12

Feb

2021

Artículo de opinión

La propuesta ganadora

Entonces, lo que deberíamos hacer es identificar a los candidatos con experiencia exitosa dentro del Estado y sin manchas de corrupción. Una tarea difícil, pero necesaria si queremos mejorar.

Por Germán Vega. 12 febrero, 2021.

Foto: ANDINA.

A medida que va avanzando la campaña, los candidatos presentan propuestas de todo tipo. Tenemos desde trenes y carreteras, hasta cambiar la capital. Sin embargo, la reforma del Estado es un tema casi ausente en los discursos. El debate se centra en reducir o aumentar su tamaño, pero nadie propone un plan concreto para mejorarlo.

Una posible razón es que desconfiamos mucho de todas las personas con pasado en el Estado. Incluso hay candidatos que presumen de nunca haber sido parte de él. ¿Acaso no están postulando para llegar a ser una autoridad? ¿No debería ser la experiencia un punto a favor para los candidatos?

Que consideremos la falta de experiencia en el Estado como algo bueno se debe a la gran desconfianza que le tenemos. Desconfianza justificada por todos los escándalos de corrupción y la poca eficiencia de muchas autoridades. Y es que, en la gran mayoría de casos, el Estado en vez de facilitar, nos dificulta el día a día.

Aquí aparece un círculo vicioso: descartamos a las personas que conocen desde adentro del tema y podrían impulsar el cambio, empeorando más la situación. Esto no implica que la experiencia en el Estado equivale a candidato ideal. Pero sí que es un grave error descartar a un candidato por haber sido parte del aparato estatal, u otro peor el considerar a un candidato como el mejor solo por nunca haber sido parte del mismo.

Entonces, lo que deberíamos hacer es identificar a los candidatos con experiencia exitosa dentro del Estado y sin manchas de corrupción. Una tarea difícil, pero necesaria si queremos mejorar.

Sino, lo que nos va a quedar es una lista de buenas intenciones que se estrellarán con la realidad al llegar al poder. El tren prometido, la carretera o la obra emblemática serán solo palabras si el candidato no reforma primero el Estado.

No es posible ir al desarrollo sin instituciones que respalden al mercado, y que a la vez puedan identificar y solucionar eficientemente las fallas de este. Pero, para mejorar las instituciones, hay que conocerlas.

Por dar un ejemplo, hay candidatos que proponen disminuir ministerios ¿Respaldan esta propuesta con indicadores que demuestren la poca eficiencia de los mismos? Otros proponen crear más. ¿Sustentaron técnicamente la necesidad y viabilidad de estos nuevos ministerios?

La propuesta ganadora no debería ser voy a aumentar o reducir el Estado. Tampoco debería ser el “yo nunca he sido parte”. La propuesta ganadora debería ser aquella que, con sustento, nos diga cómo se podría mejorar la calidad del Estado.

Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.

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