22

Feb

2023

Clase Magistral

“Ser maestro es enseñar a ser plenamente humano y a defender la verdad”

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La doctora Carmela Aspíllaga, profesora emérita de la UDEP, ofreció la clase magistral “La educación: lo permanente y lo cambiante en el mundo actual”, a egresados de la maestría de Educación y otros invitados.

Por Fernanda Vegas Sernaqué. 22 febrero, 2023.

La doctora Carmela Aspíllaga Pazos, colaboradora de la maestría en Teorías y Gestión Educativa que dicta la facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Piura, ha sido la primera decana de la facultad de Ciencias de la Educación y una gestora clave en el curso de formación de profesionales de la educación. Asimismo, ha sido profesora y decana de la Facultad de Comunicación de esta casa de estudios, donde, también, su labor ha sido de envergadura en la formación de comunicadores.

Como doctora en Educación y en Comunicación, Aspíllaga Pazos ofreció la clase magistral “La educación: lo permanente y lo cambiante en el mundo actual”, donde abordó aspectos fundamentales sobre lo nuclear en la trayectoria educativa y la importancia de enseñar a defender la verdad.

La educación, explicó, es hacer a la persona cada vez más capaz de ser libre y de escoger por cuenta propia el mundo verdadero. “El entendimiento del sujeto es el conocimiento de la verdad, de la realidad. Hay temas que son opinables, la mayoría lo son, pero no cabe opinar sobre las verdades absolutas”, precisó.

Para conocer la verdad, indicó que, primero, es importante ayudar a los alumnos a ser “plenamente humanos”, animarles a desarrollarse en la plenitud de sus capacidades, teniendo en cuenta que cada persona es única e irrepetible en el mundo. Además, destacó la importancia de incentivar en ellos “el amor humano y el bien”, así, los niños y jóvenes sabrán reconocer y elegir lo bueno.

La doctora Aspíllaga señaló, además, que los buenos profesores no se dedican únicamente a los temas de sus respectivas áreas, sino que enseñan a sus alumnos a pensar por sí mismos y a tomar decisiones, basados en la verdad y la realidad del mundo, pues su misión es “enseñar formando al ser humano, sea cual sea la materia en la que se desenvuelven”.

Así, recordó al filósofo y profesor universitario, Leonardo Polo, quien señalaba que el maestro debe proyectarse a ver al alumno “como un pajarito sobre el que ha llovido y está con sus alitas pegadas al cuerpo, quieto”, al que hay que dar el ánimo e incentivo para “extender las alas del espíritu humano, que son el entendimiento y la voluntad libre”.

La importancia de la observación

Los alumnos que reconocen y eligen la verdad, explicó la exdecana, son observadores, tienen capacidad de asombro y están muy conscientes del mundo que los rodea. “Es muy importante darse cuenta de la realidad porque toda la filosofía y pensamiento arranca por la observación y, si la gente no aprende a observar, no va a filosofar nunca, es decir, no va a usar la cabeza para pensar y solamente va a ser repetidora y parte de una sociedad masificada”, resaltó.

Me gusta y soy capaz

En la formación de los alumnos, la profesora de la UDEP también señaló que es importante aprender a incentivar a los educandos. “Para encontrar el arco donde ellos van a meter goles de media cancha, solo tienen que aprender a conjugar dos verbos: me gusta y soy capaz”, resaltó.

Saber qué gusta a los alumnos, dijo, es fundamental para que ellos encuentren un incentivo en el estudio o en los temas de investigación. Conocer sus capacidades, los hará conscientes de lo que pueden lograr y de cuáles son sus limitaciones. “Es importante enseñarles a que se conozcan y a que se acepten como son, que vivan cómodos en la propia piel. Una vez que hallen el equilibrio entre lo que les gusta y de lo que son capaces, estarán listos para anotar sus goles”, expresó.

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