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Abr

2022

El constitucionalista Carlos Hakansson considera que, después del fracaso de la vacancia, viene “más de lo mismo”: un gabinete sin rumbo. También destaca la necesidad de dejar de lado la vacancia y la disolución congresal.

Por Fernanda Vegas Sernaqué. 04 abril, 2022. Suplemento Semana, El Tiempo

Tras el segundo intento fallido de la oposición del Congreso para vacar al presidente Pedro Castillo, el constitucionalista y profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Piura, Carlos Hakansson, señala que continuará al mando un gabinete sin competencias técnicas. Asimismo, destaca que, para acabar con la crispación política actual, es necesario quitar de las prioridades del Gobierno la vacancia y la disolución del Congreso.

¿Cuál será el panorama a enfrentar de ahora en adelante? ¿Podría el rechazo de la vacancia dar alguna estabilidad al Gobierno?

Los indicios sobre irregularidades dentro y fuera de Palacio de Gobierno, la relación directa e interés personal con lobistas, así como la orden de captura al entorno presidencial, no han desaparecido tras el fracaso del procedimiento de la vacancia. Entonces, se espera más de lo mismo: gabinetes sin norte, que se agotan al nombrarse, debido a cuestionamientos personales y profesionales de sus integrantes.

¿Considera que hay voluntad política del Ejecutivo y del Congreso para trabajar concertadamente por el bienestar del país?

“Por sus obras los conoceremos”. Acabamos de salir de la segunda moción de vacancia, que se dio precisamente después de nombrar a un gabinete fallido o kamikaze como un intento de provocación al Congreso, con la finalidad de que este no aprobara la investidura y, en el futuro, se cumplieran las condiciones para una nueva disolución congresal, como se indica en el artículo 134 de la Constitución Política.

Con todo este contexto, se puede entender que, mientras que la vacancia y la disolución congresal sean parte del libreto del Gobierno – oposición, no saldremos de la crispación política. Se trata de dos armas nucleares que deben volver a la “caja de Pandora”.

¿Qué medidas deberían tomar el Congreso y el Ejecutivo para contribuir a la estabilidad política, jurídica, social y económica del país?

El acuerdo de consensuar con el Congreso el nombramiento de un presidente del Consejo de Ministros que promueva la gobernabilidad. Hay que dejar de lado la convocatoria de una asamblea constituyente para permitir el ingreso de mejores cuadros técnicos que terminen con el piloto automático sin dirección en el que estamos hace casi seis años.

¿Cree usted que nuestro país ha alcanzado la madurez política suficiente como para emitir votos a conciencia, objetivamente, sin partidismos ni revanchismos?

Aún nos encontramos bajo un clima de crispación política entre el Ejecutivo y la oposición, situación que empezó desde julio del 2016 y que se ha agudizado por la disolución parlamentaria, la vacancia presidencial y los efectos humanos, sociales y económicos producto de la pandemia. Todavía estamos ante una tormenta perfecta sin un capitán ni una tripulación con experiencia para afrontarla.

¿Cómo calificaría la actuación de los congresistas de oposición?

Los representantes más jóvenes de la oposición resultan interesantes por su formaciones e intervenciones en el pleno. También existen parlamentarios mayores que desean realizar una buena labor, pero la renovación de una nueva clase política quedará truncada tras impedirse la reelección inmediata de congresistas. Desde hace unos dos años, a la falta de un sistema de partidos, se ha sumado una clara orfandad política para liderar la conducción del país. De políticos profesionales hemos pasado a personas con experiencia política durante cinco años.

¿Considera que se está tratando adecuadamente el concepto de vacancia, teniendo en cuenta que este fue el sexto intento en los últimos cinco años? 

No. La vacancia ha derivado de modo perverso como un medio para lograr facilidades del Ejecutivo para representantes que tienen la voluntad de cambiar su voto, luego de apoyar la admisión del procedimiento de vacancia.

Si más adelante hay fundamentos suficientes que obliguen al Parlamento a plantear una nueva moción de vacancia, ¿esto sería posible?

El procedimiento de vacancia se activa luego de que el presidente de la República se niega a renunciar, tras indicios de haber cometido graves irregularidades para seguir ejerciendo el cargo. Si se resiste o desconoce su situación política, el Congreso inicia la vacancia.

No hay que confundir a la ciudadanía. Debemos tener en claro que la titularidad de la acción penal es competencia del Ministerio Público y la debida administración de justicia le concierne al Poder Judicial. Por su parte, el Congreso actúa políticamente ante graves indicios que se resumen en la causal abierta que establece la Constitución: la incapacidad moral permanente.

¿Qué no están haciendo bien el Congreso y el Ejecutivo en cuanto a las funciones que les compete?

El Congreso, compuesto en su mayoría por parlamentarios sin experiencia política, está buscando el procedimiento constitucional para corregir las graves consecuencias de una irresponsable decisión electoral en las urnas. Entonces, le queda censurar individualmente con 66 votos a los ministros que tengan serios cuestionamientos personales y profesionales e interpelarlos continuamente para fiscalizar su desempeño.

Y, ¿qué deben reforzar?

Se deben corregir las reformas electorales que, en vez de dimensionar el ejercicio de la política, fragmentaron el voto favoreciendo con numerosos candidatos para luego polarizar la segunda vuelta electoral. También se debe hacer una profunda reforma a la descentralización y volver a la reelección congresal inmediata, entre otras medidas.

 

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