En un ameno conversatorio, el doctor Federico Prieto y el padre Rafael Pastor, cercanos a san Josemaría y a la Universidad de Piura, contaron anécdotas y lecciones aprendidas del fundador de la universidad.
Por Lucy Vicente Chamba. 27 junio, 2025.
El conversatorio “Huellas de santidad, el legado de san Josemaría” se desarrolló el 24 de junio, en Campus Piura, como parte de las actividades de conmemoración de los 50 años de aniversario de la partida al cielo del fundador del Opus Dei y de la Universidad de Piura.
Este espacio académico, cercano y familiar, estuvo dirigido por el doctor Federico Prieto y el padre Rafael Pastor; y contó con la moderación de la doctora Mónica Ríos, directora de la Biblioteca de la UDEP.
El primer encuentro
Federico Prieto, periodista y ensayista, refirió que conoció a san Josemaría Escrivá el 18 de marzo de 1958, en Roma, cuando tenía 17 años. Destacó que lo recibió con gran acogida, cariño y la sencillez de un padre.
Por su parte, el padre Rafael Pastor, quien ha sido profesor e investigador de la Universidad de Piura y capellán de las facultades de Ciencias Económicas y Empresariales y Derecho, conoció a Escrivá de Balaguer, el 7 de octubre de 1967. Resaltó su cordialidad, amistad y buen sentido de humor.
Su misión
A lo largo del conversatorio, el periodista Prieto subrayó la convicción que tenía el fundador del Opus Dei para predicar la santidad en el trabajo ordinario y la vida familiar. Agregó que solía afirmar: “A el mundo, sin nada extraordinario, le sobran los milagros de los evangelios”.
El padre Pastor narró algunos buenos momentos que compartieron con el fundador de la UDEP, en reuniones académicas y coloquios. “Eran conversaciones sinceras, anécdotas de la vida cotidiana; siempre con su buen sentido de humor”, dijo.
Promotor de la UDEP
En otra parte del coloquio, el doctor Federico Prieto compartió cómo san Josemaría fue el principal promotor de la creación de la Universidad de Piura, quien, al tomar conocimiento del deseo de crear una universidad en el Perú, expresó su apoyo constante.
“La solicitud de crear una universidad la realizó el obispo (monseñor Erasmo Hinojosa) de Piura a la santa sede. Alguien le sugirió que hablara con el Prelado del Opus Dei. Fue así que el obispo escribió al fundador y desde aquel momento san Josemaría fue una figura clave en la creación de la universidad; a pesar de no contar con dinero, comenzó a trabajar con el entusiasmo que le caracterizó”, narró Fernando Prieto.
Testimonio de vida
El padre Rafael Pastor, finalmente destacó que san Josemaría siempre tuvo claro que era un servidor de Dios; aun siendo consciente de algunas dificultades de salud, no dejó de asumir con firmeza su misión: llevar el mensaje de la santidad en la vida ordinaria, dijo.
Recordó que en 1970 ofreció su vida a la Virgen de Guadalupe y hasta el 26 de junio de 1975, día de su fallecimiento, vivió su vida cristiana con fidelidad, oración, optimismo y alegría. “Su testimonio sigue siendo luz para todos los jóvenes y adultos, que no debemos rendirnos ante las dificultades, sino mantener la ilusión de transformar el mundo con alegría y optimismo firme”, puntualizó.
