Es necesario adaptarnos a los nuevos tiempos con materiales y prácticas que acerquen más los contenidos a la realidad de los estudiantes, como con el uso de las redes sociales de forma didáctica y educativa.

Por Jaime Ancajima. 28 junio, 2021. Publicado en El Tiempo

Cuando las clases eran presenciales, no se permitía usar celular, tableta o laptop en clases; sin embargo, en la actualidad con las clases virtuales, todos necesitamos tener y utilizar estos aparatos. Hoy, cuando estamos al frente de la computadora tratando de motivar, emocionar y conectarnos con los alumnos, resulta mucho más difícil hacerlo pues están cansados de estar tanto tiempo recibiendo clases virtuales, o con sueño porque estuvieron haciendo tareas hasta tarde, o con problemas de internet que nos les permite estar conectados satisfactoriamente.

Según el neuropsicólogo Jose Ramón Gamo, en un artículo que escribe para el diario El País: «El cerebro necesita emocionarse para aprender». Con el uso de técnicas de medición de la neurociencia se ha podido determinar que los procesos de aprendizaje requieren de una cierta motivación e involucramiento. Entonces, para ser un buen profesor, debemos estimular, interesar a los alumnos y emocionar su cerebro para que haya verdaderamente ganas de aprender.

Gamo explica que hoy en día ya se puede observar nuestra actividad cerebral por neuroimagen mientras hacemos determinadas tareas, lo que permite reflexionar acerca de los cambios necesarios e introducir mecánicas y técnicas que repercutan de una mejor manera en el aprendizaje. También nos recuerda que muchos diagnósticos de problemas de aprendizaje que se realizan hoy en día, como por ejemplo el TDHA, responden en realidad a las malas metodologías educativas que se implantan en los centros de estudio, basadas en transmitir solamente información teórica.

Cuando la situación de la pandemia pase y retornemos a clases presenciales, los profesores tenemos un gran reto, el combinar lo aprendido en las clases virtuales y usarlas como un apoyo y refuerzo de las clases presenciales. Asimismo, teniendo en cuenta lo sostenido por Gamo, es necesario que nos adaptemos mucho más a las necesidades, motivaciones, emociones e intereses de las nuevas generaciones de estudiantes.

Es necesario adaptarnos a los nuevos tiempos con materiales y prácticas que acerquen más los contenidos a la realidad de los estudiantes, como con el uso de las redes sociales de forma didáctica y educativa, comprometernos con el bienestar emocional e intelectual de los alumnos, y buscar crear un espacio educativo más adecuado para el aprendizaje efectivo.

Los nuevos enfoques de enseñanza-aprendizaje que implementemos los profesores, junto a la tecnología, permitirán que el aprendizaje y estado de ánimo de los alumnos mejore y se fortalezca.

Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.

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