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Dic

2020

Egresa la primera promoción de la Maestría en Matrimonio y Familia

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“Nuestro sueño es que, ahora, cada uno de ustedes con la formación que han recibido, sepan plantear diversas iniciativas de fomento riguroso y positivo de las realidades matrimoniales y familiares”, dijo el director del ICF.

Por Koko Zavala. 18 diciembre, 2020.

El Instituto de Ciencias para la Familia (ICF) cerró sus actividades correspondientes al 2020 con la ceremonia de clausura de la Maestría en Matrimonio y Familia (MMF) de la cual egresa su primera promoción.

En el acto, realizado de manera virtual, el doctor Paul Corcuera, director del ICF, dijo a los 45 exalumnos de esta maestría que, al poner en práctica, la formación recibida “serán la extensión del Instituto y contribuirán con su propia capacidad a humanizar la sociedad empezando por sus familias. Una vez más se evidencia de manera clara lo que decía san Josemaría, fundador de la Universidad de Piura, soñad y os quedaréis cortos”.

Lección magistral
En su lección magistral, “¿Quién es la mujer? El genio femenino”, la doctora Blanca Castilla de Cortázar, consejera senior del ICF, expuso algunas de las más importantes propuestas de Karol Wojtyla y lo que él denominó “el genio de la mujer”.

“La mujer aporta a la humanidad algo específico que sólo ella puede dar: su peculiar modo de ver y hacer las cosas, incluso de descubrir aspectos de la realidad que sólo ella puede ver. Quizá por eso el papa Francisco decía hace unos días que es importante la palabra de la mujer, que hay que dejarle hablar, también en la iglesia, en la teología”, precisó.

Asimismo, señaló que el ser humano tiene una serie de cualidades complementarias: los varones desarrollan con más facilidad unas y las mujeres otras. Los empresarios afirman que los varones tienen mayor capacidad para hacer proyectos y las mujeres para valorarlos. Lo cierto es que un mundo hecho sólo por los varones estaría incompleto, sería demasiado materialista y excesivamente jerarquizado, a la postre inhumano, refirió.

“Hay potencialidades en la mujer que sólo pueden desarrollarse gracias a los hombres de su vida: su padre, sus hermanos varones, sus amigos, sus compañeros y colegas. Y hay potencialidades en los varones que sólo pueden florecer gracias a la influencia de las mujeres de su vida, empezando por su madre”, subrayó.

Por su parte, la magíster Gloria Huarcaya, directora de la MMF, refirió que “desde mediados del s. XVIII, y muy especialmente desde la revolución sexual del s. XX, la familia y el matrimonio, han sido el blanco de ataques de ideologías y discursos políticos, que buscan de-construir a la persona, anular su interdependencia, para convertirla en un individuo despojado de vínculos y, por tanto, de identidad; un hombre vacío, sin esencia, solo anclado en la autodeterminación de su existencia”.

Indicó que con ello «se ha querido proclamar un hombre sin Dios; completamente enajenado por sus instintos sexuales, “liberado” de la responsabilidad del amor y el compromiso; un hombre ‘“liberado”’ no solo de sus valores culturales, también de su cuerpo, capaz de autodefinirse incesantemente desde un género supuestamente “performativo”», dijo.

Justamente, la defensa del matrimonio y de la familia, la vivencia amorosa y comprometida de nuestros propios vínculos familiares puede salvarnos de la enajenación de las ideologías; pues solo en las familias se preserva la dignidad de las personas, acotó Huarcaya.

Al culminar el acto, el doctor Antonio Abruña, rector de la UDEP, manifestó su satisfacción por los logros del Instituto de Ciencias para la Familia, indicando que, en una institución universitaria, la búsqueda de la verdad ha de vivirse en todas las disciplinas científicas. “Ningún profesor o investigador es ajeno a las grandes interrogantes que la humanidad se formula en cada época. El trabajo universitario requiere afrontar desde su ciencia y con ocasión de ella, las cuestiones fundamentales básicas sobre el hombre”, agregó el rector.

“El trabajo del Instituto de Ciencias para la Familia se encuadra en la misión de la Universidad de Piura, aquella que busca contribuir a la elaboración de una síntesis de la cultura que armonice la dispersión especializada del saber con la unidad de la persona humana, iluminada por la fe cristiana”, acotó.

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