15

Sep

2022

Artículo de Opinión

Estereotipos e innovación   

El término innovación hace referencia a algo nuevo, algo que antes no había y ahora existe, o al menos existe como una idea en potencia.

Por César Chinguel. 15 septiembre, 2022. Publicado en El Tiempo, el 15 de setiembre del 2022.

El término innovación hace referencia a algo nuevo, algo que antes no había y ahora existe, o al menos existe como una idea en potencia. Desde esta reflexión, cabe innovar en economía, medicina, derecho, ciencias de la información, ciencia de datos, servicios, automatización, la empresa, inteligencia artificial y un largo etcétera en el que caben todos los temas y áreas de conocimiento humano.

Nuestra cultura ha alumbrado algunos paradigmas, aptitudes o cualidades que debería tener una persona innovadora. Por ejemplo, se supone que esta es una persona con gran energía interior, capacidad de abstracción y síntesis para abordar problemas prácticos, estudiarlos y generar soluciones innovadoras a estos; mejor aún si la propuesta de solución genera un negocio rentable.

Así también, para estereotipar al innovador se suele fomentar que estos imiten el “outfit” de Steve Jobs o de Mark Zuckerberg que, como veremos, es algo innecesario, la mayoría de veces.

Por ejemplo, para encontrar soluciones desde la Tecnología de la Información (TI), se suelen organizar talleres motivadores con una denominación que proviene de la palabra “hacker”, la Hackathon; que, según Wikipedia, son un encuentro de programadores cuyo objetivo es el desarrollo colaborativo de software, aunque en ocasiones puede haber también un componente de hardware. Este tipo de encuentros puede durar entre dos días y una semana.

Hay problemas de ingeniería cuya solución (innovadora) se ve impulsada por este tipo de gestión motivadora. Otros problemas requieren que la base de conocimiento que sustenta la solución sea más sólida que la que se maneja en la mayoría de esos talleres. No todo es programación, algunos algoritmos requieren de una ingeniería conceptual, básica y de detalle con mayor base científica.

Como siempre, la clave está en no confundir una buena idea, con los medios necesarios para implementarla, considerando, además, que el factor económico es solo una de las variables de la solución innovadora, que en la medida que se sistematiza, requiere de una buena base de ciencia, tecnología y capacidad de gestión.

Ignorar estas realidades podría llevar a la frustración y al fracaso de muchos emprendimientos emergentes (startups) que podrían tener éxito si se saben acompañar de los conocimientos científicos necesarios, más allá de las imitaciones de los paradigmas preconcebidos.

Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.

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