¡Vizcarrazo!

Por , publicado el 16 de septiembre de 2019

Dicha palabra fue portada en el diario Correo el 30 de mayo de 2019 y aludía a las medidas que estaba tomando el presidente del Perú, Martín Vizcarra, ante la situación política del país; entre estas estaban la aprobación de cinco proyectos de ley y la presentación de la cuestión de confianza al Congreso. No obstante, en este artículo no hablaremos de política, sino del sufijo curioso que acompaña al apellido Vizcarra, esto es, –azo.

El Diccionario etimológico de los sufijos españoles (2002, p. 129) señala que -azo viene del sufijo latino –ãceus (var. –ãcius) y se emplea para derivar adjetivos y sustantivos a partir de bases nominales. Efectivamente, comprobamos que el sufijo -azo ha permitido que el apellido del mandatario Vizcarra (sustantivo propio), se derive en Vizcarrazo.

Semánticamente es un sufijo derivativo o afijal polisémico, puesto que tiene varios significados. El más conocido es el aumentativo, es decir, el de añadir a la base sustantiva la connotación de ser más grande de lo normal o conveniente: animalazo (animal grande), cuartazo (cuarto o habitación grande), chocolatazo (chocolate grande), gatazo (gato grande), etcétera; y al adjetivo agregarle intensificación: blancazo (muy blanco), fregadazo (muy fregado, pesado o terco), huachafazo (muy huachafo, cursi), malazo (muy malo), etcétera. En este caso, adopta el género y número del término al que se refiere: fiestaza (del femenino singular fiesta), fregadaza (del femenino singular fregada), manazas (del femenino plural manos), pelotaza (del femenino singular pelota), etcétera.

El filólogo español Leonardo Gómez Torrego en su artículo Sufijo -azo (1999) señala, no obstante, que hay algunas palabras que a pesar de su significado aumentativo metafórico, no admiten femenino y solo se dan en masculino; de esta forma, en el habla peninsular encontramos ejemplos como catarrazo (no *catarraza), dolor fuerte de cabeza; rollazo (no *rollaza), algo o alguien muy pesado o fastidioso; peñazo (no *peñaza), insulto aplicado a una persona o actividad molesta, aburrida, etcétera.

Como aumentativo, asimismo, es un cuantificador y cualificador porque puede sopesar la cantidad (traficazo: mucho tráfico), la cualidad (buenazo: muy bueno), el tamaño (niñazo: niño alto o grande), la intensidad (amigazo, gran amigo); entonces, debemos saber ponderar, por ejemplo, golazo se refiere a la calidad de buen gol y no al tamaño como el golazo de Paolo Guerrero ante Colombia que nos llevó a la Copa Mundial de Fútbol en el 2018. Si decimos guerrerazo con minúscula, o bien hacemos alusión a alguien que es muy valiente al superar adversidades, o bien al que es muy guerrero en la milicia; pero Guerrerazo con inicial mayúscula, como lo usan algunas hinchas con un matiz expresivo evocando el apellido del llamado Depredador, atañe a la grandeza futbolística de Paolo Guerrero.

Definitivamente, estas ponderaciones en parte son dadas por el contexto comunicativo, así casaza puede referirse al tamaño de la casa, a la belleza y comodidad del hogar o a ambas acepciones a la vez. Lo mismo ocurre con bravazo que puede aludir a alguien muy bravo o colérico (se puso bravazo después de que lo golpearon) o a algo excelente (la película estuvo bravaza); o con mujeraza (mujer grande, alta o gran mujer), etcétera.

Por otra parte, -azo sirve para derivar nombres de los golpes que se dan con ciertos objetos o expresar ‘movimiento y acción bruscos’: balazo (golpe de bala), botellazo (golpe con botella),  escopetazo (tiro que sale de la escopeta), manotazo (golpe con la mano), machetazo (golpe con machete), pistoletazo (tiro de pistola), porrazo (golpe con la porra), portazo (golpe con la puerta), puñetazo (golpe con el puño), etc. Con esta acepción, el sufijo solo aparece en masculino, aunque proceda de base femenina, por ejemplo, pelotazo es el golpe con la pelota y se forma de una base sustantiva femenina; si lo cambio a pelotaza, ya no se va a referir al movimiento con la pelota, sino al tamaño (pelota muy grande), es decir, al aumentativo.

En otros casos, -azo significa tanto el tamaño como el golpe: bastonazo (de bastón), cordonazo (de cordón), ladrillazo (de ladrillo), martillazo (de martillo), paletazo (de paleta), zapatazo (de zapato), etcétera. Y por extensión semántica, incluso el ruido que produce el objeto del golpe, así como la parte del cuerpo que lo recibe o produce:  cañonazo (ruido del cañón), bombaza (ruido de la bomba), cabezazo (golpe con o en la cabeza), codazo (golpe con el codo), cogotazo (golpe dado en el cogote), espaldarazo (golpe dado de plano con la espalda o con la mano en la espalda de uno), rodillazo (golpe con la rodilla), etcétera.

Mientras que el sentido aumentativo de -azo se desarrolló en el latín hablado occidental, el de golpe o movimiento brusco recién aparece en el siglo XV como consecuencia de la evolución del sentido aumentativo. Con el paso del tiempo, el significado de golpe venció la barrera de lo físico para aludir a los golpes del Estado como, por ejemplo, el pinochetazo del general chileno Augusto Pinochet para derrocar a Salvador Allende en 1973; a los golpes económicos como el famoso paquetazo, medida extrema económica que sufrió el Perú en la década del 90; a los golpes del corazón como el flechazo de Cupido; o a las actitudes de alguna autoridad o personaje famoso como el Vizcarrazo anunciado por nuestro presidente en mayo, etcétera.

La intención comunicativa y el contexto determinarán el sentido de tal sufijo, así el Vizcarrazo de Martín Vizcarra es distinto al Vizcarrazo que solicitaban los simpatizantes del mexicano Jesús Vizcarra Calderón. El primero hace alusión a las medidas dadas por el presidente, que para algunos podría parecer un golpe de Estado; el segundo fue una solicitud para que Jesús Vizcarra postulara a gobernador de Sinaloa en el 2016, es decir, un movimiento de apoyo a la postulación de tal candidato.

El afijo -azo puede, de este modo, expresar connotaciones positivas (Vizcarra es un jefazo) o negativas o despectivas (Vizcarra se cree jefazo); por eso, debemos tener cuidado del cómo empleamos tal sufijo. No es lo mismo decir Me cayó como un huevazo lo que anunció Vizcarra (como un golpe de huevo) o Es huevazo lo que plantea Vizcarra (es muy fácil).

Cabe indicar que -azo, en todas sus acepciones, siempre se escribe con z y no con s, justamente, porque deriva de ãceus, ãcius formadas con la letra c; se respeta así la regla del cambio de c a z o viceversa (avancé, avanzó, almorcé, almorzó, etc.).

Para terminar, al utilizar Vizcarrazo en el título no nos referimos a que Vizcarra es muy alto o grande de tamaño, sino a la creación surgida de la acepción de -azo como golpe. De su buen o mal desempeño en el Gobierno y del contexto comunicativo dependerán que empleemos Vizcarrazo como sinónimo de tipazo (gran tipo) o presidentazo (gran presidente) o que se quede con la acepción actual. Si les gustó, hagan un pantallazo (captura de pantalla) y compartan el escrito, pero no digan que es huevazo ni tampoco malazo, simplemente que es bravazo aprender sobre el sufijo -azo.

Carola Tueros

Referencia de la imagen: PBO Digital, disponible en https://www.youtube.com/watch?v=ahf1z8ds7ZU

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