Pensar que la cultura es buena en sí misma es un error. La cultura es una expresión humana y, como tal, puede expresar lo más grande de nuestras almas como también lo más ruin de nuestro ser.
Por Alberto Requena. 14 febrero, 2024. Publicado en diario Correo el 11 de febrero del 2024
Foto: El Peruano
Tener una visión más equilibrada de lo que significa la cultura ayuda a entender lo valioso que es contar con profesionales comprometidos con su impulso y difusión. Al respecto, dejo dos ideas:
- La cultura es como una moneda, posee dos caras. El ser humano es capaz de actuar de muchas formas. Unas veces noble, otras no tanto. La cultura ayuda a perfilar esas manifestaciones. No es provocador decir que tanto la Quinta Sinfonía de Beethoven como los campos de concentración en tiempos del Tercer Reich fueron expresiones culturales. Respondían a unas ideas y reflejaban un sentir. Y, por más doloroso que sea, eran provocadas por el ser humano. La cultura no solo es lo mejor, lo más elevado o bello; puede ser también aquello de lo cual nos podemos avergonzar para siempre.
- Necesitamos reconocer esa cultura que ayude a mejorar, a madurar. Pensar que la literatura, la pintura, la música o el teatro por ser tales ayudan a mejorar a la persona puede parecer una afirmación sin críticas. Lo cierto es que es solo una verdad a medias.
La cultura es el contenido de la educación. Si escogemos expresiones artísticas o patrimoniales que nos ayuden a leer el presente, iremos ganando.
Y, por el contrario, si fomentamos patrones culturales que desunan o generan odios, estaremos perfilando la construcción de personas esclavizadas por sus pasiones.
