El diseño estuvo a cargo del arquitecto José Cerna Sabogal, quien trabajó junto con el entonces decano Pablo Pérez Sánchez. Lo construyó la empresa Yaksetig Guerrero S. A.; y, todo el proyecto fue supervisado por la Oficina de Servicios Técnicos de la universidad.

En el 2001, se terminó la primera etapa de la construcción que mantiene la idea tradicional de un espacio claustral, con una distribución en torno al amplio jardín central. Las aulas y despachos se organizan en dos pisos, a los que se accede por dos escaleras ubicadas a los lados norte y sur. Una década después, con el financiamiento de la Generalitat Valenciana, a través de la Fundación Mainel, se construyeron dos aulas de gran tamaño y se equipó el centro de cómputo.