El oficialismo no solo tiene pocos congresistas sino que, de modo similar al jefe de estado anterior, no cuenta con su total respaldo.

Por Carlos Hakansson. 28 mayo, 2018.

Fuente: El Comercio Perú

Un nuevo Consejo de Ministros ha sido nombrado y tiene treinta días para acudir al Congreso, exponer su programa de gobierno y hacer una cuestión de confianza que le otorgue la investidura parlamentaria.

¿Se trata del mismo gobierno o de uno nuevo? A decir verdad, estrictamente, se trata del mismo partido de gobierno cuyo presidente titular ha renunciado; ahora en manos del primer vicepresidente que asumió el mando según la sucesión presidencial, se trata de brindar nuevos aires al ejecutivo y aprender de la experiencia acumulada en los últimos dieciocho meses. Sin embargo, razones de peso nos hacen pensar que el flamante gabinete tiene como conductor a un nuevo estilo gobierno.

Si con visión realista reconocemos que el oficialismo no solamente tiene pocos congresistas sino que, de modo similar al jefe de estado anterior, no cuenta con su total respaldo; que su primer ministro es parlamentario de una bancada de oposición, y que, solamente el ministro de justicia  proviene de su mismo partido, parece que materialmente nos encontramos con una suerte de ejecutivo sui generis, de composición asimétrica y para casi todos los gustos.

La prueba de éxito del Consejo de Ministros quedará evidenciada tras su primer año de gobierno, con algunos ajustes ministeriales en el camino hasta lograr su mejor performance, si mantiene continuidad para poder impulsar la economía y atender con prioridad las emergencias. No le queda más tiempo.

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