17

May

2022

Gravitas

El olvidado profesor universitario

Esta profesión tan singular no cuenta con un régimen unitario de acceso, protección y crecimiento que ponga en el centro de todos los esfuerzos a este tipo de personas; tan distintas y que deben sostener todo el sistema existente.

Por Orlando Vignolo. 17 mayo, 2022. Publicado en Correo, el 17 de mayo de 2022.

Noto mucho apasionamiento ideológico y hasta frivolidad en el debate sobre la Sunedu y nuestro mundo universitario. En la actualidad, existe solo atención mediática a algunos factores y ciertos supuestos organizativos (por cierto, muy tangenciales), los cuales se pierden en medio de un complejo ámbito en el que se mezclan derechos de muchos, proyectos vitales distintos y numerosísimas decisiones importantes para nuestro país.

En aras de elevar esta discusión propongo una cuestión que ha sido parcialmente abandonada en la regulación vigente: el oficio del profesor universitario. Asumiendo que esto último claramente no pasa solo por el señalamiento de niveles jerárquicos, deberes, requisitos o la inclusión de enredados registros administrativos. La dirección de lo planteado va por otro lado mucho más sencillo pero esencial.

Esta profesión tan singular no cuenta con un régimen unitario de acceso, protección y crecimiento que ponga en el centro de todos los esfuerzos a este tipo de personas; tan distintas y que deben sostener todo el sistema existente. Menos, en nuestra vigente legislación, se puede extraer que existan cauces para la formación especializada, habilitaciones, certificaciones y verdaderas carreras de progresión, que permitan a todas nuestras universidades (con sus profesores) crecer en serio y no en papeles.

Ante esto, hace falta construir una ordenación que permita cumplir con lo dicho por el gran F. González Navarro: “El profesor universitario viene a la universidad a hacer dos cosas: enseñar a los futuros profesionales la ciencia ya hecha y, también, a hacer ciencia, esa ciencia que todavía no se enseña porque aún no se sabe”. Por eso, menos privilegio por lo material, la metodología, los documentos, el ranking y cierto burocratismo; más concentración efectiva en la persona universitaria.

Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.

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