Alfonso Lip Zegarra, profesor de la Facultad de Derecho, analiza el nuevo escenario electoral de 2026. Advierte que el retorno al sistema de dos cámaras funcionará como un filtro necesario para la calidad legislativa.
Por Dirección de Comunicación. 12 diciembre, 2025. Publicado en semanario El Tiempo, el 7 de diciembre de 2025
¿Qué deberían tener presente los ciudadanos rumbo a las elecciones del 2026?
Lo central es apostar por un voto informado. Nuestra población elegirá, por primera vez en décadas, diputados y senadores, además del presidente y sus vicepresidentes.
Eso exige revisar planes de gobierno, competencias reales, incompatibilidades y trayectoria de cada postulante.
¿Cómo se diferencian las funciones de diputados y senadores?
Los diputados representan a la población electoral y trabajan sobre el día a día de los ciudadanos. Su número varía según cada circunscripción.
En contraste, los senadores -elegidos en un distrito único- se enfocan en los problemas macroterritoriales del país. Ambos cumplen roles diferenciados en el diseño del nuevo Parlamento.
Se critica que este sistema podría ralentizar la aprobación de leyes urgentes. ¿Es el tiempo una desventaja?
La nueva arquitectura constitucional implica plazos y procedimientos adicionales, es cierto. El proyecto nace en la Cámara de Diputados, se debate en comisiones y, de ser aprobado, pasa al Senado para su revisión, modificación o ratificación antes de llegar al Ejecutivo.
Esto supone una pérdida de inmediatez, pero ganamos en análisis. Ya no tendremos una producción industrial de normas sin sustento; ahora pasarán por un doble filtro: la visión poblacional del diputado y la visión territorial del senador.
¿Disminuirá entonces el número de proyectos aprobados?
Es probable. La bicameralidad permitirá una menor cantidad de proyectos de ley aprobados, pero más reflexivos.
¿Quién tiene la última palabra si no se alcanza consenso?
Si no hay mayoría simple en Diputados, el proyecto no avanza. Si logra pasar, pero se traba en el Sena-do, se estanca allí.
¿La bicameralidad es mejor o peor?
Depende del electorado. Un sistema no garantiza resultados por sí mismo. Lo sustancial es elegir representantes comprometidos con el país. Países como Suiza funcionan con unicameralidad y Venezuela con bicameralidad, sin que eso determine su éxito institucional.
Finalmente, ¿qué mensaje deja para el electorado?
Informarse. Hoy existen herramientas como el portal del JNE, análisis políticos, fact-checks y prensa libre. La bicameralidad no resolverá los problemas si los ciudadanos no eligen autoridades con voluntad real de servicio. Construir un Perú mejor depende de ese primer acto: votar con criterio.
