28

Feb

2023

Artículo de opinión

El impacto psicológico de la crisis política y social

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A nivel social y desde mi familia, puedo contribuir a cultivar ciudadanos civilizados, evitando la normalización de la corrupción: desaparezcamos en tristemente célebre “que robe, pero que haga algo”; y utilicemos el asertividad para reclamar los derechos vulnerados.

Por Rosa Cornejo Briceño. 28 febrero, 2023. Publicado en Correo, el 28 de febrero de 2023.

Nuevamente, a los peruanos nos toca vivir una crisis que nos hace experimentar emociones y sentimientos desagradables como la desesperanza, la incertidumbre, la impotencia, el rencor, entre tantos otros.

En el contexto de la pospandemia, estamos migrando de un problema de salud física a un problema social. Este, no solo causa impacto en el grupo, sino en cada individuo que debe aprender a afrontar adversidades: las necesidades básicas, nuevamente, no se satisfacen de manera regular, y este contexto pone a las personas en un estado de activación y alteración a nivel físico y mental.

Ambos escenarios escenarios son difíciles y generan diversas manifestaciones físicas, emocionales y conductuales. Muchas de estas últimas se expresan en forma de violencia. Esta vez, no hay que luchar contra una enfermedad originada por un virus, sino que se enfrenta al propio compatriota que carece de diversas habilidades blandas y, sobre todo, de ética y valores morales.

Por lo tanto, la salud mental en términos individuales y sociales se encuentra en una situación grave, como resultado de los resortes comprimidos desde hace muchos años; ya sea desde la pandemia, para algunos, o desde esta crisis política que, para la mayoría de los peruanos, es “la gota que derrama el vaso” y que genera un panorama de agotamiento.

A nivel social y desde mi familia, puedo contribuir a cultivar ciudadanos civilizados, evitando la normalización de la corrupción: desaparezcamos en tristemente célebre “que robe, pero que haga algo”; y utilicemos el asertividad para reclamar los derechos vulnerados.

Finalmente, hay que tener en cuenta que, en el afán de pretender estar al tanto de la noticia, muchas veces, se tergiversa el objetivo de estar informado, y se crean estados de infoxicación.

Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.

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