Guineo es palabra antigua y pasó al castellano desde el mozárabe. Su origen es oscuro y se le han atribuido orígenes bereberes y subsaharianos. Podría relacionarse con el nombre de un antiguo imperio africano.

Por Carlos Arrizabalaga. 27 julio, 2021. Publicado en Correo

Desde México y el Caribe designa distintas variedades de plátano (del griego “platos”, ancho). En Piura, es el plátano de seda verde, con el que se preparaba el “caldo de bolas”. Según registra Esteban Puig (1985), llevaba guineo, aceitunas, pasas, huevos duros, pimiento y carne formando albóndigas. También registra su diccionario una receta con guineo y arverja llamada “ucho”. Tampoco la he probado.

Guineo es palabra antigua y pasó al castellano desde el mozárabe. Su origen es oscuro y se le han atribuido orígenes bereberes y subsaharianos. Podría relacionarse con el nombre de un antiguo imperio africano y, actualmente, designa una amplia región tropical de ese continente.

Evidentemente, el plátano o banano (nombre africano que pasó al portugués) se trajo de África a través de las islas Canarias. Lo hizo, en 1516, el fraile español Tomás de Berlanga. En realidad, había llegado al continente africano en el siglo V, puesto que es una fruta originaria del sudoeste asiático, probablemente extendida desde la isla de Nueva Guinea. En el sur de la India, se preparan también, desde tiempos inmemoriales, rodajas de plátano frito, que allá llaman “upperi”.

En cada país hay nombres diversos para sus muchas variedades. En el Perú, se distinguen el manzanito, el bizcocho, etc. El plátano de la isla tiene historia ya que el virrey Amat lo trajo de la lejana isla de Tahití. Con el plátano verde o bellaco (que es el mismo que el maduro), se hacen los chifles y los patacones. La denominación “plátano de seda” fue creada con fines comerciales en los años 50 del siglo pasado en Perú y Ecuador, para una variedad luego remplazada por la “cavendish”, menos proclive a las plagas.

Se le llama guineo desde tiempos coloniales, porque ya en Trujillo del Perú, el obispo Martínez Compañón (1784), dice que al plátano le llamaban aquí “guineo” y que era “útil contra la ictericia”.

Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.

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