Me fue equis, por x motivos
Por Carlos Arrizabalaga, publicado el 24 de mayo de 2023
La leyenda le atribuye al impresor de Descartes la idea de representar con la letra x lo que el filósofo francés llamaba incógnita, que en la edición de su libro de geografía se empleaba con mucha frecuencia, pero parece más cierto que ya desde mucho tiempo atrás se usaba ese símbolo, tomado de la primera letra de la transcripción al griego del término árabe shei (‘cosa’), que se convirtió en el griego xenos (‘desconocido’). Otros tienen versiones más complicadas. La historia de la x sigue siendo una incógnita.
El diccionario ha incorporado la acepción adjetiva de ‘no determinado o no especificado’ al significado de x usado como palabra: En los almacenes x venden más barato. Este uso tomado de las matemáticas confiere a la grafía un estatus especial en castellano, en que no se escribe lo que se pronuncia, sino la letra que nombra lo que se pronuncia. Determina el diccionario que también se puede escribir con todas sus letras: Un inspector equis. Sin embargo, remite al primero.
Algunos recomiendan escribir mejor equis en lugar de x, pero lo cierto es que se utilizan ambos casi indistintamente para expresar lo indefinido, aunque podemos advertir algunas tendencias: Yo siempre lo llevo y me va equis; La convención de mi empresa fue en equis hotel; El show fue de equis artista. En efecto, hay cierta consistencia en escribir la palabra equis en los casos que se alude de manera adverbial a unas circunstancias (Me va equis; Estancia fue equis), mientras tanto, tiende a ser más usual el uso de la letra x para indicar un elemento indefinido (Era un x). La mayor parte de los ejemplos se dan en las redes sociales, por lo mismo que permite abreviar el discurso, pero esta expresión entra en conflicto con un uso de x como abreviatura de por −x suerte, x eso, x nada−, que el discurso académico no ha aceptado.
Parece asentado el uso de x en las locuciones por x motivo, por x razones, que alternan en singular y plural: Cuando los que van a las manifestaciones son personas que quieren destacar por lo preocupados que están por X razones; Siempre me daba vergüenza que me molestaran por x motivo; Al final se acabó por x razones, por un par de cosas que ya las contaré en su día.
El uso de la letra x para indicar algo desconocido no es tan nuevo, y se daba ya con cierta normalidad en la literatura del siglo XIX (en mayúscula solo si se trataba de personas). En una novela de Enrique Péres Escrich (1887) se dice: «No hace mucho, el emperador de los franceses telegrafió a su embajador en Londres preguntándole por el conde X» (El infierno de los celos, p. 131). Gustave Flaubert anotaba en su cuaderno señora X, señorita X, en los borradores que escribía para sus relatos. Muchos otros usarán la misma letra para referirse a personajes secundarios o anonimizados por alguna razón. Federico García Lorca, en Doña Rosita la soltera (1935), nos presenta a un señor X, aficionado a la botánica aplicada, que aparece a comienzos del segundo acto, un pedante y ridículo catedrático universitario basado en la figura de un profesor que Lorca conoció en la Universidad de Granada.
El éxito de esta creación lingüística puede deberse a x razones, entre las que podemos destacar el prestigio de las ciencias y en particular de las matemáticas, así como la expresividad que ofrece un recurso ingenioso y breve para señalar lo desconocido o indeterminado. Puede que para algunos parezca pretencioso o torpe, pero en realidad es una palabra versátil que puede aparecer en forma nominal (es un x), adjetiva (un señor x) o adverbial (me fue equis). Presenta también otras peculiaridades poco habituales: puede escribirse de varias maneras sin dejar de ser la misma palabra, y según el contexto puede comportarse también como nombre propio, sin requerir la presencia del artículo (X viene a cenar). Al haberse extendido a través de las redes sociales, parece presentarse además de la misma manera y a la vez en muy distintas variedades del idioma, con lo que pareciera ser una creación «a coro». Una voz que procede de un origen antiguo, pero que se ha formado en el habla actual como una creación de las redes sociales.
