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En el título de este artículo observamos que el sustantivo “programa” aparece especificado por dos términos que complementan su significado. El primero (interesante) nos explícita una cualidad del programa; y, el segundo (periodístico), permite clasificar el “programa” dentro de un grupo. Pero, ¿qué tienen en común estos términos?, que ambos son adjetivos. En el español, […]

Por Lady Olivares. 14 abril, 2014.

En el título de este artículo observamos que el sustantivo “programa” aparece especificado por dos términos que complementan su significado. El primero (interesante) nos explícita una cualidad del programa; y, el segundo (periodístico), permite clasificar el “programa” dentro de un grupo. Pero, ¿qué tienen en común estos términos?, que ambos son adjetivos.

En el español, el adjetivo es una clase de palabra que se utiliza para predicar o decir algo del sustantivo al que acompaña; podemos clasificarlos en dos grandes grupos: calificativos y relacionales.

Los calificativos designan cualidades, características, propiedades o estados de los sustantivos: “interesante” programa. La mayoría de ellos son graduables: Es un programa “interesantísimo”; Esta versión es “menos interesante que” la anterior, etc. Además, tienen mayor libertad de ubicación: pueden anteponerse o posponerse al sustantivo, aunque a veces se evidencien cambios de significado: una “pregunta simple” (sencilla) / una “simple pregunta” (solo una).

Por su parte, los adjetivos relacionales expresan una relación con el sustantivo con el cual forman una unidad significativa: programa “periodístico”, llamada “telefónica”, etc. Por lo general, se derivan de sustantivos (en los ejemplos, serían: periodismo y teléfono, respectivamente). Se ubican siempre después del sustantivo y no admiten modificaciones de grado, de forma que no es posible decir “periodistiquísimo” o “periodístico” programa.

Además, un adjetivo relacional puede adquirir valor de calificativo, dependiendo del contexto en que aparece, por ejemplo: Soy “piuranísima”, me encantan los chifles y el ceviche de caballa. Sus actitudes son tan “teatrales” que ya nadie lo toma en serio. En estos casos “piurana” y “teatral” son calificativos pero dejan de serlo en tondero “piurano” o género “teatral”.

Como vemos, no todos los adjetivos califican; también pueden clasificar.

 

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