Nuevamente tenemos noticias sobre el reordenamiento del Mercado Modelo de Piura, que como ya se ha hecho costumbre decir, “de modelo no tiene nada”. Ha sido y es uno de los pendientes de nuestra Municipalidad para con la ciudad. No es grato recordar el intento de la gestión local anterior por lograr un reordenamiento del […]

Por Juana Huaco. 04 diciembre, 2012.

Nuevamente tenemos noticias sobre el reordenamiento del Mercado Modelo de Piura, que como ya se ha hecho costumbre decir, “de modelo no tiene nada”. Ha sido y es uno de los pendientes de nuestra Municipalidad para con la ciudad. No es grato recordar el intento de la gestión local anterior por lograr un reordenamiento del mercado, con resultados nada positivos; sin embargo, todos reconocemos la importancia que tiene para la ciudad, el contar con un mercado ordenado, seguro y con servicios de calidad. Sin embargo, lo que se está viendo es que ya ha habido un desalojo de un grupo de comerciantes que han sido reubicados pero que aún no aceptan el traslado realizado. Por lo menos algunas vías han quedado libres de comerciantes informales, pero la amenaza del retorno, es latente, y es aquí donde los encargados deben tener identificadas las “barreras” que impidan lograr el objetivo.  Este desalojo puede constituirse como el inicio del ordenamiento, pero también puede ser muestra de otro intento más.

Para no fallar, no cometamos los errores pasados. Es una acción de negociación, de un ganar – ganar. Se requiere de una postura de los interlocutores que refleje la confianza y que ambos busquen el objetivo común. No se trata de medir fuerzas o poderes, se trata de mejorar una unidad productiva como es el mercado. Los comerciantes ya se dan cuenta de que con productos de calidad, con ofertas atractivas y un buen servicio, el negocio estará asegurado. Sin embargo, la demora en la toma de decisiones puede hacer perder el tiempo ganado. La tregua en la que se encuentra por temas judiciales debe ser aprovechada para mejorar los ambientes donde se realizará el traslado. El mercado de Las Capullanas debe estar a la altura de un mercado que brinde, primero, las garantías a los comerciantes y luego, con el aporte de ellos mismos, ofrezca un servicio con calidad para los clientes. Esto es un trabajo conjunto que requiere nuestra ciudad. Ojala lo logremos.

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