12

Dic

2011

El fiasco de las células madre embrionarias

La noticia ha pasado casi desapercibida. La empresa Geron ha decidido suspender el ensayo clínico con células madre embrionarias para tratar pacientes con lesiones a la médula espinal.

Por Jaime Millás Mur. 12 diciembre, 2011.

La noticia ha pasado casi desapercibida. La empresa Geron ha decidido suspender el ensayo clínico con células madre embrionarias para tratar pacientes con lesiones a la médula espinal.

Geron ha invertido decenas de millones de dólares en este experimento, por eso llama la atención su abrupta interrupción, máxime cuando ya se han inyectado estas células embrionarias a un grupo de pacientes que, según afirma la empresa, hasta la fecha lo han tolerado bien. Hay que tener en cuenta que el efecto en el organismo de este tipo de células no es como el de un medicamento cualquiera, sino que permanece indefinidamente.

Hace algo más de un año, en cambio, los titulares llenaron los medios de prensa: “Primer ensayo mundial con células embrionarias”; “EE.UU. trata al primer paciente con células madre embrionarias”;… Hasta ahora, este tipo de células eran consideradas por muchos como “la gran esperanza” contra enfermedades como el Parkinson, la diabetes, el Alzheimer o las lesiones medulares. ¿Qué ha pasado entonces? Según la empresa, el ensayo clínico se suspende por motivos económicos. Por otro lado, también el pasado año el Instituto de Medicina Regenerativa de California decidió dejar de lado sus infructuosas investigaciones con células embrionarias.

Ciertamente, el campo de la medicina regenerativa es muy prometedor, pero aún falta tiempo para poder aplicarlo con eficacia y conocer todos sus secretos. Los científicos discuten acerca de qué tipo de células madre es mejor emplear: embrionarias, adultas o células iPS, que son adultas reprogramadas; sin embargo solo con células madre adultas hay más de 3.600 ensayos clínicos. A pesar de esto, las células embrionarias reciben los titulares a costa de las adultas.

Recordemos que la células madre embrionarias son extraídas de la masa interna de los embriones humanos “sobrantes” de la Fecundación In Vitro con la consiguiente muerte del embrión, lo que no es aceptable desde el punto de vista ético. En cambio, las células madre adultas se extraen de distintos órganos del ser humano ya desarrollado, sin que afecten a la persona, por lo que no presentan inconvenientes éticos. En cuanto a las células iPS, hay todavía que investigar porque los mecanismos de obtención involucran técnicas que pueden ser perjudiciales, ya que se trata de obtener células pluripotentes a partir de células somáticas, es decir retrotraer las células ya especializadas a su fase embrionaria, algo así como hacerlas retroceder en el tiempo, para posteriormente reconducirlas hacia el tejido que se necesita.

Actualmente, algunos de los miles de ensayos clínicos con células madre adultas van teniendo éxito, como el trasplante de una tráquea en el Instituto Karolinska de Estocolmo o un reciente experimento para regenerar el corazón tras un infarto, publicado en la reconocida revista Lancet.

Entonces no es que los partidarios del respeto por la ética, que defienden la vida humana desde su concepción, estén retrasando el progreso de la ciencia, sino que la ciencia va por el camino de la investigación con células madre adultas y los resultados están a la vista de todos.

Coordinador.

Grupo de Investigación en Bioética.

Universidad de Piura.

Publicado en el diario El Tiempo, viernes 9 de diciembre de 2011.

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