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Sep

2023

Paulino: “Me voy contentísimo por dejar jardines que inspiran a los alumnos”

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Durante 24 años, el silbido de Paulino Lachira se ha dejado escuchar en los jardines de la universidad, mientras se dedicaba a su cuidado. Hoy, se jubila, alegre, porque deja “una obra bien hecha”.

Por Lucy Vicente Chamba. 25 septiembre, 2023.

Los últimos días han sido emotivos para el personal de la Universidad de Piura. Antes de irse, Paulino Lachira cumplió la meta de pasar por las oficinas de los distintos edificios, para despedirse de los compañeros a los que muchas veces saludó, desde los jardines del campus de Piura, con su característica amabilidad.

Paulino llegó a la UDEP el año 2000, con la misión de ayudar a convertir los espacios del bosque seco en jardines, en pulmones verdes para la comunidad universitaria. Se le asignó el cuidado del local donde funcionaba el Programa de Alta Dirección (PAD), hoy Edificio de Gobierno. “El edificio estaba en un espacio de sol y debía hacer un jardín. Hoy lo veo lindo, verde, con algarrobos y palmeras”, dice contento de haber cumplido su labor.

Fue la doctora Ángela Carrasco, profesora del PAD, quien lo recomendó para venir a la UDEP, por sus habilidades para cuidar las plantas, por su responsabilidad, constancia y entusiasmo con que se encargó, durante 15 años, de los trabajos de jardinería en el Centro Cultural Faro.

Desde niño, Paulino trabajó en el cultivo y cosecha de algodón, junto a su padre, de quien aprendió las cualidades con las que ejerce su trabajo. En la UDEP asumió el reto y lo ha cumplido.

Trabajador entusiasta

Quienes han estado más cerca de Paulino estos años, destacan su optimismo. Doris Peña, jefa del área de Bosques y Jardines, se refiere a su alegría y gran sentido común. “Es una persona enamorada de su trabajo, que ha ido aprendiendo con la vida”, afirma.

Rosa, esposa de Paulino, lo describe (comenta Doris) como ejemplo de buen hermano, esposo; y como padre de Francisca, Maribel, Walter, José, Analí y Jorge. “Quizá esto sea fruto de su gran devoción a la Virgen. Muchas veces lo hemos visto dejar una flor a los pies de la Virgen del Bosque y despedirse de ella antes de retirarse a su casa”, asegura Doris.

Varios compañeros dan fe de las canciones que por años ha tarareado Paulino mientras cuidaba las plantas. Las melodías de Leo Dan se confundían con el cantar de las aves. También resaltan su espíritu de integración al participar en actividades con sus compañeros, sobre todo, en los partidos de fútbol, donde pone mucha pasión.

Nobleza y madurez

Paulino deja muchas enseñanzas en la UDEP, como su actitud para afrontar las dificultades. El 27 de marzo del 2017, cuando se salió el río Piura, perdió su vivienda en el poblado de Viduque (Catacaos-Piura). “La UDEP me acogió y vine al campus con toda mi familia, por un tiempo”, recuerda con gratitud. Manuel Saldarriaga, supervisor del área de Vigilancia, aún se sorprende de la respuesta de Paulino ante la adversidad: “Ese día, un grupo de compañeros acudimos a su domicilio. Había perdido todo; su casa estaba bajo lodo. Pero, él mantenía la serenidad y paciencia que todos quisiéramos tener”.

Manuel menciona otras cualidades de Paulino: “La sencillez es una virtud maravillosa y siempre está asociada con la humildad, nobleza y madurez… esto es lo que observo en Paulino. He visto cómo lo más complejo lo hacía simple, disfrutando de su trabajo y entregando lo mejor de él”. En la misma línea, el padre Luis Cereghino resalta su carácter comunicativo y que cuando se siente en confianza, cuenta con sencillez y naturalidad, aspectos de su vida familiar o laboral. “En una ocasión, hubo dificultades en el transporte público para trasladarse a su centro de trabajo y él no dudó en levantarse muy temprano, de madrugada, para venir caminando desde Catacaos a la UDEP”, recuerda.

¡Somos un equipo!

Durante 24 años, Paulino ha sido parte del equipo de Servicios Operativos, encargado del cuidado y el mantenimiento de los jardines y edificios de la universidad. Todos juntos, asumieron la misión de crear y mantener los jardines desde sus inicios, “cuando todo era sol”; la obra es de todo el equipo, dice.  “En los jardines de la universidad, hemos trabajado en equipo, con voluntad y cariño, con amor a las plantas”, expresa.

Sus compañeros lo identifican como un amigo servicial, bromista y alegre. “Siempre hemos trabajado en confianza, entre responsabilidades y bromas. Él es un buen compañero, amigo y trabajador”, afirma Demetrio Yamunaqué.

Carlos Siancas menciona que el equipo extrañará la alegría y buen sentido del humor de Paulino. “Acá lo queremos y esperamos que nos visite”, comenta, mientras le desea que en su nueva etapa de vida “se cuide y disfrute con su familia”.

Jorge Namuche, quien conoce a Paulino, desde su trabajo en el Centro Cultural Faro, expresa: “Gracias Paulino, por ese trabajo y apoyo que nos has brindado en las diferentes misiones que hemos tenido como equipo”.

Una nueva misión

El 9 de setiembre, Paulino cumplió 65 años. “Me voy contentísimo, por dejar jardines que inspiran a los alumnos. Ya he trabajado duro. Hoy miro los jardines y me siento contento, se ven como un bosque verde, con algarrobos, palmeras y césped para la alegría de todos; incluso para los pajaritos que siempre me acompañan”, dice.

Paulino se va “contentísimo” para cuidar de Rosa, su compañera de vida. Afirma que disfrutará de momentos en familia con sus 6 hijos y sus 15 nietos, quienes radican en Lima, a donde irá de visita cada vez que pueda.

¿Qué extrañará de la Universidad de Piura? Los amigos y el campus lleno de árboles y pajaritos, dice. ¡Gracias Paulino!, por haber transformado el bosque de este campus de la UDEP en un pedacito de paraíso. Gracias, por tu trabajo bien hecho.

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