18

Oct

2019

Fallece uno de los pioneros de la UDEP

¡Vaya usted con Dios, padre Rosselló!

Anoche, falleció en Lima el padre Juan Rosselló Vadell, coincidentemente, 50 años después de llegar a la Universidad de Piura. Será sepultado mañana, sábado 19, en el cementerio Jardines de la Paz, La Planicie (Lima)

Por Elena Belletich. 18 octubre, 2019.

Hay una canción que dice ‘adiós quiere decir vaya usted con Dios’. Y, aunque no lo digamos, estamos seguros de que al doctor Juan Roselló Vadell, fallecido ayer en Lima, lo espera la Gloria de Dios.

Sacerdote, docente, excapellán mayor de la UDEP, y doctor en Ciencias exactas, Juan Rosselló Vadell (1931-2019) llegó a la Universidad de Piura en octubre de 1969. Cincuenta años después, justo el año en el que la UDEP celebra sus Bodas de Oro, ha partido al cielo.

Fue profesor de Lógica Matemática, curso que él inició en la UDEP, así como de Teología, los cuales dictó todos los años que permaneció en nuestra casa de estudios. Sin duda, era un “un eximio conocedor de la Lógica matemática. Su conocimiento de la programación de sistemas fue utilísimo en los inicios de la informatización de la Universidad. Su sencillez manifestaba la valía de su calidad personal”, ha dicho el doctor Antonio Abruña, en un evento académico.

“Era un hombre muy sencillo, muy inteligente y ocurrente: tenía mucha gracia, a veces con juego de palabras, al hacer sus comentarios en las tertulias. Bromeaba y hacía pasar un buen rato a todos, pero siempre sin ofender, con cariño. Toda su vida ha conservado este espíritu bromista, con un fondo muy positivo y optimista al afrontar las dificultades, que no eran pocas en los comienzos de UDEP”, recuerda el doctor Antonio Mabres.

En Piura, continúa, “además del trabajo de clases, tuvo una intensa labor sacerdotal dentro y fuera de la UDEP. Luego, en Lima y Cañete siguió muchos años con esa dedicación intensa, mientras su salud se lo permitió. Incluso, estando ya enfermo, recibía personas que se confesaban; y pasaba las horas revisando escritos y otras tareas”.

El profesor inolvidable
Quienes llevaron con él el curso de Lógica Matemática (me incluyo) disfrutaban muchísimo de sus clases, de aquella forma de razonar como jugando. A veces, aquellos razonamientos devenían en 20 en las prácticas; otras, en ceros. En ambos casos, era una ‘aventura’ descubrir cuál era la nota; buscarlo en su despacho y ver que esa figura, alta, delgada, alargada más con su larga sotana, apareciera con las famosas ‘tarjetas’ de práctica en las manos. Hace poco, le comenté a una persona cercana a él, que eran los mejores momentos para sus estudiantes, aquella persona me dijo entonces, que (curiosamente) también lo eran para él.

Luzmila Núñez, una de sus alumnas de Comunicación, allá por los años 80, comenta: “Tengo los mejores recuerdos de don Juan Rosselló, un verdadero hombre de Dios, maravilloso profesor, bueno y muy paciente. Con su sonrisa y silencio nos llenaba de paz; creo que su mejor lección fue que no todo en la vida era agobiarse y estudiar. Me hizo entender que nuestro Dios es un Padre tierno y amoroso y no un castigador, que Él nos espera siempre con amor. Me atrevo a decir que era un verdadero santo”.

El doctor Francisco Bobadilla comenta del padre Rosselló. “Fue un hijo bueno y fiel de la Iglesia. Matemático de profesión civil, teólogo y moralista fino. Agudo y amable, con un sentido del humor muy lógico; discreto, sacrificado, modesto, sin ningún signo de ostentación”.

Y es que , en verdad, se podía sentir su gusto por la docencia y la investigación, especialmente por los temas que trataba, estaba convencido de su importancia. En una entrevista realizada por la revista Amigos en 1981 comentaba: “Algún día se podrá usar la lógica matemática en la vida corriente. Así como se multiplica, para saber el precio de unos metros de tela o de unos kilos de arroz, se conocerán operaciones elementales que permitirán comprobar si un razonamiento es verdadero o si se ha cometido algún error”.

En otra ocasión, el padre Rosselló expresó: “La mayor satisfacción que me ha brindado todo el esfuerzo por investigar ha sido comprobar que es útil para la formación intelectual de los alumnos. Es decir, cuando veo la mayor facilidad, con que han podido resolver problemas lógicos complicados”.

Y, el 2009, cuando no pudo venir por los 40 años de la UDEP, envió este mensaje: “Con profunda emoción envío un saludo muy cordial a la Universidad de Piura por sus 40 años de vida universitaria, y a todos los que de algún modo vivieron esta aventura: forjadores, profesores, personal administrativo, alumnos. Cuando llegué a Piura estaba terminando el primer año (octubre de 1969). El doctor Dolarea me llevó a ver el campus. Yo vi con asombro un desierto, pero en su mente de poeta, él hablaba de “arenas blancas y algarrobos verdes”. También vi la tercera parte del primer edificio y un gran empuje y una firme voluntad de levantar una gran Universidad, como deseaba el  Primer Gran Canciller, San Josemaría. Y, su deseo se ha cumplido. Les felicito”.

Y, a quienes fueron sus estudiantes, les dijo: “Les pido perdón, por mi empeño en hacerles razonar, que algún dolor de cabeza les causaría. Espero que algunos me recuerden con simpatía: los que sacaban veintes. Supongo que todos se acordarán de los dos puntos que les aumentaba cuando la práctica me salía difícil. Y de que nunca les pude bajar dos puntos, cuando era fácil. Se ve que aprendían a razonar”, expresa.

Los docentes pioneros
Don Juan Rosselló, y los otros diez profesores de la primera hora (1969: Ricardo Rey, Miguel Samper, Ramón Mugica, Javier Cheesman, Víctor Morales, Juan Antonio Ugarte, José Ramón de Dolarea, César Pacheco, Thèrese Truel y Luz González) son, sin duda, los forjadores de una elite de docentes (incrementada y fortalecida año a año) y estudiantes que procuran y aman la investigación y la búsqueda de la verdad y el saber.

En esta línea, el doctor Juan Rosselló plasmó algunos de sus conocimientos no solo en las clases dictadas sino también en libros como: El bautismo: nacimiento a la vida sobrenatural (España 1965, Perú 1976), Cálculo matemático del silogismo clásico (1972), Conciencia social y trabajo (UDEP 1973, Mundo Cristiano 1974), La confirmación: el crecimiento espiritual (Madrid, 1968), Los Sacramentos, El tesoro de la fe (1965 y 1973).
¡Descanse en paz, P. Juan Rosselló! 

Puede ver más sobre el P. Rosselló, aquí.

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