La implementación del trabajo remoto cambió la forma de trabajo de muchas organizaciones; y, algunas de ellas han optado por la permanencia de esta modalidad laboral. Sobre este tema, Tania Guimac y Javier Gallo, profesores de la Universidad de Piura, explican las implicancias y beneficios de esta nueva forma de laborar.
Por Betsy Salazar. 22 octubre, 2021.
El Gobierno extendió la vigencia del trabajo remoto en los sectores público y privado hasta el 31 de diciembre de este año, como medida para prevenir contagios del COVID-19. Sin embargo, algunas empresas ya han optado por mantener el teletrabajo al 100% en sus organizaciones. Entonces, ¿es el teletrabajo el trabajo del futuro o solo es algo coyuntural?
La Organización Mundial de la Salud, en su reporte sobre el teletrabajo, acota que entre más alto sea el desarrollo económico del país, más aumentan las posibilidades del realizar el trabajo desde casa. No obstante, refiere Tania Guimac, psicóloga organizacional y profesora de la Universidad de Piura, países como el nuestro que dependen de sectores como la agricultura, construcción, turismo, etc. tendrían menos posibilidades de migrar gran parte de su fuerza laboral a un sistema de teletrabajo.
Aunque algunas empresas ya han optado por el teletrabajo permanente, se deben revisar los puestos en los cuales se aplicaría esta modalidad. Algunos puedan adaptarse a una modalidad netamente remota, incluso desde el proceso de selección, hasta su desempeño de labores, dice Guimac; pero, dependerá de la descripción del puesto, las funciones a desempeñar y los objetivos que se plantee.
Por ejemplo, los trabajos relacionados con la tecnología, la publicidad, las finanzas y la administración tienen mayores probabilidades de adaptación. En algunas empresas internacionales ya se llevaba a cabo y no se consideraba tan ajeno; pues ahora es una realidad para todos. “Muchos jefes se han dado cuenta de la viabilidad de esta modalidad, con los objetivos e indicadores de resultados claros y, sobre todo, con el soporte del jefe presente”, expresa la psicóloga organizacional.
Beneficios del trabajo online permanente
Los beneficios de este tipo de trabajo son para ambas partes: trabajadores y empleadores. En el caso de los trabajadores, representa un ahorro económico en costos de traslado para ir a la oficina, como pasajes en taxi, bus o gasolina; y en algunos casos ha significado un ahorro en la alimentación porque antes comían fuera de casa, indica Ernesto Gallo, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Piura.
Con estos ahorros, afirma, los empleados pueden invertir en servicios de internet, mejores equipos de cómputo, creación de ambientes de trabajo en casa, capacitaciones en línea, entre otros.
También existe un ahorro de tiempo en el desplazamiento al centro de trabajo ya que en algunas ciudades este punto es caótico pues los tiempos de distancias son, en algunos casos, más de dos horas, anota Guimac. Sobre ello, Gallo sostiene que ese tiempo los trabajadores lo pueden aprovechar para estar más con sus familias, así como para realizar viajes a las playas o al campo.
La reorganización del tiempo para atender todas las actividades y procurar mantener el equilibrio entre trabajo y vida personal es una gran ventaja de esta modalidad laboral, asegura Tania Guimac, ya que ahora pueden trabajar desde cualquier lugar.
En el caso de las empresas, han disminuido los gastos de alquiler en inmuebles para sus oficinas, electricidad, cómputo, limpieza y mantenimiento; pero, también, han pagado millones de dólares por lucro cesante y por cancelar sus contratos de alquiler de oficinas, señala el magíster Gallo. Algunas se han pasado a pequeñas oficinas donde, por ahora, hacen trabajo presencial en grupos por turnos en los ciclos llamados bubbles.
Por otro lado, menciona Tania Guimac que en esta modalidad es necesario fortalecer el trabajo independiente y autónomo, porque ahora los trabajadores se enfrentan solos para resolver algunos problemas.
En temas de tecnología, la pandemia ha adelantado el 2030 al 2020 y ha forzado el uso temprano de las tecnologías de comunicación, de trabajo y de estudio, dice Gallo. Y, con ello, se ha acelerado los procesos de inserción de la misma en varias actividades de las empresas.
Además, el profesor aconseja a las empresas que están en teletrabajo que aumenten los costos de ciberseguridad porque son más propensas a que se les pueda hackear sus bases de datos.
¿Cómo lograr un mejor ambiente laboral?
Al cambiar la modalidad de trabajo, las empresas deben preocuparse por brindar a sus equipos de trabajo un adecuado ambiente laboral, a pesar de no compartir un espacio físico juntos. Estas medidas pueden abordar aspectos físicos como recursos necesarios para desarrollar sus funciones, equipos móviles, computadoras, tables, escritorios, sillas, entre otros; es decir, lo indispensable para que los trabajadores habiliten en sus hogares una oficina cómoda, comenta la psicóloga ocupacional, Tania Guimac.
También, se pueden hacer regulaciones sobre el trabajo al cumplir con las normas establecidas por ley no solo por una exigencia del Estado sino por considerarlo importante y necesario para el bienestar emocional de los trabajadores. Para ello, se deben desarrollar prácticas de gestión como planes individuales de trabajo con objetivos claros de cumplimiento.
“Tengamos claro que los trabajadores están dedicando más horas al trabajo, existe una clara mayor demanda por atender aspectos laborales y muchas veces sin un horario fijo. En algunos casos, se han resquebrajado horarios, fechas, fines de semana y muchos trabajadores tienen la percepción de cada vez contar con menos tiempo libre”, expresa Guimac.
Por lo tanto, se deben generar acuerdos de horarios de disponibilidad de trabajo, que sea permitido y entendido por todos los miembros del equipo. De igual modo, sugiere reevaluar las habilidades y competencias del personal porque podría haber talentos escondidos que pueden redireccionarse para otras áreas.
Las empresas deben facilitar espacios donde los trabajadores puedan expresarse en caso de sentirse agobiados o con un exceso de trabajo, deben transmitirles confianza ya que de esta manera pueden ayudar a prevenir cuadros de agotamiento y estrés.
Igualmente, agrega que se debe brindar a los trabajadores un tiempo de desconexión de trabajo, así como generar acercamientos virtuales para que todos los miembros se conozcan, lo cual ayudará a que los procesos sean más fluctuantes entre las áreas.
Desafíos del trabajo remoto
Tania Guimac considera que los desafíos en la virtualidad son mantener la cultura de la organización, fomentar las relaciones interpersonales y el trabajo en equipo entre personas que nunca se han visto en su vida. Para ello, refiere que actualmente existen estrategias y dinámicas para acercar a los trabajadores unos con otros, quizás el resultado no será inmediato, pero sí a mediano o largo plazo.
Otro desafío es sostener el equilibrio entre el trabajo y la familia, sumándose a este último la labor de los trabajadores que son padres como profesores, por lo que, como mencionó anteriormente, se debe respetar los tiempos familiares y laborales. Habrán días de mayor dedicación a los hijos, y muchos otros donde los empleados se centrarán en lo laboral por cierres de mes, campañas, pendientes importantes, etc.
¿Y la semipresencialidad?
En cuanto a la semipresencialidad, el desafío más grande será resguardar la salud de los trabajadores con todas las medidas de bioseguridad exigidas. Se debe otorgar un factor de confianza para favorecer ese ambiente laboral que se solía tener antes de la pandemia, dice Guimac. Del mismo modo, reducir el miedo al contagio es fundamental y, para ello, las empresas deben tomar todas las precauciones de salud establecidas por el Gobierno y los especialistas.
Si hay personal de riesgo, es importante que las organizaciones consideren aún más su situación, para que estas personas se sientan protegidas porque, aunque haya que cuidar el trabajo, se debe cuidar también de las personas ya que son ellas quienes realizan las funciones dentro de la organización.
Por eso, hoy más que nunca, la empresa debe fomentar una alta comunicación para dejar claro el nuevo entorno de trabajo, donde los procesos han cambiado y se exige mayor flexibilidad y dinamismo. “Poner el panorama en claro es importante para que los trabajadores conozcan las situaciones difíciles que puede atravesar la organización”.
