En marzo de 1990 se concluyó la primera etapa del Laboratorio de Química, gracias al financiamiento de Southern Perú; y, en 1995, se terminó la construcción del segundo piso con aportes del Tesoro público y del Consejo Transitorio de Administración Regional (CTAR), hoy Gobierno Regional.

Fue diseñado por los arquitectos Eduardo Linares y Mario Segami, junto con el ingeniero Ignacio Benavent, sobre una extensión de 1300 m2 techados y 200 m2 de área libre. Su ubicación, alejada de la zona académica, permitió abrir una nueva direccionalidad del campus, hasta entonces concentrado en torno al Edificio Principal, con dos áreas: una para la atención de alumnos y otra de servicios a terceros.