02

May

2011

Por Carlos Guillermo Hakansson Nieto.

Por Julio Talledo. 02 mayo, 2011.

El próximo 10 de abril también elegiremos a nuestros representantes al Parlamento Andino; por eso, es necesario explicar -en pocas líneas- la naturaleza e importancia de esta institución. El Parlamento Andino es un órgano que forma parte de la estructura institucional de la Comunidad Andina (CAN), la cual también se encuentra conformada por el Consejo Presidencial Andino, el Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores, la Comisión, el Tribunal de Justicia y la Secretaria General, entre otros órganos.

El Parlamento Andino es un órgano deliberante que representa a los pueblos de la CAN y participa en la orientación y promoción del proceso de integración. Se encarga de examinar la marcha y cumplimiento de sus objetivos; promueve la armonización de las legislaciones de los países miembros y todas las acciones que busquen consolidar la integración de forma económica, política, social y cultural. Asimismo, representa los intereses de los más de los ciento veinte millones de ciudadanos que conforman la Comunidad Andina.

Nació en 1979, su sede se encuentra en Bogotá. El 10 de abril será la segunda oportunidad en la que los ciudadanos de cada Estado miembro elegirán a sus representantes por sufragio directo (antes eran designados por los parlamentos nacionales). En la actualidad, el Parlamento se compone de los representantes de Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Chile (este último como Estado asociado).

El Parlamento Andino tiene funciones similares a las de un Congreso nacional (representa, fiscaliza), pero no es un órgano legislativo; sin embargo, participa mediante sugerencias en la generación normativa del proceso de integración sobre temas de interés común para la CAN.
Por todo lo explicado, vemos que se trata de una institución equivalente al Parlamento Europeo pero con menos años de experiencia y consolidación regional. De ahí la importancia y necesidad de elegir bien a nuestros representantes, de ello depende el futuro de las instituciones comunitarias y un adecuado impulso al proceso de integración regional.

Finalmente, si la elección de los parlamentarios nacionales no puede seguir siendo frívola, es decir, votar sin conocer la carrera de vida de los candidatos y su capacidad para representarnos, tampoco debe serlo la votación de los representantes que defenderán los intereses y posición del país en la Región. No veamos al Parlamento Andino como una institución simbólica y lejana para el ciudadano; todo lo contrario, es una oportunidad para elegir a las personas con más peso político, reconocimiento internacional y con una clara visión del futuro del Derecho de integración.

 

 

 
* Decano. Facultad de Derecho. Artículo publicado en el diario Correo (edición región Piura), martes 29 de marzo de 2011.

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