03

Jun

2022

Sustenta tesis doctoral sobre la familia en la filosofía moral de Hume

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Melissa Llauce, profesora de la Facultad de Humanidades, defendió su tesis ante un jurado conformado por profesores de universidades de España e Italia, para graduarse de doctora en Filosofía por la Universidad de Navarra.

Por Elena Belletich. 03 junio, 2022.

La profesora Melissa Llauce, del Departamento de Filosofía de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Piura sustentó la tesis “La familia según David Hume: entre la naturaleza y el artificio”, en la cual se propone profundizar y reflexionar sobre el concepto de familia en la filosofía moral de Hume, y las relaciones que las personas establecen en la sociedad, fuera de la esfera familiar.

Para ello, señala la profesora Cynthia Melissa Llauce Ontaneda, fue necesaria la lectura conjunta de algunas de las obras de Hume, como la Investigación y los Ensayos, “para poder tener un panorama más completo sobre la visión que tiene el escocés de la familia y el lugar que le asigna en la estructura social”.

De este estudio, se desprende que, en líneas generales: “Hume permite contemplar un modelo de familia que está muy relacionado con la propiedad. Ahora bien, aunque sin duda es cierto que las relaciones humanas se encuentran materialmente mediadas, su aproximación invita a la reflexión crítica. Después de todo, parece que ni la familia ni sus miembros deberían explicarse en función de la propiedad”.

En pocas palabras, detalla la filósofa, hablar del ser humano, familia y sociedad no debe consistir solo en apreciar la utilidad o conveniencia de la sociedad para satisfacer intereses individuales. “El ser humano solo realiza su naturaleza en relación con sus semejantes. Sin embargo, Hume termina reduciendo la vida social a una combinación de placer y utilidad, que no permite apreciar debidamente hasta qué punto el bien humano, de cada individuo, depende de que se comprometa activamente con los demás, en la construcción del bien común. Esto se aprecia en su consideración de los seres humanos como individuos con afectos, pero que establecen vínculos sociales por conveniencia. Con ello se desdibuja la naturaleza moral del vínculo social, que se hace más frágil; de ahí que enfatice que las normas de justicia son inflexibles y que su cumplimiento debe venir reforzado por el gobierno”.

En definitiva, señala Llauce, Hume se comporta más como un teórico social que mira al funcionamiento del sistema, que como un filósofo moral preocupado por la cualidad moral de los individuos. “Sin duda, armonizar la utilidad social y los derechos individuales se presenta como un reto para cualquier ética social; y, se necesitaría de una visión del bien humano más profunda de la que propone Hume desde premisas empiristas, pues no basta con basarse en sentimientos y racionalidad instrumental”.

Según Llauce: “Si en un sistema social las instituciones pesan más que la consideración de las personas, las consecuencias pueden ser muy graves para su tratamiento y verdadera defensa, especialmente en una sociedad patriarcal, donde las más afectadas serían las mujeres. Si bien, estos sistemas van perdiendo fuerza, las secuelas son importantes. En este sentido, existe una tarea pendiente sobre el estudio y, más aún, reflexión sobre la familia, sus miembros y sus relaciones familiares y sociales”.

Por ello, recomienda que las relaciones familiares y sociales se cultiven constantemente sin contraponerse. “No solo debemos enfocarnos en el desarrollo social, sino que antes hay que centrarnos en la familia y atenderla como un grupo de personas que comparten vínculos de afecto, donde cada miembro es importante y valioso no por los beneficios económicos que de ellos resulta, sino por su condición personal”.

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