14

Mar

2023

Artículo de opinión

¿Anomalías o defectos congénitos?

Las anomalías o defectos congénitos, estos términos son sinónimos, son un conjunto de alteraciones que se ocasionan antes del nacimiento; pero, por lo general, no se ven antes de este. Pueden tener un origen genético, infeccioso o ambiental.

Por Vilma Chávez Pasco. 14 marzo, 2023. Publicado en El Tiempo, el 4 de marzo de 2023.

Pueden tener un origen genético, infeccioso o ambiental. Alrededor del 50% son de causa desconocida; muchas de ellas, no son diagnosticadas debido a la limitación para completar estudios genéticos específicos.

Estas anomalías son la segunda causa de mortalidad infantil en América Latina y el Caribe, después de la prematuridad y causan 3,2 millones de discapacidades al año. Ocho millones de niños con un defecto congénito grave a nivel mundial nacen cada año.

Desde el 2015, cada 3 de marzo se conmemora el Día Mundial de las Anomalías Congénitas, por lo que la OPS delega a los países latinoamericanos el desarrollo de programas de vigilancia y seguimiento de estos defectos, así como garantizar el tratamiento oportuno, incluyendo el manejo multidisciplinario, para maximizar los resultados de salud y el bienestar.

Las anomalías mayores tienen una consecuencia significativa para la salud, incluso pueden colocar en riesgo su vida. Además, comprometen la calidad de vida del paciente y familia; por ello, en la mayoría de casos el abordaje es multidisciplinario. Las anomalías menores solo requieren un seguimiento y tienen alta probabilidad de no generar secuelas.

Algunas de estas anomalías son prevenibles, si es que se realizan controles prenatales adecuados, ingesta de ácido fólico y yodo; evitar el consumo de alcohol y exponerse a sustancias peligrosas (metales pesados y los plaguicidas), controlar la diabetes preconcepcional y gestacional, y cumplir su esquema de vacunación.

Los niños con anomalías mayores o menores deben ser evaluados por un genetista clínico para descartar algún síndrome o ser orientado respecto a este. Con una evaluación y un manejo oportuno, el niño puede alcanzar su máximo potencial, realizar una actividad diaria e insertarse en nuestra sociedad.

Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.

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