18

Oct

2021

Artículo de opinión

Día Mundial de la Alimentación

Si sabemos que la nutrición desde la infancia es un factor importante para prevenir estas enfermedades, las familias podrían estar mucho más motivadas para adoptar y promover una adecuada alimentación desde la infancia y durante toda la vida.

Por Dirección de Comunicación. 18 octubre, 2021.

Artículo escrito por Juan Moncada Ibáñez, profesor de la Facultad de Medicina Humana. 

En el marco del Día Mundial de la Alimentación, celebrado el 16 de octubre, es importante reflexionar sobre la importancia de la buena nutrición para mejorar la calidad de vida de las personas, en especial de los niños.

La nutrición adecuada en los primeros años de vida ha demostrado beneficios que van más allá del crecimiento y desarrollo adecuado de los niños. Una buena nutrición en esta etapa es la base para establecer patrones saludables de alimentación que permanecerán toda la vida. Además, se ha demostrado que la correcta nutrición en los primeros 1000 días de vida (desde la fecundación hasta los 2 años de vida extrauterina) es determinante para el manejo metabólico de los diferentes nutrientes, lo que ayuda a mantener un metabolismo saludable, incluso en la adultez.

En el otro extremo, la malnutrición (por defecto o por exceso) durante los primeros años de vida suele ser causa de la aparición de diferentes enfermedades, que van desde patologías específicas de carencia nutricional como raquitismo o beri beri, como también síndromes más generales produciendo por ejemplo una mayor susceptibilidad a las infecciones por déficit de proteínas o de componentes nutricionales inmunes como las vitaminas A, C y E, el zinc y el selenio.

Además de los efectos inmediatos, la malnutrición puede provocar defectos metabólicos a largo plazo, tanto así que, por ejemplo, la obesidad en el niño es un factor de riesgo para desarrollar enfermedades metabólicas en la adultez, como la diabetes mellitus. Reconocer la importancia de una buena nutrición temprana reduce el riesgo de enfermedades carenciales, infecciosas o metabólicas durante la infancia; y, también, brinda mayor oportunidad de llevar una vida saludable en la adultez; reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas tan comunes como la hipertensión, la diabetes y otras, brindando la oportunidad de tener una mejor calidad de vida.

Esta fecha nos debe invitar a pensar que un buen estado nutricional definitivamente nos ayuda a mantenernos más sanos. Y, como reflexión adicional para las familias, debemos considerar que las enfermedades crónicas y metabólicas se convierten en una fuente de gasto constante, y durante muchos años, solamente con la finalidad de tratar de controlar síntomas y tratar de mantener a un paciente estable, ya que no se es capaz de curarlo. Si sabemos que la nutrición desde la infancia es un factor importante para prevenir estas enfermedades, las familias podrían estar mucho más motivadas para adoptar y promover una adecuada alimentación desde la infancia y durante toda la vida.

Recordemos que la buena alimentación es la base de una buena salud.

Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.

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