El director asociado del Instituto para el Futuro de la Educación del TEC de Monterrey, doctor José Escamilla, explicó cómo abordar los retos de la educación superior en Latinoamérica, en la Conferencia internacional de InnovaT.
Por Fernanda Vegas Sernaqué. 27 junio, 2022.
En su conferencia “Transformando el futuro de la educación”, ofrecida durante la conferencia internacional del proyecto InnovaT, del cual forma parte la Universidad de Piura, el doctor José Escamilla de los Santos, vicepresidente de Planeación e Innovación Tecnológica del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores – TEC de Monterrey (México), detalló que la mayoría de universidades e institutos carecen de capacitación, de acceso a internet, infraestructura, entre otras condiciones que les permitan aprovechar idealmente la tecnología.
En el 2020 el TEC lanzó el Instituto para el Futuro de la Educación (IFE), entidad que busca ser relevante y pertinente para responder a las necesidades de la sociedad, ser justa y fiel a su propósito, y mantenerse accesible e inclusiva para los distintos tipos de estudiantes.
Como parte de su experiencia, Escamilla comentó que ese mismo año, el TEC realizó un estudio sobre el uso de tecnologías en Latinoamérica, en el cual se evidenció la falta de recursos en educación para el uso de herramientas tecnológicas. Asimismo, señaló que cuando se preguntaba a los encuestados si recibían capacitación, el 37% respondió que no había un plan para ello, y del porcentaje que sí contaba con uno, más de la mitad consideró que este no era suficiente o no era efectivo.
Retos para mejorar la educación en América Latina
Con los resultados del estudio, los especialistas realizaron una nueva investigación orientada a conocer la percepción de los directivos responsables de las áreas de formación docente y de las áreas de tecnología educativa sobre la carencia de capacitación.
Gracias a los indicadores encontrados en esta nueva encuesta, el también director asociado del Instituto para el Futuro de la Educación puntualizó cuatro retos que sirven como punto de partida para crear estrategias de innovación en América Latina:
- Cerrar la brecha digital y de alfabetización digital, teniendo en cuenta la falta de acceso a internet, de dispositivos que permitan trabajar a profesores y alumnos.
- Incorporar tecnologías en las universidades, considerando la planificación para que las acciones ya no sean de emergencia, como durante la pandemia, sino que sean sostenibles, con el financiamiento y equipamiento necesarios.
- Fomentar la internacionalización y colaboración, ya que, “se trata de mantener vivos los espacios de trabajo conjunto y de generar redes para compartir experiencias y prácticas”.
- Repensar los modelos educativos actuales, con el objetivo de hacer cambios que sean estables y formen mejores propuestas educativas.
Las universidades del futuro
Gracias a los retos planteados, el doctor Escamilla afirmó el surgimiento del modelo de “universidades del futuro”. En el TEC de Monterrey se llegó a la conclusión de que no hay un solo modelo, sino varios, porque cada universidad tiene un contexto y un público distinto, precisó.
El modelo educativo del TEC tiene cuatro pilares: el aprendizaje sobre los retos, la flexibilidad, la vivencia universitaria memorable y los profesores inspiradores. Con estos cimientos, se propone dar al alumno la opción de escoger una especialidad después de un año y medio de conocer las áreas disciplinarias. Por otro lado, en lugar de inscribirse en materias, se inscribe en “retos del mundo real”, que son diseñados con socios formadores de las disciplinas correspondientes. De esta manera, el estudiante es evaluado por los conocimientos adquiridos en módulos, pero también por el desarrollo de competencias disciplinares y no disciplinares.
El TEC también promueve actividades de competencias blandas, como proyectos culturales, deportivos o sobre liderazgo. “Queremos, además, que nuestros profesores inspiren a los estudiantes, que sean capacitados, formados en temas de pedagogía y que sean hábiles con el uso de tecnologías en la educación”, añadió el doctor Escamilla.
Advirtió también que para el 2030, habrá alrededor de 350 millones de nuevos estudiantes en el mundo y solo en América Latina 35 millones aproximadamente. Esto, obligará a buscar nuevas estrategias, porque no hay suficientes recursos para dar educación de calidad a toda esta demanda, afirmó.
Para responder a este nuevo reto, el Tecnológico de Monterrey identificó tres áreas importantes para el futuro de la educación superior: el impacto de la inteligencia artificial y la ciencia de datos, la aplicación de los conocimientos prácticos sobre pedagogía y tecnología, y el crecimiento del aprendizaje a lo largo de la vida.
Desde el IFE, se reafirma el compromiso de formar personas con un valor agregado para que su trabajo no se centre sólo en una rama y que la educación sea accesible y relevante para las personas. “Tenemos el sueño de mejorar la vida de millones, a través de la educación superior y el aprendizaje. Los invitamos a hacerlo realidad juntos porque es un camino muy largo y necesitamos compañía”, expresó el doctor Escamilla a los profesores asistentes a la conferencia internacional.
Esta segunda sesión complementó la participación del doctor Oscar Jerez, director asociado para la educación superior de Laspau, Harvard University, quien abordó el tema de innovación y desarrollo sostenible en la educación.
