compromiso por sacar adelante el departamento de Ingeniería Mecánico Eléctrica”.
Jorge era ingeniero y máster en Ingeniería Mecánico Eléctrica (IME), profesor de pre y posgrado de la Facultad de Ingeniería, con más de 25 años de experiencia en temas relacionados con el mantenimiento industrial. Y, hasta su partida, era el director del Departamento de Ingeniería Mecánico Eléctrica.
“En los diversos ámbitos del trabajo que hemos podido compartir, siempre me ha llamado la atención la calma de Jorge ante las complicaciones. Una de las frases que más le he escuchado repetir es ‘busquemos una solución’. A veces se lograba encontrar; pero, si no era posible, no lo he visto agobiarse. Era un profesor con muchos deseos de aprender y hacer cada día más cosas esforzándose para llegar a todo, en la medida de lo posible”, comenta la doctora Rosalba Guerrero, quien también destaca de él “su paciencia con los alumnos y sus esfuerzos por facilitarles el aprendizaje sin recargarlos con demasiadas tareas”.
Respecto a su dedicación y eficiencia en el trabajo, el doctor Vásquez da un ejemplo de ello: “Tuvimos la oportunidad de trabajar juntos en la dirección del departamento. Especialmente lo recuerdo en un trabajo muy bien hecho para lograr el licenciamiento ante el Sineace. Puso mucho empeño y entrega. Gracias a él, me permito decirlo, logramos ese licenciamiento”.
Tanto en los años en los que se desempeñó como jefe de Mantenimiento y Portería de la UDEP (1995 a 1999), como en sus labores de docencia e investigación, mostró rasgos que, quienes lo trataron recuerdan con cariño y gran respeto, como su sonrisa, amabilidad, su trato amable, humano, su preocupación por los demás.
Asimismo, se preocupaba siempre por prepararse profesional y espiritualmente, para dar lo mejor de sí a sus estudiantes, a la universidad y a su amada familia (su esposa Luz Aurora y a sus hijos Luigie, Valery y Luciana). “Aunque era muy competente profesionalmente, siempre estaba estudiando para mejorar su desempeño profesional: me animó a iniciar un grupo de investigación sobre Inteligencia Artificial aplicada al Mantenimiento en Ingeniería, y estaba estudiando Gobierno de personas, por un cargo que acababa de asumir. Además, estaba muy interesado en mejorar su vida interior; quincenalmente asistía a unas reuniones que organizamos con un grupo de amigos para profundizar nuestra formación cristiana. Jorge deja un ejemplo de buen esposo, padre y amigo”, expresa César Chinguel.
De exalumnos a colegas
Desde 1990, cuando comenzó a laborar en la Universidad de Piura, Jorge ha sido profesor y amigo de decenas de generaciones de ingenieros IME. Algunos de ellos trabajaban con él en la UDEP, como el doctor Miguel Castro. “Jorge Yaksetig fue primero mi profesor del curso Conformación de Metales, allá por el año 1992. Aprendí a ver en él un excelente profesor, una persona alegre y dedicada a su trabajo. Siempre estaba allí para atender consultas hasta en los pasillos. Ya cuando trabajamos juntos, recuerdo su frase: ‘Nuestro trabajo es atender bien a los alumnos’”.
Y, así lo hacía. Estudiantes de todas las promociones saben muy bien esto. “Recuerdo al ingeniero Yaksetig como una persona excepcional: apasionado y dedicado en su trabajo, siempre dispuesto a compartir su conocimiento con entusiasmo a sus estudiantes. Su presencia en el aula se destacaba por su sonrisa constante y esa energía contagiosa que transmitía. Agradezco enormemente todas las horas de enseñanza que nos brindó. Su impacto perdurará en todos, inspirándonos a seguir su ejemplo y cultivando un amor por el aprendizaje”, dice Marlon Villegas Flores. Prom. 2016.
“No existe alumno que pueda decir que el ingeniero Yaksetig le trató mal en algún momento; y, en cuanto a la mecánica no había nada imposible para él. Algunas veces, cuando dudábamos de la complejidad de un trabajo, decíamos entre nosotros ‘no le preguntes a Yak porque va a decir que lo hagamos y luego reíamos’”, recuerda Miguel Castro.
“El ingeniero Jorge fue mi asesor de tesis un gran guía técnico y humano. Dio lo mejor de su vida en transmitir sus conocimientos. Fue una persona empática, honorable, honesta, con altos valores, los mismos que con su ejemplo transmitió a todos los que tuvimos la gran oportunidad de ser sus alumnos de Máquinas Herramientas. Finalmente, fue mi amigo. Deja en enorme vacío en todos los IME. Oramos para que ya esté al lado de nuestro Padre”, nos comenta Flor Calle Estrada. Prom. 1992.
En tanto, Diógenes Torres , egresado pre y posgrado IME, reconoce también que como profesor “Jorge era excepcional”. “Su dedicación y pasión por la enseñanza se reflejaban en su compromiso con sus estudiantes. Siempre se esforzaba por ayudarnos a alcanzar el máximo potencial y nos brindaba el apoyo necesario. Sus palabras de aliento y su confianza en las capacidades de sus alumnos eran un verdadero motor de inspiración (…). Era un líder en el sentido más genuino de la palabra, alguien en quien confiar y admirar”, subraya.
Sus exalumnos de recientes promociones corroboran y ratifican lo expresado por los demás IME. Uno de ellos expresa: “El ingeniero Yaksetig era un profesor estricto, pero justo al momento de evaluar; ameno y jovial, al momento de enseñar; y cercano, al momento de conversar y aconsejar. Se esforzaba por entender a los alumnos y siempre estaba dispuesto a ayudar. Era uno de esos profesores a quien un alumno llega a considerar amigo”.
“Estoy profundamente agradecido por todo lo que me enseñaste. No olvidaré lo último que me dijiste con cariño y, al mismo tiempo gracioso, que me paseaba por todos los laboratorios haciendo alusión a que siempre me encontraba trabajando en cada laboratorio. Un abrazo al cielo querido Ing. Yaksetig”, le dice Paulo Estrada. Prom. 2019.
Una sonrisa hasta el Cielo
Ayer, al saber de su fallecimiento, uno de sus colegas comentó: “sin duda, un santo”. Las cualidades de Jorge son eso, cualidades de una persona que ha sabido vivir la santidad en medio del trabajo, como recuerda el doctor Carlos Ojeda:“Pensaba anoche antes de dormir, la envidia que me da, pues seguramente Jorge ya se encuentra disfrutando en esa dimensión luminosa: la presencia de Dios. Desde ya, percibo su influencia, a través de su recuerdo constante (…). Su actitud serena, siempre positiva y de buen humor son un ejemplo imborrable que hoy afloran con nitidez en mi memoria, precisamente animado por esas virtudes que destacaban en Jorge, le pido que desde el cielo me ayude a vivirlas bien para mejorar personalmente”.
Y, es eso, lo que pedimos todos. ¡Descansa en paz, amigo Jorge Yaksetig!
