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Jun

2025

Carlos Martínez: “Siempre tendré un gran cariño por la UDEP, mi segundo hogar”

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Luego de 28 años en la universidad, Carlos Martínez se jubila. Destacó por su labor responsable en el área de Bosques y Jardines y su activa participación en las campañas de solidaridad de la comunidad universitaria.

Por Lucy Vicente Chamba. 25 junio, 2025.

Carlos Martínez Fernández (60) ingresó a trabajar a la Universidad de Piura el 7 de abril de 1997. Sin embargo, años atrás, ya había conocido el campus universitario, a través de una contratista que tenía a cargo la construcción de los edificios de Educación, Química y la Ermita UDEP.

Él deseaba trabajar aquí y al conocer la oportunidad de integrarse al área de Jardinería (hoy Bosques y Jardines), no lo dudó; así, tras un proceso de evaluación, inició su rol de servicio en la universidad durante 28 años

Buenos amigos

Desde sus inicios en la UDEP, Carlos afirma haber encontrado un espacio donde pudo trabajar con alegría y, aunque también le tocó cumplir algunas tareas que le resultaban tediosas, asegura que las asumió con responsabilidad porque “aquí encontré buenos amigos y una familia”, afirma.

Así también lo subraya su esposa, Sebastiana Falero, con quien ha constituido una familia junto a sus hijos José y William. “Carlos en la UDEP encontró ángeles que le devolvieron la esperanza y las ganas de ser mejor cada día”, acotó.

Gratitud y aprendizajes

Carlos recuerda con gratitud la amistad que le brindaron los profesores Ignacio Benavent, Nikolaii Ezerski y Carlos Ojeda y el ingeniero Francisco Navarro. Además, da gracias a Dios por la oportunidad de haber contado con el cariño del doctor Alberto Peña y de los profesores Jorge Yaksetig y Rafael Estartús, quienes ya partieron al cielo.

De manera especial, recuerda la amistad y las enseñanzas que le brindó el padre Jesús Moliné, quien fue una figura clave para su vida espiritual. Con él aprendió a cultivar su amor a Dios, a la oración, y conoció la importancia de asistir a misa. “El padre Jesús fue como un padre para mí y un abuelo para mis hijos, nos visitaba y compartíamos momentos familiares”, expresa.

Espíritu solidario

Doris Peña, jefa de Bosques y Jardines, destaca en él su responsabilidad, buen sentido de humor y su actitud de servicio en tareas que se le asignaban, como el cuidado de jardines, las campañas de cuidado en el bosque o el traslado de mobiliario. “Siempre estuvo dispuesto a ayudar”, afirma.

Por su parte, el doctor Carlos Ojeda, profesor de la Facultad de Ingeniería, quien lo conoce desde sus inicios en la universidad subraya el espíritu solidario de Carlos al participar activamente en las campañas de ayuda social que organizaba la comunidad universitaria. “Carlos tiene la virtud de preocuparse por el otro, sabía reconocer qué personas estaban en situaciones vulnerables o si tenían algún problema de salud, lo que demuestra una capacidad de servicio”, aseguró.

Padre amoroso

Entre otras cualidades, quienes lo conocen destacan el buen rol de padre y esposo que ha ejercido. “Carlos está felizmente casado con Sebastiana, es feliz con sus dos hijos y cinco nietos, quienes son su orgullo de vida”, expresa Doris Peña.

Asimismo, el doctor Ojeda expresa que Carlos, a lo largo de los años, ha demostrado ser un padre de familia preocupado por el bienestar de sus hijos y esposa. “Carlos siempre fue un padre de familia muy sacrificado, desde sus esfuerzos ha ido progresando y ha llevado prosperidad a su familia” afirma.

Su esposa también lo describe como un padre bueno y cariñoso. “Siempre está dispuesto a dedicar tiempo a sus hijos, especialmente en sus días de descanso”, afirma.

Ahora, tras 28 años de trabajo en la universidad, Carlos se despide con la satisfacción de haber cumplido con su trabajo. Expresa que, aunque siente pena de irse, lo hace con la alegría de haber crecido.

“En la universidad aprendí la importancia del respeto, del saludo al prójimo, el amor a Dios y el hacer un buen servicio. Conocí lo que nos enseña San Josemaría y a él le rezo en cada momento”, nos dice.

Agrega que desea que la universidad siga creciendo y que las nuevas generaciones de trabajadores “mantengan un clima de unidad, respeto y colaboración mutua”.

Desde la universidad, agradecemos el dedicado trabajo. Este ha sido y será siempre su segundo hogar.

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